¿Es Instagram peligroso para los jóvenes?

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Las redes sociales son una realidad del mundo en que vivimos y cada vez tienen más presencia en la vida. Sin embargo, acarrean riesgos, al igual que virtudes, a los que se exponen sin ningún control algunos de los sectores más vulnerables de la sociedad, niños y adolescentes.

Ferran Lalueza, profesor de los estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación en la UOC, explica a El Confidencial Digital que las redes sociales no son malas ni buenas, simplemente entrañan riesgos.

"Si las usamos es porque algunas cosas buenas nos aportan: nos permiten conectar con personas que están físicamente lejos, nos ayudan a descubrir ámbitos de interés, hacer una actividad de socialización y se puede sacar un beneficio económico, por ejemplo, en el caso de los influencers", replica el experto.

Estas aplicaciones tienen también un lado peligroso. "El riesgo está en aquellos que son más vulnerables y que probablemente no tienen la capacidad de hacer la consideración de si lo que nos aporta es mayor de lo que quita", replica Lalueza, y añade que los vulnerables son los "niños y adolescentes"; ya que aún están formando su visión del mundo y las redes sociales, y especialmente Instagram que se centra en fotografías, muestran un universos distorsionado.

"Instagram transmite una idea de como funciona el mundo tendenciosa. De entrada te hace ver que si no eres una persona con un físico atractivo no tienes nada que hacer en la vida, que tu carta de presentación es tu aspecto; y que si no vistes a la moda, no haces cosas estupendas y no estas en escenarios paradisiacos, tu vida es horrible", denuncia el experto.

El profesor apunta que los adultos tienen la capacidad de ver que lo que se muestra en Instagram no es la verdad, pero para alguien como un niño, que se está haciendo una idea de cómo es la realidad y del papel que tiene él que jugar, pueden traer consecuencias psicológicas negativas. "La visión sesgada le hace tener ideas erróneas que pueden perjudicarle muchísimo". Los afectados pueden verse golpeados en la propia autoestima y caer en procesos de depresión.

Falso reflejo

"Si la usamos como una plataforma donde mostramos lo mejor de cada uno de nosotros tienen su sentido, si pensamos que la vida es así como se muestra es un problema muy frustrante", subraya Lalueza.

Las afirmaciones del profesor están basadas en los estudios de psicólogos, que evidencian, mayoritariamente, que sí se está produciendo este tipo de problemas. "Las redes sociales a ciertos perfiles, adolescentes con problemas de autoestima o que hagan uso de la red social de forma pasiva", sin subir ellos contenidos, generan muchos traumas.

El último estudio que trataba el tema era de Facebook (empresa propietaria de Instagram), recuerda el entrevistado, En el documento se denunciaba que una de cada tres usuarias adolescentes de Instagram se siente peor con ella misma tras utilizar Instagram.

Para el experto se hace necesario tomar medidas en dos aspectos. El primero concierne a los progenitores de estos usuarios especialmente vulnerables que deberían transmitir a sus hijos que "el físico no es todo en el mundo". El mensaje también debe ir enfocado hacia que lo mostrado en la aplicación es un relato de ficción cuidadosamente "creado para aparentar una realidad que no existe".

La segunda medida corresponde a los poderes públicos, que deben parar los pies a las redes sociales; las cuales sólo tienen como interés tener a los usuarios conectados el mayor tiempo posible para así recolectar datos. A ojos del analista se debería "regular la publicidad", especialmente aquella que emplea filtros o Photoshop.