El final de IU… o el de Podemos

Podemos e Izquierda Unida han firmado una alianza para concurrir juntos a las elecciones generales del 26 de junio bajo el nombre ‘Unidos Podemos’. Ese “preacuerdo electoral” garantiza al partido de Alberto Garzón al menos una sexta parte de los escaños que logre la coalición en el Congreso de los Diputados. Según sus previsiones, podrían ser 58, sin contar con las alianzas territoriales de Podemos en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia. El pacto especifica que ambas formaciones políticas siguen siendo independientes, es decir, no pierden sus siglas y harán campaña por separado. Sin embargo, ¿el acuerdo acabará en fusión? ¿Podría ser el final de IU… o el de Podemos?

Alberto Garzón y Pablo Iglesias, el día que sellaron su acuerdo.
Alberto Garzón y Pablo Iglesias, el día que sellaron su acuerdo.

En torno a las ocho de la tarde del pasado lunes, Podemos e IU anunciaron que habían alcanzado un “preacuerdo electoral” para presentarse juntos a los comicios del 26-J. Ese pacto garantiza al partido de Alberto Garzón al menos una sexta parte de los escaños que logre la coalición en las próximas generales.

Según sus previsiones, podrían ser en conjunto 58, sin contar con las alianzas territoriales de la formación morada en Cataluña (En Comú Podem), Comunidad Valenciana (Compromís-Podemos-És el Moment) y Galicia (En Marea).

El objetivo de la alianza, según Iglesias y Garzón, es “recuperar el país en favor de las clases populares, las mayorías sociales y ganar las elecciones al PP”. El respaldo a la coalición ha sido rotundo y masivo por parte de ambos partidos: el 98% de las bases de Podemos y el 87,8% de las de IU han dicho “sí”.

Mantienen sus siglas y campañas separadas

El preacuerdo consta de cinco puntos: fórmula de la coaliciónvisualización y presencia de las dos organizaciones durante la campaña, programareparto de los recursos económicos y candidaturas.

El texto de la alianza señala que se trata de una coalición firmada por todos los partidos que la integren, con sus correspondientes siglas –por lo tanto, no las pierden-, y quedó registrada este viernes, ante la Junta Electoral Central, con el nombre de ‘Unidos Podemos’.

Eso sí, Izquierda Unida pierde su marca, ya que, desde un principio, Podemos rechazaba la “sopa de siglas” y rehuía de las de un partido que considera anticuado y que contienen la palabra “izquierda”.

El acuerdo garantiza, además, “la visualización de las imágenes y logos de cada organización en los materiales de comunicación, campaña y papeletas de votación”. Es decir, el logo de IU aparecerá en las papeletas y en la campaña, que ambas fuerzas organizarán por separado, aunque con actos puntuales conjuntos.

Así queda reflejado en el apartado dedicado al reparto de recursos: “Habida cuenta que, aunque pueda haber actos conjuntos, la campaña será diferenciada, cada organización aportará los recursos necesarios” para la suya.

El programa también ha sido objeto de negociación. Podemos e IU concurrirán a las generales con una apuesta de mínimos a la que añadirán sus respectivos programas. La propuesta que Izquierda Unida ha formulado al partido morado está basada en 26 medidas elaboradas con intención de no colisionar con los planteamientos de la formación emergente.

 

Así lo refleja el texto: “Desde el reconocimiento de las señas de identidad de cada una, acordarán unas bases programáticas comunes que serán las únicas que obligarán a defensa colectiva”. Además, “en cuestiones no establecidas en el marco común, hay soberanía de cada una de las organizaciones firmantes”.

¿El final de IU… o el de Podemos?

Por lo tanto, a pesar de que las dos fuerzas políticas han firmado un pacto, siguen siendo independientes. No obstante, ¿acabarán integrándose? Podemos e IU empezarán a trabajar juntos en el Congreso de los Diputados. En ese sentido, la participación de los de Garzón en los “órganos de gobierno” de la coalición será en la proporción 1/4”.

Esa dinámica puede llevarles a la fusión de sus siglas. En consecuencia, ¿sería el final del partido de Iglesias o del de Garzón? Cabe recordar que el secretario general de la formación morada es doctor en Ciencia Política, por lo que es consciente del peligro de las fusiones.

Además, Pablo Iglesias ingresó con 14 años en la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE), organización que abandonó con 21 al ver que allí no tenía futuro porque no le dejaban avanzar en sus aspiraciones.

Por otro lado, Podemos ya se ha posicionado en contra de las “sumas de siglas” y hay relevantes sectores internos del partido que rechazan que la simbología de IU se mezcle con la de la formación por el riesgo que eso podría provocar para retener a los electores más moderados o que ven con recelo el desembarco del Partido Comunista de España (PCE).

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