Llegan los exámenes: ¿Cómo se puede evitar la ansiedad?

Examen de Selectividad.
Examen de Selectividad.

La llegada de mayo apunta numerosos cambios: el buen tiempo empieza a ser un hecho inminente; las horas de luz cada vez se notan más; por fin parece que se deja atrás el largo invierno, y la ilusión por la temporada de verano se hace nota.

Pero mayo se caracteriza también por ser el mes en el que estudiantes, tanto de universidad como de colegios e institutos, viven la época de exámenes antes de alcanzar un largo verano de vacaciones. Con la época de exámenes llega la ansiedad y el estrés, siendo el objetivo de los estudiantes conseguir eliminar o ‘sobrevivir’ a esa ansiedad durante las semanas clave.

TherapyChat es una plataforma de psicología online cuyo expertos han analizado esta problemática. Aída Rubio, directora del Servicio de Psicología y Psicóloga Sanitaria en TherapyChat, plantea que “antes de preguntarte cómo eliminar la ansiedad, debes confirmar que, realmente, lo que sientes es ansiedad”.

Define los síntomas de la ansiedad: “Si sientes que estás teniendo taquicardia, falta de aire, opresión en el pecho, sudoración, vómitos e incluso alteraciones en la alimentación, es posible que estés sufriendo algunos síntomas de ansiedad”.

Esta psicóloga destaca que aprender cómo eliminar la ansiedad “es muy beneficioso para saber reaccionar cuando nuestro cuerpo se enfrenta a situaciones difíciles o nuevas que nos puedan causar miedo o angustia, como puede ser un largo periodo de exámenes”.

Y es que, presentarse a un examen sin saber cómo gestionar la ansiedad puede provocar cierta inseguridad, temor a perder el control e incluso dificultad para tomar decisiones, por lo que es probable que influya en los resultados de las pruebas.

Además, la propia ansiedad afecta a las acciones intelectuales y cognitivas, interfiriendo en la capacidad de atención, memoria y concentración, y acentuando la sensación de confusión y la aparición de dudas.

En TherapyChat han recopilado diez consejos prácticos que pueden ayudar a gestionar la ansiedad durante un periodo de exámenes:

1. Ir descansado al examen y cumplir con las horas de sueño. Esto ayuda a tener una mejor concentración y facilita ser capaz de controlar todos los pequeños detalles que hay que tener en cuenta a la hora de contestar a las preguntas

2. Intentar relajarse, tomar una infusión o da un paseo antes del examen para llegar más despejado a la prueba.

3. Aprender técnicas específicas de relajación. Para ayudar a mantener la calma y confianza antes de un examen y durante el mismo, se recomienda poner en práctica técnicas de relajación, como los ejercicios de respiración, y practicarlos durante los días previos.

4. Actuar de forma tranquila, meditando las decisiones y prestando atención a los detalles. Si se ha preparado el temario no hay motivos para creer que no se va a lograr. En muchos casos, el éxito depende de la capacidad de gestionar la tensión, si se tienen los conocimientos y la preparación suficiente para conseguirlo.

5. Ser positivo. Si los pensamientos negativos aparecen durante el examen son un fuerte distractor y no permiten hacer la prueba de forma relajada. Es recomendable crear un pensamiento positivo que se pueda utilizar para acabar con los negativos y reducir la ansiedad; por ejemplo, cambiar “voy a suspender seguro” por “he estudiado lo suficiente como para tenerlo prepararlo y controlar los detalles”.

6. Relativizar la gravedad que tiene el suspender. El “peor pensamiento” que puede aparecer en los momentos previos al examen es el de obtener un suspenso. ¿Y qué pasaría? ¿Qué supone suspender el examen? Seguramente se puede volver a intentarlo en las recuperaciones, y lo que ya se ha aprendido se lleva adelantado.

7. Evitar hablar con personas que sientan ansiedad por la evaluación. Hay que controlar la ansiedad para dar lo mejor, no tranquilizar a los demás ni recibir estímulos de ansiedad, más allá de los propios de la prueba.

8. No pensar en lo que se sabe o no se sabe antes de entrar. Tras semanas o días preparando el examen, los conocimientos adquiridos ya lo están; y los que no, no van a cambiar dos minutos antes de entrar al examen. Lo mejor en este sentido es no hablar del contenido del mismo con nadie.

9. Leer bien las instrucciones del examen. Seguramente, cuando llegue el momento del examen la situación no resulte tan extraña, y algunas preguntas serán familiares. Sin embargo, si hay algo que se debe recordar siempre es que el tiempo perdido en la buena lectura de las preguntas no es en realidad una pérdida, sino una inversión.

10. Pensar en lo que se es capaz de hacer. El hecho de estar nervioso es una prueba de que el examen importa y se ha preparado. Por eso hay que concentrarse en ese pensamiento y afrontar el examen con seguridad y confianza.

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