¿Cómo ha llegado El País al borde del cierre?

128 de 464 trabajadores deberán abandonar el diario El País en las próximas semanas. El ERE en el periódico generalista más vendido en España ha abierto una fractura en la redacción. Pero, ¿por qué un periódico que ha ganado dinero a lo largo de toda su historia ha tenido que despedir a un tercio de sus empleados? ¿Qué factores han influido para llegar a esta situación?

Las preguntas circulan por la redacción de El País: ¿por qué la empresa pone en marcha un ERE cuando el periódico lleva 35 años ganando dinero? Es previsible que el diario pierda dinero a finales de este año, ¿por qué con un solo año perdiendo dinero tienen que despedir? La mayoría no lo entiende.

El quid de la cuestión reside en que Prisa, propietaria del diario El País, está ahogada económicamente. El grupo ha estado al borde de la quiebra y son los bancos, con las prórrogas a sus créditos, quienes están manteniendo a la compañía. Se necesita cash, liquidez. Y, además, de manera urgente. La empresa, por tanto, se encuentra en la necesidad de reducir costes inmediatamente.

El declive de El País, y por extensión de Prisa, no comenzó en 2007, con el inicio de la crisis publicitaria. Viene de más atrás. Concretamente, desde la OPA que la compañía lanzó para hacerse con el control de Sogecable (ahora Prisa TV). Con esta operación, que algunos consideraron suicida, el grupo contrajo la deuda de más de 3.500 millones que ha supuesto una pesada y asfixiante carga para las cuentas de resultados desde entonces.

La crisis publicitaria y de ventas sorprendió a Prisa en esta complicada situación. La deuda se disparó y los ingresos se redujeron de manera considerable, por lo que la compañía tuvo que pelear duro para lograr los sucesivos aplazamientos de los créditos. La deuda en este momento se sitúa en torno a los 3.000 millones, por lo que el problema, lejos de solucionarse, continúa presente.

Fue precisamente en 2007 cuando falleció el fundador del imperio, Jesús de Polanco. La pérdida del carismático empresario hizo que Prisa, y El País, perdiera la conexión, los contactos y la relación privilegiada que el grupo tenía con el Gobierno socialista de Felipe González.

Zapatero, desde un primer momento, negó entregarse en manos de Prisa, como sí lo había hecho González. El de León prefirió apostar por otro grupo de empresarios en torno a la figura de Jaume Roures, Miguel Barroso o José Miguel Contreras. Prisa, por tanto, perdía su acceso exclusivo a La Moncloa. ZP apenas concedió un ‘favor’ a Prisa: la licencia para emitir en abierto Cuatro. Pero solo tres años más tarde, Prisa tuvo que desprenderse de la cadena y vendérsela a Mediaset.

Mientras la deuda no decrecía y la inversión publicitaria se desplomaba, el grupo llegó a 2010 en una situación de semiquiebra. Estaba obligado a vender y se decidió dar entrada en el accionariado a Liberty, un fondo de inversión. Con esta operación, la familia Polanco perdía la mayoría absoluta de los títulos de la compañía, pero no tenían otro remedio: o vendían o la compañía se hundía irremediablemente.

Respecto a El País, el diario está acusando especialmente, como el resto de cabeceras en España, la crisis de la prensa (publicitaria y de ventas). A pesar de ser líder durante los últimos treinta años, el periódico no ha sabido encontrar su modelo y, tras sucesivas remodelaciones de su redacción y de su estructura de negocio, todavía no tiene perfectamente definido qué estrategia adoptará en un futuro.

El modelo digital, además, sigue sin funcionar. Hace años que Prisa apuesta por esta área de negocio, pero aún no ha encontrado la llave para rentabilizarla. Primero impuso el pago en elpais.com y tuvo que dar marcha atrás de manera precipitada. Ahora, con una web en la que se vuelcan todos los contenidos del periódico, se han colocado a la cabeza según el medidor Comscore. Queda pendiente el explotar esta vía, que sigue sin generar los ingresos necesarios para mantener la estructura redaccional que tiene El País. En unos meses, de hecho, volverán a apostar por el pago: será en primavera.

Juan Luis Cebrián ha afirmado que el problema de los periodistas de El País es la elevada edad media y que no se están sabiendo adaptar al modelo digital. Sin embargo, la redacción le acusa a él de ser el causante de que Prisa haya estado al borde del cierre.

Periodistas o gestores. El debate está abierto. Un periodista ha estado al frente del grupo Prisa durante los últimos diez años y los ha llevado a esta situación. Y ahora son dos gestores, Fernando Abril Martorell y José Luis Sainz, quienes son los llamados a salvar la compañía. ¿Serán capaces?

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