Enfado entre los antidisturbios por la intervención de una unidad no especializada en los altercados de Madrid

Policías nacionales consideran que la Unidad de Prevención y Reacción no cuentan con los elementos de protección ni la formación adecuada ante la violencia extrema en las calles

Policías nacionales en los disturbios en Madrid (Eduardo Sanz / Europa Press).
Policías nacionales en los disturbios en Madrid (Eduardo Sanz / Europa Press).

La violencia callejera desatada por grupos radicales que se han manifestado en las últimas semanas contra la entrada en prisión de Pablo Rivadulla, el rapero Pablo Hasél, obligó a la Policía Nacional, a los Mossos d’Esquadra y a la Ertzaintza a movilizar a sus unidades especializadas en controlar alteraciones del orden público.

En Madrid se vio una de las imágenes de mayor violencia contra los agentes. Una policía tropezó al retroceder con sus compañeros, y al caer al suelo, varios encapuchados se lanzaron a agredirla: la golpearon con un palo, le lanzaron a la cabeza dos patinetes eléctricos (que impactaron en el casco)...

La agredida es oficial de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR). Se trata de una unidad muy polivalente, que los mandos de la Policía Nacional utilizan para gran variedad de misiones, pero que no tiene ni los mismos medios materiales ni la misma formación especializada que las Unidades de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios dedicados principalmente a hacer frente a altercados violentos en las calles de las ciudades.

Es lo que distintas fuentes policiales coinciden en señalar a ECD: la existencia de cierto malestar interno por el “uso” que se está haciendo de las Unidades de Prevención y Reacción, ante altercados callejeros de alta intensidad como los vividos en Madrid, Valencia y otros lugares de España, protagonizados por radicales de extrema izquierda y anarquistas.

Unidades de Intervención Policial (UIP)

La propia normativa regulatoria de ambas unidades fija sus distintas misiones. El Real Decreto 1668/1989, de 29 de diciembre, por el que se crean las Unidades de Intervención Policial y se establecen las especialidades de su régimen estatutario, las define como “órganos móviles de seguridad pública con la misión de actuar en todo el territorio nacional, principalmente en los supuestos de prevención y de peligro inminente o grave de alteración de la seguridad ciudadana”.

Establece también que las misiones de las UIP son las siguientes:

a) “Colaboración en la protección de SS. MM. los Reyes de España y altas personalidades nacionales y extranjeras”.

b) “Prevención, mantenimiento y restablecimiento, en su caso, de la seguridad ciudadana”.

c) “Intervención en grandes concentraciones de masas, reuniones en lugares de tránsito público, manifestaciones y espectáculos públicos”.

 

d) “Actuación y auxilio en caso de graves calamidades o catástrofes públicas”.

e) “Actuación en situaciones de alerta policial, declarada, bien por la comisión de delitos de carácter terrorista o de delincuencia común y establecimiento de controles y otros dispositivos policiales”.

f) “Protección de lugares e instalaciones en los supuestos en que así se determine”.

g) “Intervención en motines y situaciones de análoga peligrosidad”.

Unidades de Prevención y Reacción (UPR)

De las Unidades de Prevención y Reacción, la Policía indica en su web que “tienen como misión la prevención de la delincuencia en situaciones determinadas, así como el mantenimiento y, en su caso, restablecimiento del orden y la seguridad ciudadana”.

Se crearon dentro de las Brigadas de Seguridad Ciudadana y se encuadraron dentro de los Grupos de Prevención de la Delincuencia. Según la web de la Policía, sus funciones son:

-- Dispositivos especiales de prevención de la delincuencia.

-- Mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana.

-- Apoyo a otras Unidades, Servicios o Instituciones, en dispositivos puntuales.

-- Reacción e intervención ante cualquier situación que requiera una actuación inmediata.

Es decir, sí tienen como misión el mantenimiento y el restablecimiento del orden público. Pero otras normas reguladoras precisan su papel en ese ámbito.

Se especifica que “las Unidades de Prevención y Reacción, se conciben como unidades especializadas en seguridad ciudadana y orden público, que se encuentran en un escalón intermedio entre los Grupos Operativos de Respuesta [GOR] y las Unidades de Intervención Policial [UIP]”.

Además, se precisa que su misión en el restablecimiento del orden público se refiere a intervenir “en alteraciones de baja intensidad”, frente las “graves alteraciones” para las que están pensadas las UIP.

Otras misiones de las UPR

Esas diferencias “sobre el papel” se traslada tanto al trabajo diario que realiza cada unidad como al material que utilizan.

Policías con una larga experiencia en unidades de orden público insisten en que las Unidades de Prevención y Reacción no se crearon con el objetivo de que participaran en dispositivos de restablecimiento del orden público frente a altercados “de media y alta intensidad”, sino sólo de baja intensidad.

Es cierto que la formación en control de masas de las UPR la imparte la UIP. Pero en el día a día no tienen el mismo entrenamiento, porque las Unidades de Prevención y Reacción tiene otras misiones.

“Las UPR funcionan muy bien en apoyo a la seguridad ciudadana”, explica un policía veterano, “por ejemplo hacen una grandísima labor en la lucha contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar”.

También destaca que son muy útiles en el apoyo a los agentes que realizan registros por orden judicial, en el control de grandes aglomeraciones en las ciudades, o montando controles. Así mismo, suelen destinarse a realizar vigilancias estáticas de edificios policiales y oficiales, en aeropuertos, en puertos... escenarios todos ellos de control especial, más en nivel 4 (sobre el máximo de 5) de alerta antiterrorista.

Otra de las funciones principales de las UPR es la vigilancia en eventos donde se congregan muchas personas: partidos de fútbol, conciertos, corridas de toros...

Destacan que las Unidades de Prevención y Reacción, como indica su nombre, son “más ágiles” a la hora de reaccionar ante un suceso inesperado que los antidisturbios de las Unidades de Intervención Policial (UIP), que aportan un elemento más de fuerza, de choque frente a alteraciones de la seguridad ciudadana y del orden público de mayor gravedad.

Lo que no ven nada claro es que se despliegue a las UPR en disturbios graves, como los que se han vivido en distintas ciudades de España en las últimas semanas. Estas unidades sí están formadas para actuar frente a disturbios, pero no es su especialidad fundamental desplegarse, defenderse y cargar contra “especialistas” de la violencia callejera.

Diferencias en el material de protección

Estas reflexiones que hacen algunos policías antidisturbios no tienen su causa en la defensa de su parcela de funciones, ni en el desprecio a las UPR. Al contrario, consideran que es una temeridad, casi una negligencia, que en determinadas situaciones se envíe a las Unidades de Prevención y Reacción sin los medios adecuados para hacer frente a esa amenaza.

Es cierto que, tal y como se contó en estas páginas, en 2020 se empezaron a repartir a las UPR defensas (porras) más largas y más rígidas, y escudos planos más resistentes que los que tenían hasta ese momento, lo que en parte les acercaba al material de las UIP.

Pero sigue habiendo diferencias notables: “Es verdad que muchas UPR tienen cascos como los de la UIP, chalecos antitrauma, defensas más largas y rígidas. Pero carecen de protecciones de brazos, codos y manos, y tampoco están cubiertos en las piernas de rodilla para abajo, como sí van protegidos los antidisturbios de las UIP”.

Ciertamente, cuando se despliegan en caso de altercados graves, los miembros de las Unidades de Intervención Policial van mucho más “acorazados”, su “armadura” es mucho más completa: como se ha indicado, llevan espinilleras, se protegen toda la pierna, así como los brazos, codos, y manos, mientras que en las UPR las protecciones rígidas no alcanzan a tanto.

Ambas unidades usan escopetas con bocachas que disparan pelotas de caucho o de goma. Pero hay determinadas pelotas que sólo utilizan las Unidades de Intervención Policial, por lo que la “cadencia de fuego” de las UPR no es la misma.

Tienen también vehículos distintos, furgones de distinto tamaño, resistencia y distinta protección, por ejemplo en los cristales.

Por todos estos motivos existe cierto descontento con el diseño de los dispositivos que en las últimas semanas está llevando a las Unidades de Prevención y Reacción en primera línea frente a radicales que en ocasiones organizan verdaderas guerrillas urbanas con el objetivo de reventar comercios y mobiliario urbano, pero también atacar y quemar vehículos policiales y ‘cazar’ a policías.

Los policías consultados consideran que se puede estar incumpliendo tanto la normativa operativa policial que regula las distintas unidades, como la de prevención de riesgos laborales, ya que creen que se envía a agentes sin medios adecuados a hacer frente a disturbios de intensidad alta.

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