Identificados tres ‘coladeros’ en el Aeropuerto de El Prat por donde entran inmigrantes ilegales

La Policía tiene constancia de fugas a través de distintos puntos de la zona internacional de la Terminal T1

Terminal T1 del Aeropuerto Barcelona-El Prat.

El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat tiene un problema en el control de los pasajeros que llegan a él, bien como destino, bien como aeropuerto de escala hacia otros lugares, o bien que se encuentran en tránsito por no poder entre en territorio español. Así lo denuncian miembros de la Policía Nacional de servicio en el segundo aeropuerto de España, por el que a lo largo de 2018 pasaron más de 50 millones de viajeros.

Confidencial Digital ha tenido acceso a una carta que el sindicato CEP (Confederación Española de Policía) ha hecho llegar a la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, en el que denuncia la “fuga de pasajeros de los denominados vuelos calientes y su irregular acceso al Estado español” en el Aeropuerto de El Prat.

Fugas desde “vuelos calientes”

Desde CEP explican que llevan tiempo recibiendo quejas de agentes de la Policía Nacional de servicio en el aeropuerto y que tienen constancia de que existen “fugas” de pasajeros que llegan en algunos de los llamados “vuelos calientes”: vuelos en los que se sospecha que pueden venir personas con intención de ‘colarse’ de forma irregular en España, en muchos casos para residir sin permiso en nuestro país.

El sindicato en cuestión encargó un informe a su comité en El Prat. Los miembros del CEP en este aeropuerto confirmaron y ampliaron las denuncias: efectivamente, pasajeros que llegan a la Terminal T1, en la mayoría de los casos procedentes de Marruecos, Argelia, Senegal y otros países emisores de un gran flujo de inmigración, se “fugan” por al menos tres puntos de la zona internacional del aeropuerto.

Es decir, personas que llegan en avión al aeropuerto terminan saliendo del mismo sin pasar por determinados controles. Fuentes oficiales del Aeropuerto Josep Tarradellas aseguran que, en caso de que se produzcan este tipo de fugas, no se trataría de un problema de seguridad, ya que esos pasajeros han tenido que pasar controles de seguridad, arcos detectores de metal, etc. en los aeropuertos desde los que salieron.

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Se trataría, en todo caso, de un problema en la custodia de fronteras, de que se cuelen personas sin permiso. Por ejemplo, podría pasar en el caso de viajeros en tránsito, es decir, personas que en teoría pasan por Barcelona-El Prat sólo para hacer escala camino de destino. Durante esa escala, algunos extranjeros aprovechan para salir de la zona internacional y marcharse fuera del aeropuerto, sin pasar por los controles en los que se vería que no tienen la documentación para salir.

Pero, sobre todo, se da en el caso de viajeros “en tránsito”. Son aquellas personas que vuelan hasta El Prat, pero a las que por falta de documentación o por otras circunstancias no se les permite pasar los controles y salir del aeropuerto para ya recorrer libremente España. Al denegársele la entrada, deben esperar a coger otro vuelo que les devuelva a su país.

Muchas de estas personas llegan a El Prat o a otros grandes aeropuertos españoles desde una serie de países que ya están detectados. También se pone atención en aquellos pasajeros que hacen escala en el aeropuerto español, pero haciendo -en teoría- escala de un vuelo que sería más sencillo, rápido y barato hacer de forma directa o por otra ruta: es decir, que la escala en España es una excusa para colarse en nuestro país como inmigrante ilegal.

Desde el Aeropuerto de El Prat aseguran que esos “vuelos calientes” se detectan con antelación, y tanto la Policía Nacional como la seguridad privada del aeropuerto inician una vigilancia especial sobre sus pasajeros. También si se da el caso de que acaba habiendo personas en tránsito: “Se monitoriza por cámaras, se amplía la presencia de agentes y vigilantes en esas zonas de tránsito internacional... se tiene muy en cuenta y se vigila más”.

Tres ‘coladeros’

Policías del Josep Tarradellas señalan, en su informe presentado por CEP ante la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, tres puntos concretos que, por diferentes circunstancias, se han convertido en puntos por los que se tiene constancia que se han ‘colado’ de forma ilegal personas llegadas de otros países en avión sin contar con la documentación y los requisitos necesarios para entrar en España.

ECD conoce los puntos exactos y los fallos que posibilitan estas fugas. Sin embargo, ha decidido no hacerlos públicos, ante el posible efecto llamada hacia esos lugares vulnerables, y ante la amenaza que puede suponer para la seguridad de una infraestructura crítica como el segundo aeropuerto más importante de España.

No hay que olvidar que los aeropuertos se encuentran entre las infraestructuras que están en el punto de mira de los terroristas, especialmente de los yihadistas: desde el secuestro de los aviones en Estados Unidos en los atentados del 11 de septiembre de 2001, hasta casos como el ataque con armas en el aeropuerto de Bruselas en marzo de 2016.

Pese a que desde AENA aseguraron al Confidencial Digital que este asunto no suponía un problema grave, y en todo caso sería un problema de control de fronteras y no de seguridad, antes de publicarse esta noticia, desde la Jefatura Superior de Policía de Cataluña se pusieron en contacto con el sindicato CEP para tratar de evitar la difusión de los puntos concretos.

Descuidos con puertas o ascensores

Los tres lugares señalados por los policías nacionales de El Prat se encuentran en torno a la zona internacional de la Terminal T1, y suponen distintas problemáticas.

En general, se trata de problemas de puertas o ascensores en los que, según los agentes, viajeros extranjeros aprovechan un “descuido, negligencia u otra circunstancia” de los miembros de la tripulación de algunas compañías aéreas que “no se aseguran de que se cierran a su paso, ni que nadie pueda acceder al mismo una vez utilizado este”.

Como tardan cierto tiempo en cerrarse las puertas de los ascensores, por ejemplo, los policías tienen conocimiento de que algunos pasajeros de “vuelos calientes” aprovechan para introducirse en el mismo y acceder a otras zonas desde las que pueden “darse a la fuga sin el menor contratiempo”.

Desde el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat aseguran que los ascensores sólo se activan con las tarjetas que tiene el personal de servicio en las instalaciones, como por ejemplo quienes acompañan a los aviones a los pasajeros con problemas de movilidad.

“Y saben que es una obligación esperar a que se cierre cualquier puerta o ascensor que dé a una zona restringida, es una instrucción en todos los cursos de formación y los trabajadores saben que si no se asegura que se cierre sin que pase alguien, se enfrentan a una sanción policial”, aseguran fuentes de AENA.

La Jefatura de Policía promete reformas

Desde el CEP no van a hacer públicos los datos concretos de estos puntos débiles por los que se producen fugas de pasajeros. Aseguran que la Jefatura Superior de Policía de Cataluña les ha transmitido, ante su carta de denuncia y ante el contacto realizado por ECD ante el aeropuerto, que AENA se ha puesto manos a la obra para solucionar este problema: hay un presupuesto asignado para llevar a cabo una serie de actuaciones que refuercen el control de esos “resquicios” de seguridad el El Prat, y se irá aplicando próximamente.

Eso sí, este sindicato de la Policía Nacional va a estar muy vigilante para que realmente su denuncia, y la alarma que ha provocado en la Jefatura Superior, se traduzca efectivamente en medidas que impidan que los viajeros burlen los controles de fronteras; y que haya cambios en un tiempo suficiente.

Los agentes ven que su trabajo es baldío, cuando se terminan colando personas”, aseguran fuentes del CEP, que lamentan que varios de estos casos ya se habían denunciado anteriormente al jefe del puesto policial de El Prat, sin que haya tomado hasta ahora ninguna medida.

Además de este problema, en años anteriores el CEP ha presentado distintas denuncias por problemas que sufren los agentes de la Policía Nacional destinados en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. Por ejemplo, en un caso denunciaron a AENA por falta de inspección de higiene: una plaga de mosquitos llevó al hospital a algún agente, por falta de limpieza, denunció la Confederación Española de Policía.