Recibió un puñetazo en Pontevedra

Los escoltas de la agresión a Rajoy ya no están con el presidente

Los seis agentes que formaban la cápsula próxima de seguridad están desempeñando otros cometidos

Momento de la agresión a Rajoy.
Momento de la agresión a Rajoy.

La agresión que sufrió Mariano Rajoy durante la campaña electoral en Pontevedra ha provocado algunos cambios en el equipo de seguridad que protege al presidente del Gobierno. No se ha aumentado el número de agentes, pero sí sus componentes: los escoltas que estaban más cerca de Rajoy en ese momento no han vuelto a ser vistos hasta ahora dándole protección.

El Confidencial Digital contó que en el puñetazo que un chico de 17 años propinó al candidato del PP cuando hacía ademán de ir a hacerse una foto con él no se había producido por un fallo de seguridad.

Tras analizar los hechos, responsables policiales consideraron que no había habido ni descuido en el celo de los agentes ni mala planificación en el dispositivo. Además, llegaron a la conclusión de que el agresor no habría tenido tan fácil atacar a Rajoy con un cuchillo u otro arma, ya que los escoltas vigilan con la máxima atención que nadie lleve en las manos o saque de los bolsillos un objeto que pueda convertirse en un arma.

Fruto de este análisis y de las amenazas previsibles, el despliegue de seguridad que rodeó al líder del Partido Popular cuando fue a votar al colegio electoral el 20-D no se aumentó, aunque hubo mandos de la Policía Nacional que consultaron con el equipo del presidente para saber si era preciso.

Los seis agentes han dejado de proteger a Rajoy

ECD se ha puesto en contacto con expertos en protección de altas autoridades con contacto con estos escoltas. Estas fuentes revelan que después de la agresión a Rajoy en Pontevedra, los miembros de la escolta que estaban más cercanos al presidente del Gobierno no han vuelto a participar en la 'capsula' de protección próxima.

Esta decisión ha afectado a los seis agentes que formaban la “cápsula” de seguridad más próxima a Rajoy. Tal y como se contó en estas páginas, este primer círculo de protección exige que los escoltas estén prácticamente “hombro con hombro” con el protegido. Sin embargo, el líder del PP pidió más espacio para poder saludar a los vecinos de Pontevedra, ya que el objetivo de ese paseo era precisamente que los ciudadanos se acercaran al candidato.

Finalmente, como es conocido, un chico pegó un puñetazo al presidente cuando posaba con él para hacerse una foto. Desde ese día 16 de diciembre, a esos seis escoltas no se les ha vuelto a ver protegiendo a Mariano Rajoy, según afirman personas en contacto con el equipo de seguridad de Moncloa.

Los distintos policías asignados a la seguridad del presidente van rotando en turnos, pero los seis agentes que estaban más cerca del jefe del Ejecutivo no han vuelto a ser vistos en estos dispositivos de protección.

Culpabilidad y falta de confianza

Las fuentes consultadas explican que este tipo de cambios no es infrecuente cuando se producen incidentes de este tipo. Afirman que, cuando el protegido ha sido atacado, los escoltas que no han logrado detener la agresión -aunque fuera prácticamente imposible hacerlo- se sienten culpables y pierden en parte la confianza que necesitan para dedicarse a vigilar que nada amenace a esa personalidad.

Por ello, la solución que se adopta después de este tipo de sucesos es trasladar a los agentes más cercanos a otros cometidos, lo que puede implicar pasar a dar protección a otro cargo público.

 

Fuentes de Moncloa afirman a ECD que los escoltas siguen estando en el equipo de seguridad del Presidente y desempeñando los mismos cometidos que antes.

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