La Fundación Everis y el documento al Rey

La Fundación Everis nunca había trascendido tanto como con el documento enviado al monarca. Hasta ahora su trabajo había pasado casi totalmente desapercibido. Pero ha sido tal la repercusión de las reflexiones emitidas por este círculo de empresarios, que sus datos han perseguido hasta a la vicepresidente económica, Elena Salgado, en algún acto público. Concretamente, en la celebración del 40 aniversario del Museo Reina Sofía, junto a Su Majestad la Reina y otros compañeros de Gobierno y de la oposición, fue el principal tema de conversación en los corrillos.

¿Pero qué es exactamente la Fundación Everis? La entidad nació en 2001 para cooperar con la sociedad, primordialmente a través de las instituciones universitarias, desarrollando el capital humano y difundiendo el conocimiento sobre tecnologías de la información y sus aplicaciones para la empresa. Es resultado del interés por aportar algo más que sus servicios, a través del desarrollo de valores y capacidades que fomenten el bienestar en la sociedad en la que opera. 

Está presidida por Eduardo Serra, ex ministro de Defensa, quien mantuvo buenas relaciones con el Departamento de Defensa de Estados Unidos, y en los últimos años ha representado intereses de industrias de armamento. El patronato es el máximo órgano de gobierno, representación, administración y disposición del patrimonio de la fundación. Puede contar con hasta doce patronos e inicialmente está compuesto por: Antonio Massanell i Lavilla, Félix Bonmatí, Fernando Francés Pons, Fernando Lacaba, Fernando Panizo, Jaime Castellanos Borrego, John de Zulueta Greenebaum, Jose María Bastero de Eleizalde, Juan Urrutia, Marc Alba, María Jesús Villa.

¿Por qué surge la idea de elevar un documento al Rey? El informe empezó a ser elaborado en el mes de marzo sobre todo a partir de los encuentros de su presidente, Eduardo Serra, con los cien directivos y expertos empresariales más importantes del país. La intención de sus promotores era simplemente realizar una reflexión de la situación actual del país y unas pautas para construir la España del futuro desde la sociedad civil. Pero la dimensión del análisis que se iba construyendo, unido al nivel de las personas que lo avalaban, llevó a la decisión de elevar ese informe al jefe del Estado.

En el mes de septiembre se pusieron en contacto con la Casa del Rey para concertar la audiencia, y con anterioridad a la visita se remitió a La Zarzuela el contenido del manifiesto, para que don Juan Carlos pudiera examinarlo antes de recibir a los representantes de Everis. Sin embargo, el informe no fue remitido al Palacio de la Moncloa a pesar de que la persona que mejor debía tomar nota de los consejos de los expertos fuera el presidente del Gobierno.

Los nombres de las personas que han rubricado la mayor descalificación de la gestión de Zapatero en sus 6 años de mandato no dejan indiferente a casi nadie. Entre ellos, destacan los siguientes directivos: César Alierta (Telefónica),  Antonio Brufau (Repsol), Juan María Nin (La Caixa), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Juan Roig (Mercadona), Antonio Vázquez (Iberia), Ángel Cano (BBVA), Alfredo Sáenz (Banco Santander), Baldomero Falcones (FCC), Pablo Isla (Inditex), Borja Prado (Endesa), Francisco Román (Vodafone), Juan Abelló (Torreal) y Felipe Benjumea (Abengoa). Incluso, sorprende la adhesión de empresarios considerados próximos al presidente como José Manuel Entrecanales (Acciona), Luis Atienza (Red Eléctrica), Antonio Catalán (AC-Hoteles), Antonio Zabalza (Ercross) y Teófilo Serrano (Renfe).

¿Pero estaban todos? En el sector empresarial se ha echado en falta el refrendo de algunas personalidades relevantes como Isidoro Álvarez (El Corte Inglés), Salvador Gabarró (Gas Natural), Ángel Ron (Banco Popular), Florentino Pérez (ACS), Rodrigo Rato (Caja Madrid), Rafael del Pino (Ferrovial), Juan Miguel Villar Mir (OHL), Luis del Rivero (Sacyr), Alejandro Echevarría (Telecinco) y Jaime Roures (La Sexta-Público). También faltaron las firmas de personajes tan conocidos como Emilio Botín (Banco Santander), Francisco Gonzalez (BBVA), Amancio Ortega (Inditex) e Isidro Fainé (La Caixa). Muchos se han resistido por el contenido del propio documento, aunque también ha habido quien se ha negado a apoyar el escrito por la personalidad de su principal promotor, el ex ministro, Eduardo Serra.

Ese veredicto de los empresarios más importantes del país hizo reaccionar rápidamente al jefe del Ejecutivo. Al día siguiente, Zapatero convocaba a las 30 primeras grandes empresas de España, que luego amplió a 38, para hablar de la recuperación económica. La cita de Moncloa no ha sido recibida precisamente con euforia, al menos entre algunos de los convocados. Más de uno ha comentado que ya está cansado de hacerse fotos en el complejo presidencial. ¿Servirá para algo esa reunión o quedará como otras en una simple instantánea para la historia? Lo que está claro es que lo que les falta a nuestros dirigentes es credibilidad y liderazgo para recuperar la confianza de los mercados y de los inversores extranjeros. Zapatero tiene una buena oportunidad para mejorar la imagen exterior del país en este encuentro con empresarios si anuncia medidas concretas y aporta soluciones.

La iniciativa ‘Transforma España’ plantea la necesidad de abordar cambios urgentes, ya que, el modelo vigente en España está agotado y requiere un cambio sistémico de gran urgencia. El documento incide en la obligación de desarrollar medidas que mejoren la competitividad en las empresas, el incremento del valor añadido, así como fomentar la innovación y el emprendimiento por parte de los jóvenes. Considera que el talento es la reforma más urgente y que es necesario dar un giro al sistema educativo para obtener de los jóvenes todo el potencial que encierran.