Opositores a policía denuncian represalias por recurrir una prueba en los juzgados

Presentaron alegaciones a un suspenso en la entrevista, el TSJ de Madrid les dio la razón y han sido rechazados en el psicotécnico

Policía nacional.
Policía nacional.

Entre 40.000 y 50.000 personas se presentan cada año a las oposiciones a Policía Nacional. Sin embargo, la mayoría se queda fuera debido al escaso número de plazas por cubrir. En 2018, sin ir más lejos, la oferta pública de empleo se realizó para  2.900 nuevos agentes.

Uno de los años en los que las plazas estaban más 'caras' fue el 2015. Con cerca de 60.000 opositores presentados, solo había 1.299 vacantes por cubrir, lo que significa que, por cada plaza en liza, aspiraban 44 personas.

Ese año, una vez concluida esa prueba de acceso, 29 opositores decidieron acudir a la justicia madrileña para recurrir su suspenso en la penúltima prueba de acceso: la entrevista. Consideraban que su evaluación no había sido justa y que se les debía aprobar y dejarles pasar a la última fase, el examen psicotécnico.

Estos aspirantes a policías ya habían superado la prueba física y la de conocimientos, y vieron truncadas sus aspiraciones justo a la mitad del proceso.

Antes de llevar el caso a los tribunales, decidieron presentar un recurso de alzada en la Dirección General de la Policía Nacional por haberles suspendido la prueba. Los examinadores, sin embargo, se ratificaron en su calificación.

El asunto llegó al Tribunal Superior de Justicia de Madrid en 2015, pero la resolución se hizo esperar tres años. En 2018, el juzgado falló a favor de los demandantes. 

Así las cosas, el Tribunal Calificador de la Dirección General de Policía debía dar la entrevista por apta y permitir a los opositores realizar la prueba psicotécnica, la última que tenían que pasar para aprobar y entrar en el Cuerpo de Policía.

En la sentencia, a la que ha podido acceder Confidencial Digital, se especifica que “la estimación del presente recurso debe comportar reconocer el derecho de la recurrente a ser declarada "apta" en la "entrevista personal" que realizó”.

“La entrevista personal tiene naturaleza de prueba de exclusión”

En las bases de la convocatoria está establecido que, previo a la entrevista personal, se realiza un test de personalidad y un test de información biográfica.

 

“A partir del resultado obtenido y teniendo en cuenta el referido cuestionario, se investigarán en el aspirante los factores de socialización, comunicación, motivación, rasgos de personalidad, rasgos clínicos y cualidades profesionales”, señalan las bases.

La sentencia del TSJ de Madrid establece que, en consecuencia, “la entrevista personal, igual que la prueba médica o de ortografía, tiene naturaleza de prueba de exclusión”.

En la misma, “no es preciso eliminar aspirantes según sus méritos y capacidad. Es ésta una prueba similar a la prueba de reconocimiento médico, en la que corresponde no admitir a los aspirantes que presenten modos de ser no idóneos para la función policial”.

A la hora de asistir al juicio, la Dirección General de la Policía no aportó los test de personalidad, en los que se basa la entrevista, de ninguno de los aspirantes como prueba.

Paso a la prueba psicotécnica

La sentencia señalaba, además, que al darse por apta la entrevista personal, se debía proceder a realizar a estos aspirantes “nuevos test psicotécnicos, con los mismos parámetros y criterios seguidos en la convocatoria recurrida”.

Los opositores debían ser valorados “en los mismos criterios” y, en caso de obtener una puntuación igual o superior al último seleccionado, debían ser “admitidos en el curso del proceso selectivo para cubrir plazas de alumnos de la Escuela Nacional de Policía”.

“El psicotécnico fue más difícil”

Algunos de los 29 opositores que recurrieron y ganaron el juicio explican al Confidencial Digital que, cuando les tocó hacer el psicotécnico como se había establecido por sentencia judicial, el Área de Procesos Selectivos de la Policía Nacional no cumplió con los requisitos indicados por el juez.

La prueba, que se realizó el 27 de junio de este año, fue “más difícil y en menos tiempo” que la que les habían realizado a sus compañeros en la promoción de 2015, cuando a ellos les hubiese correspondido llevarla a cabo.

Ninguno de los aspirantes que había recurrido pasó la prueba, ya que no superaron la puntuación de 4,67 la establecida en el 2015, año de su promoción.

Los opositores decidieron volver a recurrir alegando que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid se había incumplido al realizarles una prueba distinta a la que les correspondía y “más complicada”. Este segundo recurso todavía se encuentra en trámite.

Sin relojes

Una de los aspirantes ha declarado a ECD que, antes del examen, uno de los miembros del Tribunal les hizo quitarse y dejar a un lado todos los relojes. Además, les revisaron los teléfonos móviles: “Tocaban todos los botones, yo creo que para ver si estábamos grabando. Además no había relojes en la sala”.

“Esto solo es una prueba más de la falta de transparencia en las oposiciones”, señala la aspirante.

Aprobados tiempo después

De las 29 personas que realizaron el examen psicotécnico ese día, tan solo 28 hicieron el test en la misma estancia, ya que uno de ellos fue conducido a otra sala.

Confidencial Digital ha podido conocer que, poco después, este mes de julio, se publicó en el BOE la admisión de dos de los 29. Uno ellos fue el aspirante que realizó el examen separado del resto de compañeros.

Según otros opositores, ninguno de los dos había pasado la nota de corte y tampoco eran los integrantes del grupo que habían sacado la nota más alta.

El opositor aprobado que sí hizo el examen en la sala fue llamado el pasado julio, poco después de su admisión en el BOE, y se le avisó de que su admisión había sido finalmente revocada.

Del aspirante al que miembros del Tribunal sacaron de la sala y que posteriormente fue aprobado, ni sus propios compañeros, ni este medio de comunicación, han podido conocer su situación actual.

“No tendrías que haber recurrido”

La promoción de 2015 fue la primera en la que un grupo tan grande decidió llevar su caso a juicio, pero no la última. ECD ha podido contactar con un opositor de la promoción de 2017 que también tuvo problemas con su entrevista personal.

Este aspirante se presentó dos veces a las pruebas, y en ambas suspendió la entrevista personal. Tras la segunda negativa, decidió recurrir.

Mientras su recurso aún estaba en trámite, decidió volver a presentarse a las oposiciones. Él mismo ha contado a Confidencial Digital que en esa entrevista fue amenazado por uno de los miembros del tribunal e inspector jefe, A.P.J.

Sostiene que, al entrar en la sala, el vocal le dijo que “no tendrías que haber recurrido, pero como lo has hecho te traerá consecuencias”. El aspirante suspendió la entrevista personal por tercera vez y aún está a la espera de conocer la sentencia de su caso.

“Es puro amiguismo”

Al preguntar a los aspirantes afectados por qué creen que esto está sucediendo, sostienen que la finalidad es dejar pasar “a los que les gustan”.

“En vez de cortar por nota en las pruebas y que sean aptos solo los mejores, echan para atrás a gente en pruebas subjetivas. De esta forma solo pasan quienes ellos quieren, a conocidos y amigos”, sostiene uno de los opositores.

Cambios en los criterios de la convocatoria

Tras numerosos recursos recibidos por la Policía Nacional desde 2015, en 2019 han hecho ligeros cambios en las bases de las convocatorias.

Así, hasta 2018 estaba establecido que la entrevista personal se haría en base al test de personalidad, como señalaba la sentencia del TSJ de Madrid. Este era uno de los motivos por los que el tribunal fallaba a favor de los demandantes, ya que la Dirección General de Policía no aportaba como pruebas dichos test de personalidad, según la sentencia.

Sin embargo, en las nuevas bases para la convocatoria de 2019, se explica que “a efectos de lograr la mayor utilidad de la misma, se pueda realizar tanto un cuestionario de información biográfica como pruebas de exploración del perfil de personalidad del opositor, de modo que sirvan como información complementaria”.

Asimismo, se establece que “en ningún caso la evaluación del resultado de la entrevista vendrá condicionada o vinculada de modo exclusivo a dichas pruebas complementarias, ya que constituyen un elemento previo para que el Tribunal pueda orientar, si lo estima conveniente, el contenido de la misma”.

Por otro lado, se ha incluido como novedad que “previa puesta en conocimiento del aspirante, el desarrollo de la entrevista podrá ser objeto de grabación”.

Los aspirantes, al conocer estos cambios, sostienen que la medida tiene doble filo: “Pone que "podrá ser" objeto de grabación, es decir, que deciden ellos si grabarte o no”.

“Si además les pides que graben la entrevista, igual se lo toman como una cuestión personal y después de eso ya van a por ti”, señala otra aspirante, que concluye: “Grabar la entrevista debería ser obligatorio”.

Este medio de comunicación ha tratado de contactar en numerosas ocasiones con la Policía Nacional pero no han querido dar declaraciones.

Acto reivindicativo

Algunos de los opositores que denuncian este caso, tanto los de la promoción del 2015 como los de otros años han constituido una Asociación denominada La Voz del Opositor.

A través de ella han intentado hacer eco de esta situación y para ello han convocado un acto reivindicativo el próximo domingo 8 de septiembre a las 12 horas frente a la Escuela Nacional de Policía de Ávila. La asociación de JUPOL ha declarado su apoyo a este acto y al colectivo en una carta.

Además, la Voz del Opositor ha remitido una carta al Ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, con el objetivo de que tenga conocimiento de lo sucedido y solicitándole que tome cartas en el asunto.

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato