Mourinho lo tiene muy difícil

Mourinho tendrá difícil repetir los éxitos cosechados en Inglaterra e Italia. No sólo deportivos, sino también convertirse de nuevo en un ‘triunfador’.

José Mourinho afirmó, nada más aterrizar en Madrid, que entrenar al equipo blanco era el reto más importante de su carrera. En apenas tres meses se ha dado cuenta de que sus palabras no pudieron ser más acertadas: Mourinho tendrá difícil repetir los éxitos cosechados en Inglaterra e Italia. No sólo deportivos, sino también convertirse de nuevo en un ‘triunfador’.

Una temporada más, el Real Madrid inicia un proyecto desde cero, con caras nuevas en el banquillo y en el terreno de juego. Los fichajes de Ozil, Di María, Canales, Khedira, Carvalho, y Pedro León han completado una plantilla de ensueño, pero que debe de buscar un estilo y unas señas de identidad propias. Mourinho deberá, por ello, transmitir su idea de fútbol a un grupo aún por cuajar, y con el hándicap de la escasez de tiempo para trabajar con los 25 jugadores que deberán luchar por todos los títulos en juego hasta junio de 2011.

De momento, el luso ha conseguido que sus pupilos se comprometan a colaborar todos, y a muerte, en las tareas defensivas. Así, al Madrid apenas le crean ocasiones de gol durante los partidos y eso suele ser una garantía de éxito para los equipos que ha dirigido José Mourinho.

La asignatura pendiente está siendo el gol: ni Cristiano Ronaldo ni Higuaín acierta de cara a puerta: sus registros están, por el momento, muy por debajo de la campaña anterior. El tercer delantero, Karim Benzemá, apenas ha contado para el técnico, que le exige más carácter y compromiso en el terreno de juego. El entrenador portugués quería un cuarto atacante, pero Florentino Pérez y Valdano descartaron esta posibilidad, por lo que a ‘Mou’ sólo le queda “rezar” –como él mismo dijo- para que CR7 y el argentino no se lesionen, y para que vuelvan a recuperar la puntería.

El Madrid ha obtenido buenos resultados en los primeros partidos de liga. Es primero y está por encima del Barcelona en la clasificación. Sin embargo, el público del Bernabéu ya ha pitado al equipo en varias ocasiones. Exige un fútbol más vistoso por parte de sus jugadores. En el Chelsea y en el Inter, Mourinho no se encontró con este problema, y en Madrid tendrá que saber gestionarlo. A la parroquia blanca no le vale sólo con ganar, y técnicos como Capello lo pasaron mal pese a conquistar la Liga, por haber apostado por un juego defensivo.

El desencuentro entre técnico y afición puede estar influido por la imagen que la prensa transmite de Mourinho. El luso tiene un fuerte carácter y los periodistas buscan titulares en cada rueda de prensa, con preguntas que intentan una reacción airada del técnico. Es algo que también tendrá que cuidar.

Además, no hay gesto o queja realizada por ‘Mou’ durante los partidos que pase inadvertida a lo cámaras de televisión Todo ello provoca que al técnico se le vea como una persona chula y prepotente. Él ha tratado de desmontarlo desde que llegó a España, asegurando que muchas veces no se reconoce cuando se ve en los medios. Insisten en que sólo es un trabajador al que le gusta pasar inadvertido y vivir relajadamente con su mujer e hijos.

De todas formas, la atención mediática que provoca el portugués quita, a cambio, presión a sus jugadores, algo que la plantilla agradece. Y que el propio entrenador busca.

Sus antiguos pupilos del Chelsea y el Inter le recuerdan como una persona cercana que siempre les ha protegido y ha conseguido sacar de ellos lo mejor. Aquí, sin embargo, en tan sólo tres meses al frente del Real Madrid, Mourinho ya ha tenido problemas con algún integrante de la plantilla: al caso de Benzemá, al que ‘Mou’ ha lanzado varios mensajes envenenados ante los medios, hay que añadir las quejas de Granero durante la pretemporada por la falta de oportunidades que le dispensaba el luso, y las filtraciones a la prensa de conversaciones privadas en el vestuario.

 

A todo esto se suma el ‘factor Barcelona’. El equipo que dirige Pep Guardiola lleva más de dos años enamorando al mundo, con un fútbol de toque que muchos reclaman en el Bernabéu. La temporada pasada el Madrid se vio superado en el Camp Nou y en Chamartín por los azulgranas, lo que costó el puesto a Manuel Pellegrini. Mourinho llega al Madrid, entre otras cosas, por haber eliminado al Barça en semifinales de la Copa de Europa, y se le exigirá que el equipo dé la talla precisamente en esos dos enfrentamientos.

Pese a haber firmado por cuatro temporadas, Mourinho sabe que Florentino no tolerará un año más sin títulos. El luso es un hombre que sabe manejar perfectamente situaciones de tanta presión, pero no alzarse con la Liga o la Copa de Europa –competición en la que el Real Madrid lleva desde 2005 sin pasar de octavos- es algo que no se puede permitir y quizá ese hándicap pueda pasarle factura. ‘Mou’ ha dirigido a gigantes del fútbol mundial, pero hasta ahora no se había enfrentado a una situación tan compleja: milita en una liga donde juega el equipo más en forma del mundo, tiene a la afición tensa con él en cada partido, y ocupa un banquillo que desde 2003 (año en que Florentino decidió prescindir de Vicente del Bosque) ha tenido hasta nueve entrenadores.

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