La necesidad de aumentar los servicios de escolta de la Familia Real obliga a construir nuevas residencias para los guardias civiles del cuartel de San Quintín (El Pardo)

Los pabellones que sirven de lugar de residencia a los guardias civiles que dan escolta y seguridad a los miembros de la Casa Real se han quedado pequeños. Así, el Ministerio del Interior ha comenzado las obras de ampliación del cuartel de la Benemérita de San Quintín, en El Pardo. Las actuales instalaciones datan de los años 50.

Por el momento, en los terrenos que albergarán las nuevas residencias de los agentes que protegen a los miembros de la Casa Real se están acometiendo importantes movimientos de tierras. En 2011, fecha en la que está previsto que finalicen las obras, se podrá contemplar un edificio de tres plantas en cuya parte superior se colocará una cubierta vegetal, acorde con el entorno: el monte de El Pardo.

Fuentes del instituto armado consultadas por El Confidencial Digital explican que esta nueva edificación se levanta porque los guardias tenían problemas de residencia: el cuartel de San Quintín era insuficiente y viejo y los alquileres en la zona eran elevados.

Las mismas fuentes precisan que la plantilla que cubre los servicios de escolta de la Familia Real ha aumentado en los últimos años y que era necesaria la construcción de estos nuevos pabellones.

 

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