La crisis de Izquierda Unida / La inviabilidad de Izquierda Unida

La viabilidad de IU se ve afectada por los resultados electorales obtenidos y esperados, la división interna, el ahogo financiero, la falta de personalidades y las políticas que no conectan ni con su militancia ni con el electorado, ni logran atención mediática.

-- La coalición dirigida por Gaspar Llamazares sufrió un serio revés en las elecciones de marzo, donde del 6% del voto esperado tan sólo se obtuvo el 3,77%. Al rebajar su representación de cinco a dos escaños, con la pérdida de 300,000 votos, la coalición no sólo confirmaba las tendencias decrecientes sino que sólo pudo optar a constituir grupo parlamentario con ERC y BNG, además de con Iniciativa per Catalunya-Verts. El reparto de escaños resultante de la ley electoral perjudicó a IU, tercera formación en voto pero sexta en representación. IU trabaja en presentar una reforma de la ley electoral que recoja sus aspiraciones de representación pero su aprobación en Cortes es más que dudosa. Por otra parte, en la coalición es sabido que sus problemas mayores no vienen de una ley con la que se llegó a lograr mayor representación.

-- Los problemas en las instituciones se unen a la turbulencia que se vive desde hace años en la propia coalición. Altos cargos nacionales dan por inevitable la salida de los comunistas del PCE de la formación, en un partido con tensiones intestinas entre comunistas del PCE, ‘gasparistas’ y una llamada ‘tercera vía’ de concialiación, surgida a partir de las elecciones de marzo. A título de ejemplo, el 23 de junio, la coalición fue incapaz de consensuar un documento político unitario de cara a la celebración de la Asamblea Federal en el mes de noviembre, donde se elegirá al sustituto de Gaspar Llamazares y se establecerán las líneas políticas básicas de la coalición. En vez de un documento, cada sector presentó su propio documento. El acuerdo aún no ha sido posible de conseguir.

-- La mencionada turbulencia interna se alimenta con el ahogo financiero que sufre una coalición endeudada y que recibe cada vez menor cantidad de fondos públicos en razón de su menor representatividad. Desde el sector gasparista, se acusa al PCE de alarmar sobre las finanzas de la coalición a fin de que los bancos reclamen el pago de las deudas con inmediatez y no concedan más créditos. Curiosamente, es el PCE el titular de la mayor parte de las propiedades es el PCE y no la Federación de IU. Se teme que IU acabe desahuciada como el PSP de Tierno Galván. Incluso la sede de la calle Olimpo corre peligro.

-- Las primarias de IU, celebradas en otoño de 2007 para designar candidatura a la presidencia del Gobierno, dieron como resultado un ahondamiento en la división. En primer lugar, la participación de la militancia fue muy escasa. En segundo lugar, a un Gaspar Llamazares criticado casi unánimemente, sólo se le opuso Marga Sanz, del ‘ala dura’ del PCE, y de una región como Valencia, donde IU acaba de perder su escaño. Julio Anguita, en palabras de un destacado militante, ‘es anticuado y es un peso muerto’. Rosa Aguilar, pese a las llamadas de Madrid, no abandona Córdoba y carece de sintonía con la directiva actual. No hay recambios de valor para los cuadros de la Federación.

-- La pérdida de relevancia política de IU ha tenido como consecuencia una presencia mediática cada vez menor pese a que IU sigue con su tradicional hiperactividad en el Congreso.

-- Esta menguada visibilidad tiene como razones, entre otras, unos presupuestos políticos del ‘gasparismo’ que han irritado profundamente a la militancia y que explican asimismo la crisis política de la coalición, su perfil menos definido: el seguidismo del PSOE,  del que no se logra autonomía; la instauración de un discurso oportunista, la percepción de que IU es la izquierda pro-nacionalista, la insistencia en un republicanismo que no aporta votos, el descontento con una dirección que no conoce la actividad de sus militantes en –por ejemplo- el País Vasco y Cataluña, y la disposición a los pactos poco santos para tener cuotas de poder ejecutivo en las mencionadas CCAA. Caso señero: la irresolución en torno al Ayuntamiento de Mondragón, donde IU formaba parte del poder municipal en coalición con los abertzales, a la muerte de Isaías Carrasco.

-- En IU, con todo, se espera un resultado mejor en las próximas elecciones europeas, como cauce de la insatisfacción ciudadana con Bruselas-Estrasburgo. Al margen de la pervivencia de la coalición, lo más temido mientras tanto es que el voto a IU sea un ‘voto de lujo’, con más valor simbólico que incidencia política real.