Las últimas palabras del asesino de Alcàsser al abandonar la cárcel: “No tengo donde caerme muerto”
Miguel Ricart confesó que prefería seguir en prisión porque allí “he vivido mejor”
Desde el pasado 29 de noviembre, Miguel Ricart es un hombre libre. El asesino de las niñas de Alcàsser está teniendo problemas para encontrar un lugar en el que establecerse, algo que él ya intuía: al salir de prisión, confesó que no tenía donde “caerse muerto”.
Según ha sabido El Confidencial Digital, Ricart no tenía demasiadas ganas de abandonar la prisión de Herrera de La Mancha, en Ciudad Real, donde ha pasado los últimos años de su condena. La rutina carcelaria, en donde trabajaba como repartidor en el comedor, le era agradable, y prefería permanecer allí a volver a enfrentarse a la realidad de fuera de la cárcel.
De hecho, ni él, ni su abogado, ni nadie de su familia, solicitaron la excarcelación después de confirmarse que el Tribunal de Estrasburgo había tumbado la doctrina Parot: “Es una persona reservada, que prefiere pasar inadvertido. Sabía lo que iba a suponer su salida de la cárcel y el impacto mediático que iba a tener”, explican fuentes de Instituciones Penitenciarias.
“No tengo donde caerme muerto”
Poco dado a expresar sus emociones en público, Ricart no pudo resistirse a compartir con los funcionarios de prisiones lo que pensaba sobre su inminente salida de la cárcel.
El mismo día en el que iba a ser excarcelado, realizó la siguiente confesión: “No tengo donde caerme muerto”. Además, aseguró que “vivía mejor en la cárcel de lo que lo haré a partir de ahora”.
Su salida de Herrera de La Mancha confirmó sus pronósticos, ya que, desde entonces, no ha dejado de dar 'bandazos'. Primero se trasladó en tren a Córdoba. A los pocos días, se estableció en una pensión de Madrid, y la semana pasada la consejería de Interior de Cataluña confirmó que atravesó la región para pasar la frontera con Francia.
La Policía sigue de cerca sus movimientos
A pesar de que públicamente no se ha recocido un operativo especial para seguir los pasos de Miguel Ricart, las fuentes consultadas por ECD confirman que el asesino de Alcàsser ha estado observado por la Policía “desde que abandonó la prisión”.
En este sentido, explican que “las Delegaciones del Gobierno de Andalucía, Madrid, y Cataluña han sabido en todo momento dónde se encontraba Ricart, y la Policía alerta ante cualquier movimiento sospechoso”.
