Los cabecillas se colocan en posiciones retrasadas para no ser detenidos

Tácticas de guerrilla urbana en los disturbios okupa de Barcelona

Informe de los Mossos d’ Esquadra. Utilizan vías estrechas para que no entren coches policiales, llevan productos inflamables, niños y ancianos en primera fila

Un anciano finge una agresión por parte de los Mossos.
Un anciano finge una agresión por parte de los Mossos.

Este martes se cumple una semana del inicio de los disturbios en Barcelona tras el desalojo del llamado “Banc Expropiat” del barrio de Gràcia. Los okupas, desde entonces, no han parado de protagonizar altercados por las calles y enfrentamientos contra los Mossos y la Guardia Urbana. La policía autonómica ha detectado, durante estos días, tácticas de guerrilla.

Según explican a El Confidencial Digital fuentes bien situadas en los Mossos d’ Esquadra, los okupas que residían en el “Banc Expropiat”, así como el resto de radicales que se les han unido en los últimos días, saben perfectamente cómo actuar ante los dispositivos policiales que se están desplegando, para evitar el avance de los agentes y también ser arrestados.

Los movimientos responden a una estrategia planificada. Obedece a un plan diseñado desde que Ada Colau decidiera dejar de pagar el alquiler de la oficina donde habitaban, tal y como hacía su antecesor en el cargo, Xavier Trías. Ninguna acción realizada por los radicales en la última semana, por tanto, ha sido improvisada. Tampoco las diversas fases por las que está pasando.

En opinión de los mandos de la policía autonómica consultados, los okupas están empleando “tácticas de guerrilla” que dificultan al máximo la labor policial, tanto de los antidisturbios, como de los agentes de información. Las más reseñables son las siguientes:

- “Efecto embudo” en las manifestaciones

Los okupas tienen perfectamente estudiadas las calles del barrio de Gràcia, y en cuáles es más conveniente llevar a cabo concentraciones exigiendo la reapertura del “Banc Expropiat”. En concreto, “buscan vías de difícil acceso, para que el despliegue policial tenga una menor movilidad”.

La hoja de ruta de los radicales es clara: “Su objetivo es crear un efecto embudo, ocupando ellos las partes más anchas de las calles y obligándonos a nosotros a acceder a la vía por una intersección estrecha”. De esa forma, no solo evitan el avance de los agentes, sino que fuerzan a éstos, en muchos casos, a retroceder.

Las fuentes consultadas aseguran que “Gràcia es una ratonera”, con muchos recovecos que los okupas conocen a la perfección: “Saben dónde instalarse para influir en nuestro despliegue”.

Por ese motivo, añaden los Mossos, en la mayoría de los casos no se ha podido acceder con furgones a las calles, lo que además ha provocado que apenas se produzcan detenciones: “Costaba un montón meterlos en la mayoría de las vías. Y sin furgón, no se puede llevar a nadie detenido, ni siquiera a los que han sido inmovilizados”.

- Los cabecillas, atrás

Otra de las razones fundamentales para explicar que solo hayan sido arrestados dos okupas en toda la semana está en la protección que los propios radicales ofrecen a los cabecillas del grupo.

Los Mossos d’ Esquadra tienen ya fichados a los principales organizadores de las movilizaciones, que además cuentan con antecedentes. No obstante, explican las fuentes consultadas, ninguno de ellos se ha expuesto a su detención, al quedarse en posiciones retrasadas durante las concentraciones.

 

En los vídeos analizados, puede verse a los cabecillas “en la retaguardia”, protegidos por varias filas de manifestantes que actúan a modo de escudo cuando empiezan las intervenciones policiales.

- Llevan productos inflamables

Aunque los enfrentamientos con la policía y la Guardia Urbana han sido constantes durante los últimos siete días, en el cuerpo autonómico se destaca la “gran violencia” con la que actuaron los okupas justo hace una semana, cuando se produjo el desalojo del “Banc Expropiat”.

Los Mossos temían, desde hace tiempo, que los radicales aprovecharan su marcha forzosa de la entidad para prender fuego al mobiliario urbano o a los coches. “Teníamos información de que querían realizar una acción así”. Finalmente, hicieron arder contenedores y un vehículo, logrando fotos de portada en los principales periódicos.

El análisis pericial posterior ha determinado que los okupas usaron “productos altamente inflamables” que pueden causar grandes destrozos. “Mezclan pinturas con otros componentes con alcohol, lo que provoca grandes llamas y que el objeto atacado se queme rápidamente”.

- Es la hora de la propaganda

Después de esa acción violenta, los okupas han optado, en los últimos días, por cambiar de estrategia. Es la hora de la propaganda. Buscan el apoyo de otros grupos radicales venidos de fuera de Barcelona y se presentan como víctimas ante los medios de comunicación.

Desde el pasado fin de semana, sitúan a niños y ancianos en la primera fila de las manifestaciones. Éstos últimos se dedican a increpar a los agentes, buscando que sean éstos los que actúen de forma agresiva: “El otro día una mujer mayor no paró de insultar, y de levantar la visera de nuestros cascos, hasta que fue reducida. Otro, fingió que le habíamos empujado”.

Además, y teniendo en cuenta que Colau exigió a los Mossos “proporcionalidad”, los okupas se dedican ahora a provocar a los agentes sin agredirles, simplemente con el lanzamiento de agua, harina y huevos: “Lo graban todo en busca de una carga por nuestra parte para después difundirla en las redes sociales y en los medios”.

- El concejal de la CUP y su “A.C.A.B.”

Uno de los manifestantes que ha aplicado esta técnica de provocar a los Mossos d’ Esquadra es Josep Garganté, que ha denunciado a la policía autonómica por agresiones.

Las fuentes consultadas recuerdan que el parlamentario cuenta con antecedentes y que ya fue condenado por romper una cámara de TV3. Su objetivo, añaden, es “insultar y provocar” a los policías para intentar que éstos pierdan los papeles.

Quizá por ese motivo, se presentó hace unos días en el Ayuntamiento de Barcelona con una fotografía en la que aparecía el rostro de Ada Colau , las siglas “A.C.A.B.” y la siguiente frase: “Ada Colau Alcaldesa de Barcelona”.

El mensaje oculto de esas siglas es el lema internacional de los antisistema: “All Cops Are Bastards”: “Todos los policías son unos bastardos”.

Hay que recordar que la recién aprobada Ley de protección de la seguridad ciudadana, en su artículo 37.4, contempla como infracción las faltas de respeto a miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Sin embargo, en este caso, al utilizarse esas siglas como acrónimo de un lema real, que se utilizó en campaña electoral, no es jurídicamente punible.

Vea, a continuación, imágenes de un ataque con harina a los Mossos y cómo un anciano finge una agresión por parte de los policías autonómicos:

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