La Policía revisa los contratos para la compra de uniformes tras constatar que no encuentra proveedores

Muchas licitaciones acaban desiertas porque ningún fabricante cumple con los requisitos técnicos exigidos

Un agente de la Policía Nacional en un control.
Un agente de la Policía Nacional en un control.

Demasiadas licitaciones desiertas han llevado a la Dirección General de la Policía a replantearse los concursos públicos que tienen por objeto el suministro de prendas y elementos de la uniformidad de distintas unidades del cuerpo.

Así lo reconoce la propia División Económica y Técnica de la Dirección General (la encargada de adquirir este tipo de material) en la documentación de un concurso que ha abierto recientemente y que tiene por objeto la “Adquisición y distribución para la reposición ordinaria de diversas prendas de uniformidad reglamentaria con destino al personal de la Policía Nacional para el año 2021”, con 12,7 millones de euros de presupuesto.

Confidencial Digital ha consultado la memoria justificativa de ese contrato, en la que la Policía revela sus problemas con estos contratos.

En el documento se puede leer que “al objeto de dar respuesta a la renovación de diferentes artículos y prendas de uniformidad reglamentaria, con destino al personal de la Policía Nacional para los años 2020, 2021 y 2022, en el año 2019 se procedió por el Servicio de Vestuario de la División Económica y Técnica, a la elaboración de un expediente de contratación mediante procedimiento abierto”.

El contrato estaba compuesto por ocho lotes, que sumaban más de 21 millones de euros. El proceso no fue precisamente un éxito: la Policía Nacional sólo adjudicó dos lotes, el lote II para prendas de gala y el lote VII para prendas UIP (Unidades de Intervención Policial, los antidisturbios). El resto fueron declarados desiertos.

El fracaso parcial de la licitación no es un caso aislado. “Desde hace unos años, en la tramitación de Expedientes de vestuario se viene observando, que se pueden adjudicar pocos de los lotes licitados”, reconoce la División Económica y Técnica.

El problema principal es que las prendas presentadas por las empresas interesadas en el contrato “no superan las condiciones técnicas exigidas” por la Policía Nacional.

Revisión de los requisitos

Así que el Servicio de Vestuario de la Dirección General de la Policía decidió pararse y plantearse qué está impidiendo culminar con éxito los contratos de adquisición. Este servicio “está tratando de revisar todas las condiciones técnicas exigidas, para poder adecuarlos a los tejidos existentes en el mercado en la actualidad, mejorando incluso la calidad del producto final”.

Se trata, apunta el documento, de un proceso “muy laborioso”. Las conclusiones que se obtengan de la revisión se podrían incluir en un futuro expediente de contratación de suministro de uniformes que abarcaría el período 2022-2025.

 

Cabe señalar que la Policía no sólo tuvo problemas con ese contrato de compra de uniformes que lanzó en 2019, y que entre otras unidades, afectaba a los antidisturbios de las UIP.

Tal y como se contó en estas páginas, una licitación de ocho lotes para reponer distintas prendas de los efectivos del GEO y de los GOES también acabó con lotes sin adjudicar. En unos casos, ninguna empresa presentó ofertas, y en otros, la Dirección General de la Policía descartó las propuestas por considerar que no cumplían los requisitos exigidos.

Terminó comprando 400 unidades de Soft Shell; 400 mallas largas, 400 pantalones de chándal, 800 camisetas y 800 shorts para hacer deporte; y 300 chubasqueros para el Grupo Especial de Operaciones (GEO) y los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), dos unidades especializadas en el asalto a pisos con rehenes, detención de células terroristas y otras misiones de riesgo elevado.

No se adjudicó a ninguna empresa el suministro de 100 pares de botas, 400 chaquetas, 700 pantalones y 700 camisetas del uniforme, y 400 bolsas de transporte.

Anoraks, cazadoras, pantalones, gorras...

Mientras se revisan los contratos y se modifican determinados requisitos y condiciones de los uniformes, la Policía Nacional necesita seguir adquiriendo aquellas prendas de mayor carencia en la actualidad.

Por eso ha lanzado esa licitación de 12,7 millones de euros de presupuesto, que tiene por objeto adquirir lo que no se pudo en 2019 y que cubriría “la demanda de suministro que se produzca durante el año 2021, hasta la resolución del expediente para el 2022-2025”.

La licitación ya en marcha se compone de 22 lotes, que incluyen prendas como anoraks, cazadoras de trabajo, pantalones de trabajo, jerseys de pico, camisas blancas, corbatas, camisetas, gorras de plato, gorras de trabajo, gorras para las unidades de frontera y para los antidisturbios de las UIP, zapatos de gala, chalecos de alta visibilidad, cinturones...

También se han incluido elementos propios de unidades especializadas como monos ignífugos para los Tedax, pantalones para los guías caninos, pantalones para los agentes de Caballería, monos para los agentes del GEO y de los GOES...

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