¿Se está pasando Pedro J. con su Twitter?

La presencia de Pedro J. Ramírez en Twitter (@pedroj_ramirez) revoluciona prácticamente a diario esta red social. Muchas de sus propuestas o numerosos comentarios se han convertido en ‘trending topic’ y su capacidad de convocatoria es altísima. Pero, ¿está acertando o se está equivocando el director de El Mundo con tanta actividad?

Los tuits de Pedro J. Ramírez aparecen a cualquier hora del día: a primera hora de la mañana ya tuitea la noticia más destacada del día o a última hora de la noche adelanta su tradicional ‘bonus para tuiteros’. Él mismo se encarga de escribir en torno al 95% de los comentarios, dejando las cuestiones más técnicas para el equipo de colaboradores de El Mundo. La pregunta es: ¿perjudica o beneficia para un director de un periódico una presencia tan activa en Twitter?

Cristina Aced, consultora de comunicación corporativa y digital, considera que sí es positivo: “Algunos estudios –afirma- muestran la importancia de que los altos cargos de la empresa tengan presencia en los medios sociales. A nivel de reputación, por ejemplo, resulta muy positivo que los directivos de la compañía sean proactivos en medios sociales, porque esta actividad impacta de forma directa en la reputación de la empresa”.

Para Aced, Pedro J. debería en ocasiones pararse a pensar que lo importante es tuitear los temas de gran interés social o los que El Mundo considere importantes: “Depende más de los temas que se traten y del tono en el que se haga que de la frecuencia de actualización. Como en todo lo relacionado con medios sociales, el sentido común nos indica la forma más idónea de comportarnos en Twitter”. 

Pero los expertos en general concluyen, y así lo han expresado en diferentes foros, que Pedro J. es un auténtico especialista en conseguir resultados positivos para su empresa a través de una red social creada, en principio, sin ningún ánimo de lucro: “La actividad en medios sociales repercute de manera directa en el negocio, pero no a nivel de ventas (como muchas empresas esperan), sino de imagen, de notoriedad, de tráfico web”, considera Cristina Aced.

Efectivamente, Pedro J. no conseguirá a través de Twitter más lectores para el diario El Mundo, más usuarios para Elmundo.es o más suscriptores de Orbyt. Serán los menos. Lo que sí logra el director de El Mundo es dar una imagen de cercanía con su cliente, en este caso, el lector, lo que es muy importante a la hora de decidirse por un producto o por otro.

Los grandes ‘gurús’ de Twitter consideran que la conversación es uno de los puntos que más hay que cuidar en Twitter. Y en esto Pedro J. es un auténtico adelantado. El director de El Mundo mantiene una estrategia definida de responder y retuitear a sus lectores, lo que genera una empatía con los mismos.

Otra de las ventajas que ofrece la gran actividad de Pedro J. es la posibilidad de ofrecerle críticas. Él es empático a las constructivas y respetuosas, lo que le hace aproximarse aún más tanto a sus partidarios como a sus detractores.

Así lo expresa el Manifiesto Cluetrain, considerado un tratado del buen twitero. En su primer punto asegura que “Los mercados son conversaciones”. Mantener, por tanto, una actitud proactiva con los seguidores amplifica esa sensación de cercanía y aporta un valor añadido al tuitero. Pedro J., en este sentido, lleva varias cabezas de ventaja a sus colegas.

En definitiva, Pedro J. es un pionero en la interacción con la comunidad. El resto de directores son muy diferentes a él. Javier Moreno, Bieito Rubido, Francisco Marhuenda o Jesús Maraña no son tan activos, ni suelen interactuar con los lectores, por lo que están desaprovechando la oportunidad de conocer gustos e intereses de sus lectores.

De lo que se trata es ingresar en la comunidad 2.0 y Pedro J. es un adelantado. El resto de directores todavía se encuentran en la comunidad 1.0.

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