El atropello con lancha a un niño en Algeciras no esconde un ajuste de cuentas entre narcos
Aunque todos los implicados tienen antecedentes por la venta de drogas, los investigadores concluyen que el impacto se produjo por un “descuido” y no fue una acción premeditada
El pasado lunes, un niño de nueve años murió en la playa de Getares, en Algeciras, tras ser arrollado por una lancha que había chocado con la embarcación en la que él se encontraba junto a su padre. Los investigadores de la Policía pronto descubrieron que todos los implicados, salvo la víctima, estaban relacionados con el narcotráfico.
Así, los conductores de ambas lanchas, y también el hijo del autor del atropello, tienen antecedentes por la venta de droga. Además, la propia embarcación que provocó la colisión estaba fichada por la Policía, al haber sido utilizada para el transporte de este tipo de mercancías.
Dos circunstancias que, según explican a El Confidencial Digital fuentes de la investigación provocaron que los agentes pensaran, en un primer momento, que el incidente podría deberse a un “ajuste de cuentas” entre dos mafias rivales dedicadas al narcotráfico en aguas del Estrecho de Gibraltar.
Una versión que, de hecho, parecían corroborar testigos presenciales que, entrevistados por la Policía, llegaron a asegurar que vieron a los dos pilotos de las lanchas discutir antes de la colisión. No obstante, una vez tomada declaración al detenido, y tras realizar los trabajos de peritaje en la embarcación, las conclusiones de los agentes han sido muy distintas.
“Ha sido un accidente”
Las fuentes policiales consultadas por este diario explican que la declaración de una testigo ha sido clave para saber qué pasó el pasado lunes en la playa de Algeciras. Según esta vecina, y las averiguaciones posteriores, el autor del atropello estaba “hablando y gesticulando mucho” con su propio hijo: en ningún caso con el conductor de la otra embarcación.
De hecho, es “más que posible” que padre e hijo ni siquiera discutieran, ya que “otros aseguran que estaban bromeando”. Sea como fuere, lo cierto es que, debido a esa conversación, hubo un “descuido” que provocó el fatal incidente.
Después del impacto, explican desde la Policía, “sí se produjeron escenas de tensión”. Entre otras, porque el hijo del autor del atropello quería huir del lugar de los hechos: “El padre se negó y comenzó una importante trifulca entre ambos, hasta que llegaron los primeros agentes”.
Desde la Policía Nacional concluyen que el conductor de la lancha tomó una buena decisión, ya que “evitó ser imputado también por omisión de socorro”. Ahora, añaden, “se le juzgará por homicidio, pero no por asesinato”.
