¿Centrales nucleares? España tiene un problema de energía pero Zapatero no lo quiere ver

El futuro de la economía española exige un cambio de modelo de energía. El propio Gobierno está comprometido con ese cambio a través de Kyoto y la UE. Con todo, Zapatero se resiste personalmente a la vuelta a la energía nuclear, energía que defienden no sólo nuestros vecinos sino muy notables miembros del PSOE.

¿POR QUÉ ESPAÑA TIENE UN PROBLEMA CON LA ENERGÍA?

-          La dependencia energética española alcanza el 85%. Es decir, el 85% de la energía tenemos que comprarla fuera de nuestro país. Esta tasa de dependencia es de las más altas de la UE y supone un reto estratégico para España.

-          El alza de los precios de los combustibles fósiles, su poder contaminante, y la incómoda tutela de países como Argelia (suministrador de gas natural), junto a unas energías renovables que sólo alcanzan el 7% del consumo energético, abocan a un cambio de modelo en la energía. Más aún con una tasa de crecimiento anual en el consumo del 3% al 7%

-          Añádase otro factor decisivo que pide el cambio en nuestro modelo de abastecimiento energético: Kyoto y la UE. En lo que respecta a Kyoto, España está un 35% por encima de la cifra de emisiones de gases con efecto invernadero a la que se comprometió con su adhesión al Protocolo.

-          La UE también tiene rigurosas ambiciones: en 2020, el 20% del consumo energético debe provenir de energías renovables como la eólica, la solar, geotérmica, biomasa, etc. Para el mismo año, los biocombustibles deben lograr una cuota mínima de un 10% de implantación en el consumo total de gasolina y gasóleo.

LA NUCLEAR EN ESPAÑA: SE REABRE EL DEBATE

-          El 17% del consumo energético en España tiene origen nuclear. Este dato incluye tanto la producción en las centrales españolas como la compra de energía a Francia, un país nuclear en el 80% de su suministro.

-          Sin energía nuclear, España estaría un 60% por encima de las emisiones de gases con efecto invernadero a la que el Gobierno se comprometió con la firma de Kyoto.

-          Las ventajas de la energía nuclear son numerosas: bajo coste, materia prima ampliamente disponible y virtualmente inagotable, con una producción sin interrupciones y con nula incidencia contaminante en lo que respecta a las emisiones de CO2.

-          Pese a todo, España está en una moratoria nuclear que suspendió la construcción de nuevas centrales desde el año 1983. Según Felipe González, fue una decisión tomada “por seguridad, por el agobio y la sobrerresponsabilidad” de tratar con los residuos nucleares. Dichos residuos necesitan condiciones de almacenamiento muy seguras y a muy largo tiempo hasta mermar su radioactividad.

EL DEBATE NUCLEAR DIVIDE AL PSOE

-          El programa electoral del PSOE contempla el seguir con “la sustitución gradual de la energía nuclear” por energías alternativas renovables. Las centrales nucleares se van desmantelando poco a poco, al llegar al fin de su vida activa: así Garoña en 2009. No hay sustitución prevista para su aporte energético.

-          La actitud del Gobierno tiene poco que ver con la de los países de nuestro entorno. En Europa, han confirmado o emprendido su giro nuclear países como Reino Unido, Finlandia, Francia, Bélgica, República Checa o Rusia.

-          “El presidente del Gobierno se parece a los españoles: es antinuclear”. Esto declaraba Rosario Velasco, del PSOE leonés, y experta en la materia. La política antinuclear del PSOE es una política personal de Zapatero, política en la que perviven los mitos ideológicos de los setenta aunque hoy personalidades destacadas como el matemático Peter Lax, Faith Birol (de la Agencia Internacional de la Energía), o James Lovelock (padre del ecologismo moderno) se hayan posicionado contundentemente a favor de la energía nuclear.

-          Es sin embargo en el PSOE, y en la izquierda en general, donde hay más disenso. Felipe González, responsable de la moratoria nuclear, es el más belicoso: “si no espabilamos, nuestro país será una isla de rechazo a las nucleares, rodeado de centrales a las que comprar energía”. Según González, el debate nuclear debe reabrirse. Joaquín Almunia, conocedor del problema desde sus tiempos como comisario de Asuntos Económicos de la UE, es también muy insistente, así como Javier Solana y los ex ministros Borrell, Eguiagaray y Gómez Navarro. Incluso Manuel Chaves, presidente del PSOE, apuesta por reemprender las discusiones. Más doloroso, sin duda, para Zapatero, es que su protegido Miguel Sebastián ha afirmado que las energías renovables no tienen capacidad de asumir el crecimiento del consumo. Eso sí, el Ministerio de Medio Ambiente sí está en el antinuclearismo de Moncloa.

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