El líder de los rebeldes libios, Abdelhakim Belhadj, mantuvo contactos con “El Tunecino”, jefe de la célula del 11-M. Hablaron días antes de la matanza en Madrid

Días antes de los atentados del 11-M, Abdelhakim Belhadj, ex líder de Al Qaeda que ahora está al mando de las unidades rebeldes en Trípoli, mantuvo comunicaciones telefónicas con Serhane ben Abdelmajid Fakhet, “El Tunecino”, máximo cabecilla de la célula del 11-M.

Así está recogido en un informe que la Unidad Central de Información Exterior (UCIE), de la Comisaría General de Información, entregó en junio de 2005 al por entonces juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, instructor del mayor atentado de la historia de España.

El documento policial, al que ha tenido acceso El Confidencial Digital, revela los contactos que “El Tunecino” mantuvo con el Grupo Islámico Combatiente Libio (GICL), del que fue máximo cabecilla Abdelhakim Belhadj. Por este motivo estuvo en prisión hasta que, en 2010, fue amnistiado por el régimen de Gadafi.

Llamadas desde Hong Kong

El informe recoge los dos números de teléfono -0086/13710236554 y 0086/13556171218- que en China, concretamente en la ciudad de Hong Kong, utilizó, desde finales de 2003 hasta principios de 2004, el ahora rebelde libio, a quien también se le conoce como Abu Abdullah Sadeq y Mohamed bin ali Mohsen.

A estos números de teléfono llamó “El Tunecino” desde Madrid, ya que por aquellas fechas decía estar interesado por un negocio de muebles, aunque la Policía nunca obtuvo dato alguno de esa actividad. Varias de las llamadas a China las realizó desde la inmobiliaria “Arconsa”, en la que trabajaba; otras las efectuó desde un locutorio próximo a la sede de este negocio.

La Policía española quiso saber quién era el usuario de esos dos números teléfono a los que llamaba “El Tunecino”. Tras la colaboración de ‘servicios de información amigos’, los investigadores averiguaron que correspondían a móviles de Abdelhakim Belhadj.

Las señales de alarma se activaron al comprobar que este nombre correspondía al del emir del Grupo Islámico Combatiente Libio, quien desde abril de 2004 se encontraba en arresto domiciliario en Libia tras haber sido extraditado por el Gobierno chino.

El informe de la UCIE, fechado en 2005, y que forma parte de la documentación judicial del 11-M, recoge también las llamadas que Abdelhakim Belhadj efectuó desde su móvil a España.

Cuatro las realizó el 3 de enero de 2004, es decir, dos meses antes del 11-M. El destinatario fue el número móvil 629130072, del que era usuario un socio de “El Tunecino” llamado Mohd Othman, con el que decía que iba a montar el negocio de muebles, ése del que los investigadores nunca llegaron a tener constancia.

 

Contactos en Londres

Othman, de nacionalidad jordana -prestó declaración ante la Policía el 8 de julio de 2004- también recibió llamadas de Abdelhakim Belhadj en el teléfono fijo de su casa en Madrid.

Pero estos no fueron los únicos contactos de “El Tunecino” con el Grupo Islámico Combatiente Libio, del que fue máximo responsable el hombre que ahora está al mando de las unidades armadas de los rebeldes en Trípoli. 

En enero de 2004, el cabecilla de los atentados del 11-M realizó varias llamadas a Londres justo en las fechas en las que se encontraba en la capital británica Ziyad al Hashim, alias “Mullah Shakir al Ghaznawi” e “Imad al Libi”, miembro del comité de medios de comunicación del Grupo Islámico Combatiente Libio. En el primer trimestre de 2004 este individuo viajó de China al Reino Unido, donde fijó su residencia.

Por último, el informe policial destaca que, cuando “El Tunecino” llamó por teléfono a Hong Kong, se encontraban juntos Abdelhakim Belhadj, por entonces máximo jefe del GICL, y Ziyad al Hashim. 

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