El CNI tiene una lista de potenciales yihadistas que cobran ayudas públicas

Una treintena de sospechosos reciben 900 euros de media al mes de CCAA, ayuntamientos, ONGs contra la xenofobia... Las mezquitas informan sobre cómo conseguir las prestaciones

Una operación antiyihadista.
Una operación antiyihadista.

I.Z., de 36 años, de nacionalidad argelina, potencial yihadista según los servicios de información, vivía en Vitoria bajo la fachada de un inmigrante sin trabajo que presidía una asociación cuyo objetivo era “desterrar estereotipos y prejuicios de actitudes y conductas discriminatorias o xenófobas”. Y recibía dinero público por esa actividad.

La Asociación Cultural para la Orientación de la Comunidad Argelina, como se denominaba, recibía desde 2010 subvenciones por parte del Estado para desarrollar su labor.

Él, personalmente, percibía unos 920 euros al mes por la Renta de Garantía de Ingresos -el equivalente autonómico  a los 426 euros estatales-, y por una ayuda al alquiler que ascendía a 250 euros. El pasado 17 de diciembre fue detenido acusado de ser miembro del Daesh y utilizar su asociación benéfica para captar yihadistas.

Según datos de la investigación, se jactaba en público de lo fácil que es fabricar una bomba. Entre sus planes también estaba la construcción de una ‘madrasa’ -escuela islámica- en la ciudad para adoctrinar a niños musulmanes. También quería formar a un joven para que difundiera propaganda del Daesh en redes sociales. No se ha acreditado que tuviese otra vía de ingresos que no fuesen las ayudas públicas.

Decenas de sospechosos cobrando ayudas públicas

No es un hecho aislado. Según ha podido saber Confidencial Digital, de fuentes de la seguridad del Estado y de círculos de la inteligencia antiterrorista, el CNI dispone de un dossier con fichas de sospechosos yihadistas y radicales islamistas que perciben todos los meses una o varias ayudas sociales del Estado.

Son “varias docenas” de individuos los que figuran en estas fichas. Todos ellos, según estas voces, se encuentran bajo seguimiento e investigación.

Añaden las fuentes que, si no han sido detenidos aún, es porque las pruebas de su relación con el movimiento yihadista aún “no son suficientes” como para iniciar una causa judicial contra ellos. En otros casos, las investigaciones no se dan por terminadas hasta que se consiga la ‘foto’ completa de toda la trama.

En estas laboras, explican, colaboran agencias de otros países y organismos policiales supranacionales, como Interpol.

El papel de las mezquitas

Uno de los puntos en común que presentan este grupo de sospechosos es que todos tienen vínculos con alguna de las mezquitas señaladas por los servicios de inteligencia como posibles centros de proselitismo yihadista.

 

Las fuentes explican que las mezquitas de corte radical juegan un papel fundamental en la consecución de ayudas sociales y subvenciones. Estos centros suelen poner a disposición de inmigrantes recién llegados a España una guía sobre dónde y cómo solicitar y conseguir una de esas ayudas económicas.

El papel de asesor, en el proceso de obtención de los subsidios, suele recaer en el imán o en una persona muy cercana a este, un ayudante, que explica a los inmigrantes cómo deben tramitar la solicitud de ayudas ante las administraciones municipales, autonómicas y estatal. Les guía en un proceso burocrático a veces complejo, dado que en muchos casos no dominan el idioma.

A cambio, algunas de esas mezquitas reclaman al solicitante un donativo periódico, que, según sospechan en círculos de la inteligencia, suele acabar financiando actividades de captación yihadista y de proselitismo.

España, ‘paraíso’ de ayudas sociales

ECD reveló la existencia de una web que realizaba llamamientos a musulmanes para que vinieran a vivir a España, y les explicaba cómo conseguir todo tipo de ayudas sociales y subvenciones para educación, vivienda, emprendedores... al tiempo que animaba a ‘recuperar Al Andalus’.

Se trataba de ‘Alandalusislamica.com’, un portal que fue clausurado tiempo después y que ya ha desaparecido completamente de la red. En la página incluían artículos argumentando el ‘derecho histórico’ que tiene la comunidad musulmana sobre España: “Nuestros hermanos, expulsados, podrán volver a España en su derecho histórico”.

Y añadían: “Nos hemos establecido en nuestro país, a trabajar a favor de nuestros hermanos, para que ellos también, al igual que nosotros, puedan reclamar su derecho de retorno. Nuestros antepasado nacieron aquí y nuestros hijos nacerán aquí, este es nuestro país de igual manera como es vuestro. Por eso pedimos la cooperación de las autoridades municipales”.

Otros casos en España

Al margen de la lista de sospechosos islamistas que maneja la inteligencia española, en los últimos años se han registrado otros casos de miembros de células yihadistas que percibían ayudas públicas. Especialmente en el País Vasco.

Ahmed Bouguerba fue detenido por la Ertzaintza en Bilbao, en 2015, acusado de ser seguidor del Estado Islámico y de hacer propaganda del grupo en la red. En 2017 fue condenado por ello, pero no dejó de cobrar los cerca de 900 euros de renta básica y ayuda al alquiler que percibía desde hacía años. Tan solo perdió la prestación una vez ingresó en prisión con condena firma. Y es que el mero hecho de delinquir no lleva implícita la pérdida de estos subsidios.

Muerto en combate en Siria y cobrando la renta básica

Más grave es el caso del marroquí Redouan Bensbih. Fue captado por una red de reclutamiento de Al Qaeda y enviado a Siria a combatir en agosto de 2013, en las filas del denominado Frente Jabhat al Nusra.

En marzo de 2014, durante una ofensiva yihadista para hacerse con el control de la ciudad de Latakia, Bensbih murió en combate. El joven, de 26 años, cobraba, desde el año 2009, 836 euros al mes en ayudas sociales. Y siguió haciéndolo tras haber muerto.

Según constató la Ertzaintza meses después de su muerte, el dinero de la renta básica y ayuda al alquiler que percibía Bensbih seguía siendo ingresado mensualmente en la cuenta del terrorista. Y alguien, haciéndose pasar por él, extraía de un cajero el dinero todos los meses.  Parte de las ayudas era enviada al extranjero, aunque nunca se acreditó si su destino tenía algo que ver con el terrorismo. Varias personas de su entorno fueron detenidas y procesadas.

Una situación similar en Europa

El fenómeno de los yihadistas que cobran ayudas sociales de sus Estados de acogida no es exclusivo de España. Países como Francia, Suiza, Austria, Reino Unido o Bélgica, entre otros, han acreditado casos similares.

El más grave fue los 50.000 euros aproximadamente en subvenciones y ayudas que recibieron algunos de los miembros de la célula que cometió los atentados de Bataclan, y que un año más tarde atacó la red de metro y el aeropuerto de Bruselas, con 165 víctimas en total.

En 2013, cuando el Estado Islámico aún no había sido fundado, ECD desveló que redes yihadistas próximas a Al Qaeda estaban difundiendo un manual para ‘lobos solitarios’ en Europa. En él se incluían técnicas que luego se ‘popularizarían’ entre los terroristas, como la del atropello masivo.

El documento ofrecía, además, una serie de claves para “sobrevivir en Occidente” ocultándose al radar de los servicios de información antiterrorista: vivir bajo una fachada de ‘mal’ musulmán, fabricarse disfraces, llevar una barba ‘hipster’, ponerse un mote occidentalizado... y solicitar ayudas públicas para financiar sus actividades. Copias de este manual fueron halladas entre la documentación incautada al denominado ‘comando Abdeslam’, responsable de los graves atentados de París.

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