La Policía acelera la compra de perros para detectar explosivos ante la presidencia española de la UE
Una licitación fallida obligó a suspender el curso de especialización en guía canino. Ahora se vuelve a intentar la adquisición de 24 animales para reforzar la plantilla en el segundo semestre del año
España asumirá el 1 de julio la presidencia rotatoria semestral del Consejo de la Unión Europea. El Gobierno de Pedro Sánchez ya se está preparando para esta responsabilidad, que supondrá que algunas cumbres europeas de jefes de Estado, jefes de gobiernos y ministros se celebran en territorio español, y no en Bruselas.
Como ya ocurrió con la Cumbre de la OTAN de junio de 2022 que se celebró en Madrid, aunque obviamente a un nivel menor, estos encuentros obligarán a desplegar importantes dispositivos de seguridad, por ejemplo en la Alhambra de Granada, donde se celebrará un Consejo Europeo en el mes de octubre.
En este contexto cobra mayor importancia una licitación pública que ha lanzado la División Económica y Técnica de la Dirección General de la Policía, que tiene por objeto la “Adquisición de un mínimo de 24 canes de trabajo para guías caninos”.
El presupuesto total es de 72.454,80 euros, calculando que cada perro puede costar algo más de 3.000 euros.
Explosivos y drogas
La incorporación de estos perros es necesaria “para poder atender las necesidades derivadas de la programación para el XXVI curso de especialización en Guías Caninos en la Policía Nacional, cuyo comienzo está planificado para el primer semestre del año 2023”.
Explica la Policía Nacional que actualmente tiene prestando servicio “un total de 486 canes, distribuidos en veinte Unidades Especiales de Guías Caninos, con sede en diferentes localidades del territorio nacional, dependientes de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana de la Dirección General de la Policía”.
Cada perro está especializado en un área de trabajo: búsqueda de explosivos, detección de armas de fuego, búsqueda de drogas y billetes de curso legal, rescate y salvamento, búsqueda y localización de restos humanos, detección de acelerantes del fuego, defensa y acompañamiento, y localización de personas ocultas.
“La eficacia operativa en estas áreas de trabajo guarda una relación directa con el olfato privilegiado de los canes, de tal manera que, es necesario disponer de perros con unas características y unas cualidades que, lógicamente, no poseen ni todas las razas ni todos los individuos de estas razas”, indica la Policía.
Por ello “se hace preciso, en este caso concreto, llevar a cabo la adquisición de nuevos canes para asignarlos a los policías que se incorporan a la especialidad mediante la realización del correspondiente XXVI Curso de Especialización en Guía Canino, curso que se tiene intención de realizar en el primer semestre de 2023 y cuyas áreas de actividad práctica se concretan en la detección de explosivos y estupefacientes”.
Máxima operatividad
Según refleja la Dirección General de la Policía en la documentación del contrato, la convocatoria de ese curso “responde a la necesidad de dotar con recursos humanos (guías caninos) a las Unidades Especiales de Guías Caninos, con el fin de dotar con el máximo nivel de funcionalidad a la especialidad en el segundo semestre del año 2023”.
Esa es la fecha en la que España asume la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, por ello en ese tiempo “se requerirá, de la Policía Nacional, el máximo nivel de operatividad”.
La Policía Nacional ya desplegó un importantísimo despliegue de seguridad en la Cumbre de la OTAN en Madrid, que entre otras muchas unidades, movilizó muchos guías caninos con perros adiestrados para analizar camiones, coches, mochilas, hasta cámaras de vídeo, y comprobar que no escondían explosivos.
Se paralizó el curso
Hubo un contratiempo en esos preparativos. “Para el año 2023, la Sección Operativa Central de Guías Caninos ya propuso un expediente anticipado para la adquisición de 45 canes con destino a la Policía Nacional”; el problema es que “el lote de mayor envergadura, el de treinta y cinco unidades [perros], ha quedado desierto”.
La consecuencia inmediata ha sido la paralización de la convocatoria del Curso de Especialización en Guía Canino, “con el consiguiente quebranto que esto supone para el inmediato futuro operativo de la especialidad”, advierte la Policía.
Todo ello explica “la presente propuesta de adquisición de 24 canes con destino al XXVI Curso de Especialización en Guía Canino, con la intención de establecer un nuevo mecanismo que permita afrontar, al menos, la adquisición de ese número de canes para satisfacer las necesidades animales con destino al referido curso”.
De esa forma se podría “iniciar de nuevo la convocatoria de las plazas vacantes en la especialidad, e iniciar, de esta forma, la acción formativa que pueda satisfacer las necesidades de las diferentes plantillas territoriales de Guías Caninos, de cara a la Presidencia del Consejo de la Unión Europea”.
Las razas que busca la Policía
La Sección Operativa Central de Guías Caninos de la Policía Nacional busca una empresa que le suministre 24 perros, sin importarle que sean ejemplares macho o hembra.
Sí ha establecido unos requisitos. Deben tener un mínimo de 13 meses y un máximo de 18, y ser de las siguientes razas: Pastor Alemán, Pastor Belga Malinois, Pastor Holandés, Labrador Retriever o Springer Spaniel, aunque podrá admitir otras razas de aplicación policial.
Busca perros “preferentemente no adiestrados, pero se puede admitir un nivel mínimo de adiestramiento, siempre y cuando se estime o valore que éste no va a interferir en la funcionalidad del can”.
Los perros que las empresas interesadas presenten a este concurso serán examinados en las instalaciones policiales de la Sección Operativa Central de Guías Caninos en la Casa de Campo, en Madrid.
Se valorará en los perros que el animal muestre, durante las pruebas de persecución, “un gran deseo innato de perseguir y recuperar los objetos que se le lancen”. Además, deberá manifestar “inquietud y saltará lleno de excitación cuando el probador le muestre e insinué que le va a lanzar el objeto o motivador a perseguir y recuperar”.
De igual forma, “deberá seguir el objeto con la vista, cuando se realiza el lanzamiento”, y “cuando sea liberado se desplazará con gran velocidad y energía en dirección al objeto lanzado”.
