¿Patina más ahora la prensa que antes?

Varias informaciones publicadas por diferentes periódicos en las últimas semanas han resultado sonoras equivocaciones, llevando a diarios de referencia a pedir disculpas por sus graves errores. Otras noticias, en cambio, han llevado a los citados a anunciar la presentación de querellas judiciales. Este es solo un elenco reciente:

-- Fotografía falsa de Hugo Chávez en la portada de El País. El periódico tuvo que retirar la primera edición y volver a repartir los ejemplares, lo que le supuso un coste de 225.000 euros y un artículo pidiendo perdón por lo sucedido. Había orden a los redactores de conseguir exclusivas como sea.

-- Imagen trucada de Luca Modric. El diario Marca cometió un error publicando el pasado verano una fotografía que había sido retocada del futbolista. También tuvieron que pedir disculpas. Por aquel entonces circulaba el rumor de que el croata iba a fichar de manera inminente por el Real Madrid.

En ambos casos, los diarios generalista y deportivo más vendidos tuvieron que redactar un artículo explicando lo sucedido. La imagen fue publicada por los dos sin verificar su origen.

Hay más casos recientes de informaciones que han provocado polémica (porque no aportan pruebas documentales) y que han llevado a los aludidos a acudir a los tribunales:

-- Información de El Mundo sobre los sobres de Bárcenas. Dirigentes populares han criticado al diario de Pedro J. Ramírez por no aportar ningún documento y solo citar a fuentes anónimas.

-- Acusación de El País a José María Aznar de haber ideado el cobro de sobres en el PP. El ex presidente del Gobierno anunció la interposición de una demanda.

-- Y, más reciente, la supuesta contabilidad del PP publicada por El País. Algunos de los que aparecen en los documentos, como el PP o Federico Jiménez Losantos, han anunciado que acudirán a los tribunales contra el diario de Prisa.

Este elenco de informaciones hace que algunos expertos dudar de la rigurosidad de la prensa española. Hoy, más que nunca, la labor de los periodistas está puesta en entredicho por una ciudadanía deseosa de que le cuentan la verdad.

Pero, ¿qué ha llevado a los periódicos a cometer algunos errores y a ser tener que acudir a sede judicial por sus informaciones? El Informe Anual de la Profesión Periodística 2012, publicado a principios de este año por la APM, ofrece las claves de cómo se encuentra la profesión en este momento en España. Sus conclusiones, a raíz de 2.397 encuestas, son:

-- Presión. Tres cuartas partes de los encuestas reconocen haberse sentidos presionados por sus superiores.

-- Independencia. Los encuestados suspenden el grado de independencia de los profesionales españoles: la nota media es de un 4,09.

-- El tiempo. Los profesionales también destacan la carga de trabajo y la consecuente falta de tiempo a la hora de elaborar sus informaciones. La urgencia y la feroz competencia aprietan.

-- Pero, sin duda, más de la mitad de los encuestados reconocen que el principal problema de la profesión periodística es, en este momento, el paro y la precariedad laboral.

-- En la encuestas se descarta que los problemas en el sector sean consecuencia de una formación deficiente de los profesionales.

A estos factores hay que sumar la multiplicación de fuentes de información (y de desinformación) como consecuencia de la proliferación de las redes sociales y de la tecnología. Todo ello contribuye a aumentar la confusión entre los periodistas.

Pese a todas estas polémicas y errores, la prensa española es considerada como una referencia en Europa por su calidad. Francia, Reino Unido o Italia se encuentran por detrás de ‘nuestros’ periódicos en cuanto a rigor y profesionalidad.

La solución, por tanto, a estos ‘patinazos’ pasa, primero, por un reconocimiento de los errores en las propias redacciones, algo que los máximos responsables de El País o Marca ya han aplicado para no volverlos a cometer. Pero, en segundo lugar, es necesario un proceso de selección y elaboración de la noticia más riguroso.

El recientemente fallecido Enrique Meneses hablaba resumía así el proceso de elaboración de una información: ir + ver + oir + volver + contar. A esta cadena se le podría añadir un quinto elemento: verificar. Es la clave de todo periodista.