La Guardia Civil blinda los vehículos del Campo de Gibraltar para resistir las embestidas de los narcos
Instalará en los todoterrenos defensas delanteras que permitan contrarrestar las cargas durante las persecuciones
Hace más de un año y medio, la violencia de las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas en el sur de Cádiz despertó las alarmas en las Fuerzas de Seguridad del Estado. Los narcos empezaron a evitar complejos, y ya traspasaron la línea roja de agredir a los policías y guardias civiles.
Entre otros episodios, se han producido numerosos casos de choques con vehículos de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Al divisar un coche patrulla, en ocasiones no han dudado en pisar el acelerador y han embestido con sus potentes todoterreno contra los vehículos policiales para poder huir en una persecución. Estas acciones ha dejado agentes heridos.
Para hacer frente a estas agresiones, la Guardia Civil va a instalar unas “defensas delanteras” a una serie de vehículos todoterreno Toyota Land Cruiser con que cuenta en la Comandancia de Algeciras, la que presta servicio a esa zona del Campo de Gibraltar donde el problema de los narcotraficantes es más agudo.
“Capacidad de empuje de obstáculos”
Se tratará de unas “mallas” de metal, muy similares a las que ya llevan otros vehículos policiales, o las que protegen los furgones de las unidades antidisturbios de las UIP de la Policía, por ejemplo.
La estructura habrá de ser de tubos de acero con una robustez necesaria para que no se doblen ante impactos, y que tengan “capacidad de empuje de obstáculos”. Cubrirán el frente de los vehículos hasta la altura del capot, y tendrán que proteger los faros delanteros.
Se calcula que cada “defensa” costará unos 700 euros, y sumado el proceso de instalación, ascenderá a mil euros. Se instalarán en unos 40 vehículos, por lo que el precio total se estima en unos 40.000 euros.
La propia Dirección General de la Guardia Civil admite en los pliegos del contrato que “estas embestidas ponen en riesgo la seguridad y la integridad de los agentes, así como de los vehículos empleados en las operaciones contra las bandas criminales, por lo que es necesaria la implantación de elementos tanto de protección como de imagen disuasiva para minimizar los daños lo más posible, a los efectos de intervenir en operativos relacionados con la detención y control de integrantes de organizaciones delictivas relacionadas con el narcotráfico”.
