La Guardia Civil mejora la seguridad en sus dependencias para protegerse de las balas en la recámara

Adquiere 140 dispositivos para comprobar que las armas largas incautadas no disponen de ningún proyectil

Oficina Intervención Armas y Explosivos -Guardia Civil
Oficina Intervención Armas y Explosivos -Guardia Civil

“Es una medida lógica, alguna vez nos hemos llevado algún susto”, comentan fuentes de la Guardia Civil a ECD. Y es que la Benemérita reforzará en los próximos meses la seguridad laboral al instalar 140 cámaras frías (utensilios para la descarga de las armas largas) en las dependencias del cuerpo. El Instituto Armado ve necesario dotar a los componentes del material auxiliar suficiente para conseguir la “operatividad y eficacia en el servicio”.

“Este material es necesario para la manipulación de armas largas, manteniendo la boca del arma insertada en el dispositivo para realizar las comprobaciones necesarias siguiendo los protocolos. De esta manera, se evitará que si se produjera un disparo accidental se causaran lesiones o daños en el entorno, quedando de esta manera el proyectil detenido en el dispositivo”, comenta la Guardia Civil en un documento consultado por este medio.

Cámara fría en dependencias de la Guardia Civil
Cámara fría en dependencias de la Guardia Civil

Estos cajones, envueltos por material absorbente y parabalas, valorados en más de 150.000 euros, se utilizarían mayoritariamente en las unidades de Intervención de Armas y Explosivos. Es ahí donde llega el armamento incautado en operaciones o controles y el lugar en el que se pasa revista a las armas de civiles, donde se congregan la mayoría de los problemas. 


Según datos oficiales proporcionados por miembros de la Guardia Civil en el segundo trimestre de este año se han registrado oficialmente (si no hay heridos no se registran) dos incidentes con armas de fuego. “Una fue un disparo fortuito pasando revista, la otra fue una descarga no programada comprobando un arma”, comentan las fuentes. 


“En ocasiones han llegado personas a la revisión con las armas cargadas. Eso pasa por simple descuido o dejadez. Uno que se dedicaba a la caza tenía la escopeta durante años detrás de la puerta, va a la cita y la sorpresa va dentro. Si no se dispone de cajón puede haber un susto, tanto un disparo en una parte del cuerpo como a las instalaciones”, comenta el guardia civil. Estas mismas fuentes comentan que pocas dependencias de la Guardia Civil poseen estos dispositivos. 


“Se pone en juego la seguridad de las personas”


La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) indica a ECD que llevan desde el año 2016 reivindicando estos cajones. “Son numerosos los accidentes que se producen con armas de fuego. El resultado que pueden producir es especialmente grave si tenemos en cuenta que pueden costarle la vida a algunos de los agentes y las personas que se encuentran alrededor. Es algo que llevamos reclamando desde hace casi una década, se juega con la prevención de riesgos laborales ”, comenta Pedro Carmona, portavoz nacional del sindicado. 

La misión general de la especialidad de Intervención de Armas y Explosivos es fiscalizar la fabricación y reparación de las armas, sus imitaciones y réplicas, control de la circulación, almacenamiento, comercio, tenencia y uso de las armas reglamentadas, combatir el tráfico ilícito de armas y explosivos y controlar todas las actividades relacionadas con los explosivos y pirotecnia.

 

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