Campaña de la DGT

Tráfico instala cámaras para cazar a los vándalos que destrozan radares

Los nuevos dispositivos se están colocando a gran altura y enfocan a los detectores de velocidad

Radar de velocidad roto por un ataque.
Radar de velocidad roto por un ataque.

La extensión de los radares detectores de velocidad en las carreteras españolas y las multas que la Dirección General de Tráfico impone gracias a ellos ha provocado en los últimos años un fenómeno violento: el de conductores que se acercan a los radares y ciegan o rompen los visores para inutilizarlos.

Tras diez años de funcionamiento de los radares fijos en las carreteras de España, en los últimos años sobre todo se han conocido casos de conductores que, hartos de ser multados por superar los límites de velocidad, aparcan en una cuneta, se acercan a un radar y por distintos medios destrozan el radar e impiden su funcionamiento.

Con pintura, con martillos o con otros objetos contundentes, estos conductores ciegan los cristales y visores por los que las cámaras de los radares fotografían a los coches que infringen los límites de velocidad.

Este fenómeno causa preocupación en la Dirección General de Tráfico. Recientemente, la directora de la DGT, María Seguí, criticó duramente a estos vándalos que rompen los radares: “A quien quiera que se le haya ocurrido que eso es un bien (romper un radar) le invito a acompañarme al próximo funeral, y desgraciadamente sé que va a haber algún funeral esperando en las próximas semanas. Son comportamientos absolutamente incívicos y que para nada hablan de bondades, sino precisamente de maldades”.

Las imágenes identifican a los vándalos

El Confidencial Digital ha podido saber que Tráfico está instalando cámaras de vídeos cerca de los radares de cabina, es decir, los que están situados en las cunetas, para vigilar y en su caso grabar a quienes se acerquen con la intención de destrozar los detectores de velocidad.

En los radares de pórtico, es decir, los colocados por detrás de los paneles informativos que cruzan la calzada, no es necesario instalar cámaras ya que esos son un objetivo más complicado para los vándalos.

El trabajo de la DGT, que lleva tiempo inmersa en esta campaña, está siendo discreto y las fuentes consultadas explican que no se puede revelar ni el número de cámaras de vídeo de este tipo que se han instalado ni tampoco su localización.

Para evitar que también estas cámaras, que están precisamente para evitar actos vandálicos contra los radares, sean también atacadas, se están colocando en postes o señales a gran altura, donde sea prácticamente imposible cegarlas.

Estas cámaras enfocan a los radares y la zona circundante. El objetivo es que las cámaras disuadan a los “agresores” y que, si finalmente atacan el radar, se les pueda identificar para denunciar ese acto vandálico. Si se detecta que ha habido un incidente, se puede revisar las imágenes grabadas por la cámara que controla ese radar para identificar al vándalo responsable del ataque al radar.

 

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