¿Dónde es competitiva la industria militar española?

España es el séptimo exportador de armas a nivel mundial y el tercero que más ha crecido en los últimos cuatro años. El mercado de armas español registró en 2019 el tercer mejor resultado de su historia, el sector disparó sus ventas en un 8,6%, lo que se tradujo en exportaciones valoradas en 4.042,3 millones de euros.

El informe anual del Stockholm International Peace Research Insititute (Sipri) publicado el 11 de marzo señala que la industria militar española copa el 3,2% del mercado internacional, por detrás de Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania, China y Reino Unido y por delante de Israel e Italia.

La industria militar representa un 1% del Producto Interior Bruto (PIB) del total de la economía española, siendo un pilar fundamental.

La memoria de actividad 2019 de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), patronal de la industria, señala que las empresas del sector generan una productividad 3,3 veces superior a la media nacional. Además, supone un 7,3% del PIB industrial, calculado como total facturación entre este PIB.

En palabras de Susana Lapique, vicepresidenta de Defensa de TEDAE, “la industria de Defensa es una capacidad más de nuestras Fuerzas Armadas y un aliado estratégico para responder a los nuevos retos de Seguridad y Defensa a los que tienen que enfrentarse”.

Explica que además es un motor económico para España por su capacidad de innovación y como generador de empleo estable y de calidad.

Señala también que se caracteriza por una fuerte implantación territorial, vertebrando de manera industrial territorios de nuestra geografía donde, si no estuviera presente, no actuaría como el agente económico que es, tractor de otras actividades.

Las empresas del sector facturaron 13.040 millones de euros, exportando el 71%. Además, las empresas de la industria cuentan con 57.618 empleados.

El sector aeronáutico, el más competitivo

Los datos sectoriales que presenta la asociación señalan que la industria militar es más competitiva en el sector aeronáutico.

El sector aeronáutico civil factura 5,7 miles de millones de euros y el militar 4,8 miles de millones. La industria de Defensa terrestre y naval se queda lejos con una facturación de 1,6 miles de millones y la del espacio con 0,9.

La industria de Defensa facturó 6.561 millones de euros en 2019. Del total, el 62% fueron exportaciones.

De todas las áreas de la industria de Defensa y seguridad, la aeronáutica militar supone el 73% de la facturación, la naval el 15% y la terrestre el 9%.

Sin embargo, cabe destacar que los datos de 2018 de TEDAE señalaban que el segmento de Defensa acusó la progresiva desaceleración aplicada por Airbus en sus programas de aviones de transporte militar A400M y C295.

España es uno de los pocos países con capacidad para cubrir el ciclo de vida completo de un sistema aeroespacial, desde el diseño y la certificación, hasta su mantenimiento y soporte logístico.

Sin embargo, el sector ha de afrontar en los próximos años importantes retos para permitir al país mantener su autonomía, en un contexto de cooperación internacional, para satisfacer las necesidades de la Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional y aprovechar el efecto tractor que estas tecnologías pueden ejercer sobre el conjunto de la industria nacional.

El remplazo del Eurofighter

El Sistema de Combate Aéreo del Futuro (FCAS) ha sido lanzado por Francia, Alemania y España como países fundadores. La firma formal se produjo en junio de 2019 por parte de las ministras de Defensa de los tres países.

Alfredo Martínez, vicepresidente de aeronáutica de TEDAE explica que la noticia en septiembre de 2019 de que España se incorporara al programa FCAS fue “la mejor del año”. Explica que esto permite a la industria española participar de pleno derecho en el principal programa de aviación militar de las próximas décadas.

Las dos alternativas para el sostenimiento industrial

En 2015, el sector aeronáutico militar contaba con una participación de 2,5% de la industria española; pero su cuota de mercado en el nicho de aviones de transporte militar el 28%.

Para que esta industria sea sostenible en España tiene dos alternativas, no necesariamente excluyentes según Luis Mayo Múñiz, empresario de la industria. 

Por una parte, la de “campeón nacional”, que, puesta por una especialización en un nicho vertical, por ejemplo, aviones de transporte militar ligeros y mini satélites de observación terrestre, apoyado en un tejido industrial “de especialistas enfocados en nichos tecnológicos o productos industriales muy concretos”, por ejemplo, estructuras de material compuesto o navegación por satélite.

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