Modelo Florentino vs. Modelo Laporta: ¿Imperialismo vs. Nacionalismo?

Madrid y Barcelona, Barcelona y Madrid, recrudecen su lucha en la liga española, la liga de campeones y también en declaraciones y despachos. ¿Qué hay detrás de cada modelo, radicalmente distinto uno de otro, de entender su club y el fútbol?

-         Como todos los personajes antagónicos, Florentino Pérez y Joan Laporta comparten más rasgos de los que en un principio admitirían. Los dos son populares, tanto o más que sus jugadores. Los dos son exitosos, tanto o más que sus entrenadores. Los dos son influyentes, tanto o más que los políticos. Los dos han dado éxitos a sus clubes y los dos están presentes en los órganos decisivos del fútbol. Los dos saben rodearse de hombres de poder y los dos sienten esas mismas presiones del poder. Los dos son queridos por sus respectivas aficiones hasta que Florentino Pérez ha sido simplemente “Florentino” y Laporta es “Jan” para sus hinchas. Los dos apuestan por el fútbol espectáculo y los dos quieren, orgullosamente, a gente “de la casa” como emblemas de su club. Los dos tienen por hombres de confianza –Valdano y Beguiristain- a históricos de su equipo. Los dos son profesionales de éxito y los dos han coqueteado con la política.

-         Pero Florentino y Laporta tienen, en sus propias biografías, trayectorias personales muy diferentes. Joan Laporta es una generación más joven que Florentino Pérez. Florentino vio una época de gloria de aquel Madrid en blanco y negro que Laporta no vio. Florentino, de una familia de clase media, sin apoyos, cursó una brillante ingeniería de caminos, fue profesor universitario y pronto sintió la atracción de la política, desempeñando cargos políticos aunque sin prosperar. Con iniciativa empresarial, como muestra el impulso de la Guía del Ocio, Pérez iría de OCISA a OCP hasta hacer de OCP la actual ACS, siendo nombrado Mejor Empresario del Año. Laporta, por el contrario, tiene un perfil académico menor –derecho y un máster- y es socio fundador del bufete Laporta y Arbós, sin que este hito sea comparable a la trayectoria empresarial de Pérez. Los coqueteos de Laporta con la política –independentista desde siempre, pese a tener un familiar en la Fundación Francisco Franco hasta hace unos años- se truncaron con el fracaso del Partit de la Independencia de Rahola y Colom, con el que colaboró antes de su rápida disolución. La familia les separa también: en tanto que Florentino sigue con Pitina, su mujer de siempre, y muy atento a sus problemas de salud; Laporta se separó tiempo después de alzarse con la presidencia del Barça. Ambos llegaron al club de sus amores por distintos medios: Laporta, gozándose en el mote de "Kennedy del Barça", siendo llamado de "la generación del power point" y proyectando una imagen de trabajo en equipo junto a sus asesores Rossell y Soriano. Florentino Pérez basó su victoria y su mandato en la recuperación de los valores -y de los éxitos- tradicionales del Madrid, simbolizada en la presidencia de honor de Di Stéfano. En tanto que Laporta llegó al Barça en su peor momento institucional, Florentino fue elegido después de que el Madrid volviera a ganar dos copas de Europa. Ninguno de los dos ganó la presidencia a la primera.

-           En cuanto al carácter, en tanto que Florentino es hombre frugal y de costumbres, además de calculador y diplomático; Laporta es persona de mayor fogosidad y su temperamento ha aflorado en más de una ocasión (cuando pasó un arco de seguridad en calzoncillos, por ejemplo). Ambos siguen estas pautas de su carácter en las relaciones con la prensa: en tanto que Pérez prefiere mantener una distancia olímpica de los periodistas y cuidar al máximo escenografía y tono en sus intervenciones, Laporta es persona con frecuencia polémica al hablar ante los medios: sólo así pueden entenderse sus palabras sobre el Real Madrid, acusando al “modelo Florentino” de ser “imperialista”, “prepotente” y estar “basado en el chollo”. Esas palabras son inauditas en las relaciones entre clubes. Florentino Pérez mandó entonces a su director general, Jorge Valdano, a responder: “el Barcelona mira desde Cataluña hacia dentro, y el Real Madrid, desde España hacia fuera”, a lo cual Laporta contestó a su vez diciendo que Valdano no había “entendido nada”, y afirmando que Cataluña es una nación dentro de España, mientras que la Comunidad de Madrid es “una distribución administrativa”. Característicamente, Pérez instó a su director deportivo a que arreglara las cosas cuanto antes tras estas declaraciones, pues –según publicó este diario- ACS tiene suficientes contrataciones públicas y privadas como para que le interese ganarse alguna mala fama en Cataluña. Pérez llegó a sugerir que, de fracasar Laporta en la política, su grupo podría contratarle. Otra reciente polémica de Laporta ha tenido que ver con el presidente extremeño Fernández Vara, a quien llamó "imbécil" en diversas ocasiones durante una conversación telefónica. Según informó este diario, a Laporta le retrae de la política el temor a filtraciones a la prensa de carácter personal a propósito de sus viajes, su ex-mujer o la brasileña Flávia Massoli. Esto mismo sirve para retraer a partidos como ERC de la figura de Laporta.

-         Laporta es hombre muy cercano a los planteamientos del soberanismo catalán moderno y sin complejos, tal y como lo defienden gentes como el escritor Salvador Sostres (“hablar español es de pobres”). Así, no es de extrañar que las distintas familias políticas catalanas –de Esquerra a Reagrupament o Convergència- le hayan tentado y él se haya dejado tentar para entrar en política. Tampoco es, por tanto, de extrañar, que las distintas corrientes que habitan dentro de Convergència luchen por colocar a su peón como sucesor de Laporta en 2010: la familia Pujol impulsa a Ferrer i Graupera en tanto que el sector liberal al economista Sala i Martín. Florentino Pérez, que nunca ha hecho profesión pública de alineamiento con ningún partido, es conocido sin embargo por haber hecho del palco presidencial del Real Madrid uno de los destinos más queridos por la clase política, sobre todo en tiempos del aznarismo. En sus respectivas juntas directivas, Florentino ha tenido también menos problemas que un Laporta al que su número dos Rossell duró muy poco. Laporta también ha sobrevivido a un voto de censura, al éxodo de la mitad de sus directivos en un solo día y a la acusación de haber organizado una trama de espionaje para seguir a sus propios directivos. La segunda vuelta de Pérez al Madrid vino motivada por la pérdida de prestigio institucional acaecida bajo el mandato de Ramón Calderón.

-         Deportivamente, Florentino Pérez quiso hacer del Real Madrid una marca mundial y un fenómeno global. Lo logró a base de innovaciones en mercadotecnia y comunicación y, sobre todo, con un modelo deportivo de incorporación de las grandes estrellas o ‘zidanes’ del momento –Figo, Zidane, Beckham- junto al impulso de la cantera o los ‘pavones’. Siempre hubo problemas con los entrenadores. En su segundo mandato, con las incorporaciones de Cristiano Ronaldo, Kaká o Benzema, Pérez sigue un modelo criticado al tiempo que copiado –con el fichaje de Ibrahimovic- por Laporta. A Laporta, sin embargo, la regularidad en la apuesta por el buen juego de su club es lo que le ha salvado en tiempos de turbulencia institucional, primero con la asesoría de Cruyff y con Rikjaard como entrenador y, finalmente, con la exitosa apuesta de Guardiola, bajo cuyo mando el Barcelona ha sido considerado “mejor equipo del mundo” en la pasada temporada.

 

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