La Policía se ve obligada a justificar ante los agentes la polémica compra de coches usados

“Adquisición de un mínimo de 100 vehículos (55 monovolúmenes y 45 todocamino) de segunda mano, transformados y equipados como vehículos tipo Z, con destino al Cuerpo Nacional de Policía”: el Boletín Oficial del Estado publicó el 8 de noviembre este anuncio de licitación de la División Económica y Técnica de la Dirección General de Policía.

Dicho anuncio provocó polémica, porque además hubo agentes que unieron esta noticia a otra información que apuntaba que el mismo Ministerio del Interior que adquiría estos vehículos de segunda mano, por otro lado iba a enviar (o “regalar”) a Marruecos y otros países del norte de África un centenar de vehículos policiales nuevos para ayudarles en la lucha contra las redes de inmigración ilegal.

Sindicatos policiales como ASP presentaron una queja ante la posibilidad de que les fueran a enviar coches de segunda mano, en vez de nuevos, para sustituir a los vehículos con los que patrullan y que acumulan ya demasiados kilómetros y años de servicio.

Confidencial Digital ha podido saber que la Dirección General de Policía ha difundido una nota informativa interna en la que explica los motivos y defiende los beneficios de esta adquisición que ha resultado polémica.

Una compra “muy ventajosa”

La nota informativa está firmada por el Área de Automoción, dependiente de la División Económica y Técnica de la Dirección General de Policía.

El Cuerpo Nacional desgrana toda una serie de explicaciones sobre la compra de coches usados. Por ejemplo, un motivo destacado es el precio. “La ventaja del precio de adquisición es idónea y muy ventajosa”, se puede leer en esa nota que ha podido consultar ECD.

Se destaca que cada vehículo se comprará por 3.000 euros (IVA incluido), frente a los alrededor de 32.500 euros que costaría en caso de que se comprara siendo nuevo.

La nota informativa trata de combinar este importantísimo ahorro para la Dirección General de Policía con la garantía de que, pese a no ser nuevos, los automóviles que se van a comprar próximamente son “vehículos totalmente operativos”.

En buen estado y con pocos kilómetros

En ese sentido, el Área de Automoción informa a los agentes de que los coches “cuentan con muy pocos kilómetros” y se encuentran “en un buen estado externo, mecánico y técnico”, ya que tienen como máximo cuatro años de antigüedad.

El hecho es que pese a que el anuncio en el BOE no lo precisaba, y por eso saltó la polémica, la pretensión de la Dirección General de Policía es que los 100 vehículos (55 turismos tipo Z y 45 todocamino) que se van a comprar no serán simples coches usados.

La estrategia del Área de Automoción es terminar adquiriendo los cien mejores vehículos de los 244 que terminaron su contrato de renting el pasado mes de junio, y que ya estaban en servicio de la Policía Nacional. Por tanto, si se confirma, se incorporarán coches ya “uniformados”, logotipados y con todas las características técnicas que deben tener los vehículos patrulla; si no las tuvieran habrían de ser “transformados” para adaptarlos a las necesidades del servicio policial.

Por otro lado, la Dirección General de Policía también trata de tranquilizar a los agentes que pudieran tener reticencias ante la compra de vehículos usados, asegurando que esos cien coches “serán utilizados con carácter general para usos no intensivos”, tales como servicios estáticos, de seguridad y otros servicios.

Y al mismo tiempo, la entrada en servicio de los coches ya usados permitirá dedicar sí a usos intensivos (patrullaje que puede derivar en persecuciones a gran velocidad) más vehículos Z de renting, que son más nuevos.

Esta redistribución de su parque automovilístico la Policía Nacional la presenta como una forma de incrementar la eficiencia presupuestaria.