Estaba segura del fin de la doctrina Parot

La etarra Inés del Río cursó dos carreras y se inscribió a un taller de pulseras para reducir su condena

Vea imágenes de sus primeros minutos en libertad

Inés del Río, encarcelada desde 1987 por asesinar a 24 personas, salió ayer por la tarde del centro penitenciario de Teixeiro. Durante la última semana en la cárcel apenas habló con nadie, aunque se mostró convencida de que quedaría liberada de la doctrina Parot. Desde prisión, estudió dos carreras y se inscribió a un taller de marroquinería, siguiendo el consejo de sus abogados.

Según ha sabido El Confidencial Digital, la etarra ha mantenido, durante sus últimos días encarcelada, una actitud de absoluta tranquilidad ante la reunión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Algunas personas que vieron a Del Río los días previos a su excarcelación explican que, “aunque no decía nada”, daba a entender que “estaba segura” de que Estrasburgo derogaría la doctrina Parot.

Dos carreras y un taller para reducir la pena

Desde que ingresó en prisión, Inés del Río se negó a participar en ningún curso impulsado por el Estado en las cárceles, ya que no quería formar parte de lo que ella consideraba “patrañas”.

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Sin embargo, sus abogados le aconsejaron que cursara estudios universitarios y se apuntara a algún taller, para intentar de esta forma reducir su condena.

Tanto ella como sus representantes apostaban desde hacía tiempo por el fin de la doctrina Parot, por lo que esos estudios contarían para la reducción de los 30 años que un preso puede estar en prisión como máximo, y a la hora de recibir una indemnización por estar más tiempo en prisión.

De esta forma, Del Río aprovechó una oferta de la Universidad del País Vasco para cursar dos carreras. Posteriormente se inscribió en un taller de marroquinería, “para hacer pulseras de cuero”, que llevó a prisión una ONG.

Así fue su salida de prisión

 

Las fuentes consultadas por ECD explican que Inés del Río aguardó ayer sola en su celda el anuncio de que salía de prisión. Una vez que le avisaron que tenía que abandonar el centro, recogió sus cosas y no habló con nadie.

Una veintena de personas esperaban a la terrorista, a la que aplaudieron, abrazaron, y enarbolaron con una ikurriña. El grupo que la recibió quiso homenajearla antes de llegar a Tafalla, su pueblo natal.

Según ha sabido El Confidencial Digital, entre los integrantes del grupo que dio la bienvenida a Del Río estaban, además de familiares de la etarra, miembros de EPPK, el colectivo de presos de ETA, que no quisieron perderse una excarcelación que consideran como una auténtica victoria.

Nada más salir de prisión, Inés del Río fue 'escoltada' por dos hombres con txapela, que la condujeron hasta una familiar que le recibió con un fuerte abrazo. El resto de personas presentes ovacionaron a la terrorista con un sonoro aplauso.

La Policía Nacional identificó a los miembros de EPPK

Las fuentes consultadas por ECD explican que la Policía Nacional identificó a todas las personas, incluidos los miembros de EPPK, que se trasladaron a la cárcel de Teixeiro a recibir a Inés del Río.

El objetivo era realizar una 'Ongi Etorri' -fiesta de bienvenida- a la etarra justo a su salida de la cárcel, en previsión a un posible despliegue policial que evitara un acto de homenaje mayor en la localidad navarra de Tafalla, su pueblo natal.

Tal y como se adelantó en estas páginas, el ministerio del Interior ha movilizado a la Guardia Civil y Policía Nacional de País Vasco y Navarra para que eviten la celebración de actos de enaltecimiento del terrorismo después de la derogación de la doctrina Parot y con motivo de la puesta en libertad de presos de ETA.

Vea, a continuación, imágenes de la salida de la cárcel de Inés del Río:



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