¿Se han olvidado las campañas de boicot contra el cava catalán?

Barricas de cava Freixenet.
Barricas de cava Freixenet.

Con la llegada de las navidades, las cestas de empresa y las miles de celebraciones que se celebran a lo largo y ancho del planeta el cava se convierte en estas fechas es uno de los protagonistas que nunca falta sobre las mesas españolas. 

Los cierres y las restricciones a la hostelería y la falta del turismo a las que se ha tenido que hacer frente en estos últimos meses España han provocado efectos colaterales en productos como el cava que este 2020 ya no tendrá grandes reuniones que condimentar y que ha obligado al sector a reinventarse para poder salir hacia delante.

El 65% de la producción de las empresas del cava se exporta fuera de España. El problema es que este año el tránsito de mercancías internacionales se ha topado con mayores barreras de entrada de las que en un primer momento podría haber previsto. Con todo y con ello, acorde al sentir general del comercio, también en el caso del cava ha habido un crecimiento de las ventas a través de internet. 

Las ventas a través de las líneas de supermercado, tiendas especializadas y bodegas propias han aumentado un 20 por ciento según los datos de al Denominación de Origen Cava.

Las tiendas especializadas de vino, populares en Cataluña y donde se consume la mayor parte de la producción del cava nacional, implantadas en cada barrio, han funcionado “correctamente” según explican los productores quienes también ponen el foco en el buen comportamiento del turismo interno que ha contribuido al consumo.  Pese a ello la campaña de Navidad, en ningún caso, consideran que va a poder llegar a registrar las cifras de facturación de 2019.

Unos 6.600 viticultores y un total de 357 bodegas (214 elaboradores de cava y 143 elaboradoras de vino base) están acogidos a la DOP, que vende casi un 70 % de su elaboración en los mercados exteriores, si bien en valor, el porcentaje baja al 50 %.

Con un 9 % de la producción vitivinícola, Cataluña ocupa el segundo lugar en  España (por detrás de Castilla-La Mancha) y más de una quinta parte del valor de las exportaciones de vino (20,5 % del total nacional en valor y el 8,8 % en volumen) según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 

Sin previsiones de boicot

Con respecto a las campañas de boicot al cava que años anteriores han nacido fruto de las críticas contra los sectores independentistas del resto de España desde Freixenet consideran que este 2020 no se producirá una situación a la vivida en los ejercicios anteriores.

Las campañas contra el cava de origen catalán provocaron en 2019 un incremento de las ventas de las denominaciones de origen de Valencia, Extremadura, Aragón y Galicia. Aragón pasó de 700.000 botellas vendidas en 2012 a más de 1.200.000 en 2019. De manera más abrupta, el cava valenciano pasó de tener una demanda de 1.500.000 millones de unidades en 2012 a otra de 8.000.000 en 2017. El extremeño cerró 2018 con 6.000.000 de botellas vendidas.

 

Debido al incremento de la demanda de otro tipo de cavas, el Consejo Regulador del Cava, dominado por productores catalanes, estableció en 2017, tras conocer el récord de ventas por parte de las productoras extremeñas, una nueva normativa enfocada a frenar la producción: solo se podría aumentar la superficie de los viñedos en un 0,1% cada año y hasta este 2020. 

En consecuencia, el gobierno central ratificó las hectáreas, pero solo durante 2018 y respetando las solicitudes de ampliación de terreno emitidas con anterioridad. Gracias su decisión, Valencia pudo ampliar sus viñedos en 1.400 hectáreas. En el reparto de hectáreas de 2019, el cava extremeño fue el más beneficiado con 202 hectáreas concedidas de las 377 repartidas.

La distribución total de cava disminuyó en 2018 un 12,1% en el mercado español. Teniendo en cuenta que todavía hoy Cataluña representa el 95% de la producción, la caída viene motivada casi íntegramente por su lado. A pesar que el Consejo Regulador no detalla la evolución de ventas por comunidades, sí afirma que en el mercado internacional el protagonismo del cava catalán sigue intacto, siendo la denominación española que más exporta.

El 23% de los consumidores españoles han dejado de comprar productos catalanes durante los últimos años según el último informe del Reputacion Institute.  A raíz de la consulta del 1-O, otro 21% de consumidores se planteó sumarse al boicot. Y si la independencia se hiciese realidad, el 49,1% de los españoles no catalanes dejaría de comprar productos catalanes.

Cava allende los Pirineos

Debido a las restricciones a la hostelería en muchas zonas de España, los productores de cava siguen atentamente la evolución de los mercados internacionales, donde se han reducido las compras en tres importantes destinos como Bélgica, Alemania y Estados Unidos.

Desde el Grupo Freixenet consideran que uno de los retos más importantes del sector es el de “desestacionalizar el cava”. Enseñar al consumidor que tanto las grandes celebraciones como los pequeños retos conseguidos en nuestro día a día son dignos de celebrar, siempre, con cava.

Las previsiones de cara a Navidad para la compañía catalana son optimistas.  Solo estas seis últimas semanas del año representan el 30% de las ventas globales de Freixenet en España.  

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