Ya han recibido a 200.000 desplazados

Hungría responde a las críticas por el trato a los refugiados: “España sabe bien lo que es una valla”

La medida ha entrado en vigor esta madrugada y ya se ha detenido a una veintena de personas por saltar la alambrada

La embajadora de Hungría durante el encuentro con periodistas españoles.
La embajadora de Hungría durante el encuentro con periodistas españoles.

Esta medianoche entró en funcionamiento la alambrada de 175 kilómetros que ha instalado Hungría para evitar el paso de refugiados a su territorio. La embajadora húngara en Madrid ha convocado a la prensa española para explicarles la medida y solicitar comprensión con la posición de su gobierno.


“A nadie le gustan las vallas, pero si una frontera es atacada por miles de personas que intentan entrar, hay que hacer algo”. Así valoraba Enikó Gyóri, embajadora de Hungría en España, la polémica medida que su gobierno ha entrado en vigor este martes para contener la avalancha de refugiados.

Desde la legación diplomática húngara tratan de responder así a las críticas que ha recibido esta iniciativa por parte de autoridades y de un sector opinión pública. Consideran desproporcionadas las reacciones, entre ellas la postura oficial de Francia –contraria a la valla- cuando “ellos tienen una valla más grande en Calais”. “No se puede criticar a un país miembro por cumplir las reglas” afirma.

“Si alguien tiene una solución mejor que nos la diga” ha reclamado Gyorí, recordando que cuando el primer ministro Viktor Obrán propuso la medida a la Unión Europea “no les gustó”, pero no propusieron “alternativa”.

Penas de entre 3 y 5 años por saltar la valla

Según explicó la embajadora de Hungría a un grupo de periodistas españoles, entre los que se encontraba El Confidencial Digital, a partir de ahora entrar en Hungría de forma ilegal saltando en algún punto de los 175 kilómetros de valla será considerado delito.

Las penas, según la representante húngara, se estiman entre tres y cinco años de prisión. Estas sanciones serán comunicadas a los refugiados por medio de carteles informativos en la propia valla.

Gyóri ha hecho hincapié en que Hungría está cumpliendo con toda la normativa de fronteras que establece el Tratado Schengen, el Frontex y la Convención de Dublín, que establece que el paso entre estados se debe hacer “por un puesto fronterizo oficial y dentro de horario de oficina”.

La embajadora ha criticado abiertamente el “doble rasero” con el que considera que se está tratando a su país, mientras otros países como Alemania o Austria han cerrado sus fronteras. Asume, además, que al primer ministro húngaro Viktor Orban le han considerado “la oveja negra de la Unión Europea” por sus políticas pasadas.

Además, ha reiterado las dificultades a las que se enfrenta Hungría a la hora de identificar a los ciudadanos sirios. Explica que muchos de los refugiados rechazan ser incluidos en el registro oficial –con huella dactilar-, y que en otras ocasiones rompen sus documentos para hacerse pasar por sirios y tener más opciones de llegar a su destino final deseado.

Según los datos que ha ofrecido la embajadora, Hungría ya ha recibido 200.000 refugiados desde que comenzó la crisis, y “muchos de ellos provienen de países seguros”.

 


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