¿Qué tiene la Lotería de Navidad para que todo el mundo juegue?

La venta de Lotería de Navidad representa casi la mitad del volumen total de décimos que se vende en todo el año. Los españoles se gastaron en 2013 una media de 48 euros en boletos. ¿Pero cuál es el secreto para que todo el mundo quiera comprar y participar en este sorteo?

El origen de la Lotería de Navidad se remonta a la época de las Cortes de Cádiz, el primer sorteo se celebró el 18 de diciembre de 1812. El nombre de “Sorteo de Navidad” llegó en 1892. Los “niños de San Ildefonso” han sido los encargados de cantar los números desde el primer sorteo. En la actualidad, cada 22 de diciembre la ilusión vuelve a los hogares españoles con un premio máximo de 4 millones de euros.

En Navidad casi el 70% de los españoles, alrededor de 25 millones de personas, compran algún décimo a pesar de lo difícil que resulta ser el agraciado con un boleto premiado. De los que no juegan, uno es porque no puede, y dos porque no quieren.

Por ello, en lo que coinciden la mayoría de los expertos es que la Lotería de Navidad es un fenómeno digno de estudio por la expectación y la participación que genera en la sociedad a pesar de que la probabilidad de que a un jugador le toque “El Gordo” es del 0,001%. ¿Dónde está el truco? Las posibilidades de recuperar lo invertido son bastante más altas (15%).

El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con varios expertos para conocer de primera mano el porqué de la tradición en España de comprar lotería para participar en el Sorteo Extraordinario de Navidad.

La teoría de la “envidia preventiva”

Algunos sociólogos, como José Antonio Gómez Yañez, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, han investigado a fondo el fenómeno de la Lotería de Navidad en España. En uno de sus últimos estudios ha concluido que el 44% de los compradores reconocen que preferirían no comprarla.

Pero existe un elemento de coacción social en la compra de lotería. Todo el mundo se siente obligado a jugar, es algo así como una “envidia preventiva”, es decir, juego para evitar que le toque al vecino y no a mí.

El “consumo social” de la Lotería

Para entender también el éxito de la Lotería de Navidad desde una perspectiva social, Alejandro García, sociólogo del Instituto de Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra y coordinador de un grupo de investigación sobre consumo y estilos de vida, alude al “consumo social”.

Para García, lo que diferencia la lotería navideña con el resto de sorteos es el tipo de consumo que hace la sociedad. Así, explica, en juegos como la Bonoloto, o la Primitiva, “la gente hace un consumo práctico o racional, pensando en el premio que le puede tocar”. En ese tipo de consumo “influyen también el cálculo o la emoción por el dinero a ganar”.

Sin embargo, en el Gordo de Navidad, impera el llamado “consumo social”, en el que “para pertenecer a un estamento de personas, a una sociedad, debes imitar y participar de sus tradiciones y rituales”.

La Lotería de Navidad se ha convertido, en este sentido, en una “herramienta de socialización”, ya que “todo el mundo juega y espera que el otro participe”. En ese sentido, quien no compra esos boletos “queda fuera de la gran mayoría”, y no puede interactuar con los demás compartiendo números, participaciones, etc.

Por ese motivo, en opinión de Alejandro García, el anuncio del sorteo de Navidad de este año es “muy acertado”, ya que pone el énfasis en que lo más importante es “compartir la ilusión”. Afirma que “el anuncio refleja a la perfección ese consumo social que se realiza con la Lotería”.

Para finalizar, García explica que la cultura “más comunitaria” de España, hace que el Gordo de Navidad tenga tanto éxito en nuestro país. Pasa lo mismo en Italia, que es otro país “con una sociabilidad elevada, como el nuestro”. En los países nórdicos, sin embargo, “son mucho más individualistas” y por eso este tipo de sorteos no triunfan.

El éxito se debe a la “tradición”

Pero si hay un colectivo que conoce especialmente las causas del éxito popular de la Lotería son los propios vendedores. Según la gerente de una de las administraciones situadas en el centro de Madrid, y que ha entregado varios premios importantes en la última década, hay una palabra concreta que define a la Lotería de Navidad: “tradición”.

“Es como poner el árbol de Navidad, el Belén, comer los primeros turrones… la Lotería de Navidad es un acontecimiento navideño que muchos recuerdan desde que eran chiquitos. Es una tradición más, que ha pasado de abuelos a padres y de estos a hijos” asegura.

“Hay clientes que todos los años vienen antes del verano para reservar su Lotería. Muchos juegan el mismo número todos los años, y suelen comprar unos 200 euros que luego reparten entre familia y amigos” explica esta lotera con más de 30 años de experiencia a sus espaldas.

Preguntada sobre si la crisis ha supuesto una disminución de la participación, lo niega: “aquí se vende más o menos lo mismo todos los años. La gente no ha dejado de jugar”.

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