Españoles secuestrados. Mali se considera traicionado por España: Exteriores ha prometido apoyar la nueva nación Tuareg a cambio de su ayuda para liberarlos

Según ha podido saber El Confidencial Digital, tras consultar a funcionarios del Estado conocedores de las negociaciones de Exteriores, emisarios del Gobierno español ya se han reunido con los rebeldes tuaregs, cuya rebelión al norte de Mali ha alcanzado cotas no esperadas e incluso ya han anunciado la creación de su propio estado soberano, Azawad.

Las informaciones que tiene la Inteligencia española sobre el paradero de los dos españoles apuntan a que estos podrían estar en algún punto de la frontera norte de Mali con Argelia, territorio controlado por los tuaregs del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad.

Este grupo mantiene vínculos de colaboración con Al Qaeda en el Magreb Islámico y con el Movimiento Unidad y Jihad en África del Oeste (MUJAO). Éste último, una escisión más violenta de la filial de Al Qaeda en la zona, es quien mantiene cautivos a los dos cooperantes españoles.

Las facciones terroristas que operan en esa zona –donde se unen las fronteras de Mali, Niger y Argelia- disfrutan de una cierta libertad de movimiento que les proporciona su alianza con los rebeldes tuareg. Y esa es la carta que quiere aprovechar el Gobierno español, según las fuentes consultadas por ECD.

La diplomacia maliense habla de traición

Según ha sabido este confidencial de fuentes diplomáticas, los funcionarios malienses que mantienen contactos con emisarios españoles les han trasmitido su profundo malestar por la interlocución del Gobierno español con los rebeldes tuaregs.

Tal y como aseguran desde Mali, España ha estado negociando durante este mes de abril con los rebeldes tuareg, e incluso se les ha prometido cierto soporte de cara a una legalización de su situación política –según los datos que dicen disponer-.

Exteriores niega oficialmente que haya en marcha ningún movimiento para reconocer la existencia de la nueva nación Azawad.

Difícil relación con Mali

Sin embargo, sí se reconoce desde el ministerio de García Margallo que el golpe de Estado militar acontecido el pasado mes de marzo, que acabó con el derrocamiento del anterior gobierno maliense –con “muy buenas relaciones con España”-, ha supuesto un frenazo a las negociaciones para liberar a los españoles.

Se reconoce, extraoficialmente, que la comunicación con el nuevo gobierno –una junta militar- es mucho más complicada que con el derrocado presidente Amadou Toumani Touré. Por ello, se entienden las negociaciones con los tuareg como un “mal necesario”.