Israel-Hamas: ¿Cómo se reparten las culpas en Oriente Medio?

-          La causa alegada por Israel para comenzar, el pasado 27 de diciembre, con la operación Plomo Sólido, se halla en la ruptura por parte de Hamas de la tregua de seis meses que, negociada por Egipto, llevaron a cabo desde junio de 2008 Israel y Hamas. El 19 de diciembre, y tras continuos quebrantos, Hamas decidió no renovar la tregua y continuó con el lanzamiento de misiles, contados por cientos, hacia las poblaciones del sur de Israel.

-          El ministerio de Exteriores de Israel ha emprendido la mayor campaña de imagen y pedagogía de las últimas décadas con la operación Plomo Sólido. Téngase en cuenta que la titular de Exteriores, Tzipi Livni, y el titular de Defensa, Ehud Barak, serán rivales en las próximas elecciones del mes de febrero en Israel. Ambos buscan atribuirse una victoria que, además, borre el sinsabor dejado por el inacabado conflicto con Hizbolá en Líbano en 2006. Ciertamente, las fuerzas armadas israelíes se encuentran, al contrario que en 2006, en un momento excepcional. En términos electorales, se supone que una victoria ante Hamas puede presentarse como un paso en pro de la paz al posibilitar conversaciones con resultado práctico con la Autoridad Nacional Palestina de Mahmoud Abbas, partidaria de la solución de dos Estados en la zona.

-          Parte de la campaña de imagen llevada a cabo por Israel incluye el control de la información en la zona de guerra, con acceso restringido a periodistas, y llamadas y comunicados por correo a los habitantes de las zonas que han de sufrir el ataque. También Ehud Olmert, primer ministro israelí, instó a la población de Gaza a cesar en los ataques a poblaciones israelíes para no provocar un casus belli.

-          En esta ocasión, y pese al favor que la causa palestina suele recibir en la prensa occidental, la percepción es que la defensa israelí es justa, levantándose las dudas en cuanto a si la incursión militar viene tras haber agotado efectivamente todos los medios anteriores, la proporcionalidad de la acción y el resultado tangible de los ataques en cuanto a objetivos prácticos.

-          Téngase en cuenta que Hamás está considerada por diversos organismos internacionales, entre ellos la UE, como una organización terrorista, lo que viene a excluir la comunicación directa con sus mandatarios. Hamas no reconoce el derecho de Israel a existir, su línea de pensamiento es islamista y, al margen de su labor asistencial entre la labor palestina, está causando un cisma entre los palestinos cercanos a las posiciones más moderadas de Al Fatah, deslegitimando así a su líder Mahmoud Abbas. Fatah conversa con EEUU y con la UE; Hamás con Irán, afirma The Economist para explicar esta fractura.

-          El objetivo de Israel, primero en sus ataques aéreos y, desde comienzos de enero, en su incursión militar sobre el terreno, es detener el fuego de los misiles enemigos y no derrocar a Hamas. Aun así, la ministra Livni se alinea con el análisis según el cual no se llegará a la paz en tanto Hamas domine Gaza pues dicha presencia frustra el valor de cualquier acuerdo alcanzado con la Autoridad Nacional Palestina de Abbas.

-          La transición de Bush a Obama no ayuda en este escenario, habiendo sido criticado Obama por su silencio hasta la fecha. El nuevo presidente ha de seguir apoyando a Israel. La secretaria de Estado saliente, Condoleeza Rice, ha hecho énfasis en el papel de Egipto como mediador. Egipto, sin embargo, observa con indignación la actitud de Hamas de no renovar las conversaciones de cara a restaurar un gobierno de unidad nacional en toda Palestina.

-          La queja principal de Hamás es el bloqueo comercial y económico impuesto por Israel en Gaza. Hay quien ha afirmado que Hamás hubiera renovado la tregua de no estar vigente, a efectos prácticos, tal bloqueo. Israel justifica el bloqueo por la recepción de armas enviadas desde Irán, patrocinador del islamismo internacional no sólo con Hamas en Gaza sino también con Hizbolá en el Líbano. Hamas se sigue aprovisionando de armas a través de túneles excavados en la frontera con Egipto.

-          Debe asimismo recordarse que ya no quedan israelíes en la franja de Gaza –salvo el soldado secuestrado G. Shalit- desde que Ariel Sharon, entre polémicas, decidiera levantar los asentamientos de sus compatriotas en la zona. Esto quiere decir que Israel ya no es atacado por su condición de ‘fuerza ocupante’.

-          Hamas ha conseguido una victoria moral con la Resolución 1860 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. EEUU se abstuvo en la votación. La Resolución es importante por ser vinculante y por equiparar, de hecho, a la administración de Hamas a un Estado, además de por pedir, fundamentalmente, el alto el fuego y mayor espacio para la asistencia humanitaria. Israel ha afirmado que proseguirá con su plan bélico hasta alcanzar sus objetivos.

-           Y es que la crisis humanitaria, en un terreno ya asolado, es alarmante: según fuentes palestinas recogidas por la ONU, cerca de 800 palestinos han muerto por los ataques y en torno a 3300 han sido heridos. Han de suponerse un 40% de civiles en el cómputo, entre ellos mujeres y niños. Las bajas de Israel son de diez soldados y tres civiles muertos y en torno a ciento cincuenta heridos. En defensa de Israel se alega, por ejemplo, que el margen de error de los coaligados en Afganistán es mucho mayor que el de las fuerzas armadas israelíes.

-          Israel ha sido criticado por bombardear, por ejemplo, la Universidad Islámica o la mezquita de Ibrahim al-Maqadna; Israel replica que en estos lugares había armas usadas por Hamas. También se critica, internacionalmente, el uso de escudos humanos por parte de Hamas. Es sin embargo Israel quien se lleva la peor parte de la crítica: entre otros muchos, el relator de Naciones Unidas para los territorios palestinos, el profesor judío norteamericano Richard Falk, acusó a Israel de cometer crímenes contra la Humanidad.

-          Habiéndose establecido y respetado por ambas partes una pausa diaria de tres horas para la ayuda humanitaria, la situación en Gaza sigue siendo, sin embargo, de gravedad: de su millón y medio de habitantes, dos tercios carecen de electricidad, la mitad no dispone de agua corriente; no funciona el alcantarillado, causándose así riesgo de epidemias; apenas hay suministro de petróleo ni en el mercado negro, escasea el gas para cocina y calefacción en un invierno singularmente frío; prácticamente se han acabado –según la ONU- la harina, el arroz, el azúcar, la leche, las conservas y la carne fresca.

-          La evaluación de la situación, pues, pasa por la atención y reconstrucción de cuanto quede de Gaza, con atención a una población civil en crisis total, y la percepción de que Israel difícilmente va a alcanzar un triunfo militar mayor, por lo que una tregua por parte de Hamas  cumpliría con sus objetivos estratégicos y políticos.