ETA lo ha vuelto a hacer: escondía un explosivo de gran potencia nunca visto en Europa
Se trata del diazodinitrofenol, capaz de provocar una masacre con sólo unos gramos. La primera vez que se le incautó fue en 2011
La última operación policial contra ETA ha supuesto un duro golpe policial contra la banda terrorista. Sin embargo, el hallazgo de decenas de kilos de material explosivo en un caserío de Biarritz también ha provocado la alarma entre los agentes que se dedican todavía a día de hoy a terminar con la barbarie etarra.
Alarma entre los expertos de la lucha antiterrorista. Mientras algunos dan por ETA como operativamente acabada, los altos cargos del Ministerio del Interior no terminan de fiarse de una banda terrorista que todavía conserva abundante material explosivo y, además, en perfecto estado de conservación.
“ETA podría atentar en cualquier momento”, explica un agente destinado en el Grupo Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil en la comandancia de Intxaurrondo, en San Sebastián. Esta unidad de élite continúa haciendo controles, siguiendo pistas y, cuando procede, practicando operaciones contra el entramado etarra.
Precisamente, la última operación desarrollada por la Policía francesa en colaboración con el instituto armado español la semana pasada. Algunos hallazgos han provocado alarma entre los responsables de la lucha antiterrorista, lo que indica que ETA ha vuelto a burlar la presión policial.
El dato que más ha preocupado en Interior es el hallazgo de 50 gramos de diazodinitrofenol, también conocido como DDNP. Este explosivo detonando está especialmente diseñado para provocar grandes atentados debido a su potencia.
Expertos en materia de explosivos definen el diazodinitrofenol como “un explosivo primario muy inestable que reacciona con la luz solar”. Con sólo unos gramos se podría provocar una masacre.
Lo que ha llamado la atención a estos especialistas es que ETA disponga de este explosivo que apenas ha sido encontrado en manos de organizaciones terroristas en Europa. Es utilizado habitualmente por grupos de Sudamérica, aunque ya se le intervino a ETA hace cuatro años cuando se encontraron cerca de 100 gramos de DDNP en un caserío de Legorreta. Allí los etarras ocultaban más de 1.500 kilos de explosivo.
El DDNP, además, es de muy difícil transporte. Las mismas fuentes afirman que la forma más segura que moverlo es diluido en agua, donde se vuelve prácticamente inerte. Para ello se necesitan importantes conocimientos en la material.
En Biarritz, los agentes también encontraron dos garrafas con explosivo preparado para atentar. Este dato también hace sospechar a los investigadores de que los etarras no tienen intención de entregar su arsenal.
Desde Interior recuerdan también que siguen sin aparecer cientos de pistolas que ETA ha robado y de las que no se sabe nada.
