Bono, al descubierto

-         A punto de cumplir los sesenta años, y con una apariencia marcadamente saludable y juvenil, José Bono disfruta de su condición de tercera autoridad del Estado como presidente del Congreso de los Diputados, puesto que le reservó Rodríguez Zapatero para tenerlo desactivado políticamente por tan alto papel institucional y para no dárselo a Alfonso Guerra, enemigo tanto de Zapatero como de Bono.

-         Hombre llano y cercano, de habla característica, rodeado de un gabinete de confianza cortado conforme a su peculiar estilo, Bono ha sido en la política española una presencia permanente y muy particular: un socialista autodefinido como moderado y centrista, pero con claros rasgos de populismo y paternalismo, un católico en el seno del PSOE, con amigos en la Curia y a la vez en notable rebeldía doctrinal, un político aparentemente “buena persona” pero capaz de gran ambición, astucia y malignidad con sus enemigos.

-         Cuando José Bono se hizo un implante de pelo, alguien vaticinó que no lo hacía precisamente por tener intención de abandonar la vida pública. No se equivocó. Perenne “enfant terrible” del PSOE, Bono entronca con una vieja legitimidad felipista, si bien su condición de “español sin complejos” ha levantado tradicionalmente grandes ampollas en el PSC, claves en su destino político. Bono es conocido por su afán de protagonismo mediático, si bien él alega que es involuntario y que, simplemente, es su carisma y su falta de pelos en la lengua lo que llama la atención. En todo caso, Bono ha sido hombre con gran llegada mediática y excelente trato por parte de la prensa por tener grandes amigos en los medios (Pedro J. Ramírez, Esther Esteban…)

-         Nacido en el pequeño pueblo de Salobre (Albacete), Bono ha defendido la memoria de su padre, alcalde falangista del lugar (“yo no me considero más honrado que mi padre”), quien le envió a estudiar con los jesuitas. Allí, Bono consideró su vocación sacerdotal, para finalmente apartarse de este camino y cursar Derecho en ICADE. Ingresado pronto en las filas del catolicismo progresista, su padrino fue Enrique Tierno Galván en las filas del PSI-PSP, al que ingresó en 1973. En 1977, fue uno de los abogados en el caso de la Matanza de Atocha. Después, ganó en 1982 un escaño en el Congreso por la provincia de Albacete.

-         A partir de 1983, Bono se presentó a las autonómicas de Castilla La Mancha, gobernando hasta 2004 sin interrupciones, y ganando en sus seis convocatorias electorales por mayoría absoluta. Ha sido el presidente autonómico más valorado de todos los tiempos. En sus años en la Junta, Bono usaría hábilmente los conflictos con el Gobierno central de su amigo Felipe González (campo de tiro de Cabañeros, autovía de Levante) para incrementar su popularidad en la región. Asimismo, no dudó en sacar medro político de la época Aznar (AVE, apoyo al PHN). En el PP, Bono ha tenido amigos y aliados como Alberto Ruiz-Gallardón y Juan José Lucas.

-         Candidato a la secretaría general del PSOE en el año 2000, la victoria de Bono estaba cantada ante un intonso Rodríguez Zapatero, abogado y diputado leonés hasta entonces desconocido. Con todo, la alianza de sus enemigos (guerristas, de los que él había sido parte; PSC y “renovadores por la base” de Madrid) le apartó del cargo.

-         Bono sólo “cruzó el Tajo” en 2004, como ministro de Defensa del primer gobierno Zapatero, semanas después de decir que nunca sería ministro. Su toma de posesión fue un auténtico espectáculo por su capacidad de convocar a VIPS de la vida pública. En Defensa, Bono alcanzó grandes cotas de popularidad, aunque tuvo polémicas como el otorgarse una medalla por retirar las tropas de Irak, medalla a la que posteriormente renunció, o su oposición al Estatuto de Cataluña. Bono fue también acusado de maniobrar contra su antecesor en el cargo, Federico Trillo, a propósito del accidente del YAK 42, si bien la prensa no cargó las tintas contra él por el accidente de un helicóptero español en Afganistán. En 2005, la crispación política de la primera legislatura de Zapatero alcanzó un punto álgido tras la detención de dos manifestantes del PP y su retención durante horas tras la denuncia de Bono de haber sido agredido en una manifestación de la AVT. De las agresiones no hay constancia filmada.

-         Sus relaciones con su sucesor en Castilla La Mancha, José María Barreda, conocen cierta competencia y tensión. Bono, por ejemplo, le pidió a Barreda que mantuviera como vicepresidente a un hombre de su confianza, Emiliano García Page, y Barreda, sin embargo, “desterró” a este a la alcaldía de Toledo.

-         En sus años como presidente del Congreso, Bono, que subraya de palabra su perfil institucional y su lejanía de la política partidista, ha tenido polémicas con la Iglesia Católica (Entrevías, aborto), ha recibido mejores críticas que su antecesor, Manuel Marín, y ha multiplicado la actividad de relaciones públicas del Congreso. Asimismo, ha sido criticado por no llevar a cabo reformas reglamentarias muy necesarias. Bono ha recortado presupuestos para viajes y ha dado pasos –reuniones con editores de medios, por ejemplo- para que los diputados tengan una mejor imagen pública.

-         Bono atraviesa ahora turbulencias por sus incrementos patrimoniales y por haber sido opaco en su declaración de actividades como “diputado por excelencia” en el Congreso. Ninguna de las informaciones publicadas se ha desmentido (pisos en Alicante, Estepona, Madrid, facturas a nombre del constructor Rafael Santamaría…), y Bono sospecha que las filtraciones provienen del propio PSOE. El PP, por si fuera poco, y tras la espera de un tiempo prudencial, ha decidido hacer de Bono su presa –al principio no era objetivo de los ‘populares’-, aunque con la cautela aportada por Rajoy de ir con prudencia, pues Bono es hombre de amigos poderosos.

-         Una curiosidad: ¿sabían que Bono fue quien presentó a Baltasar Garzón a Felipe González?