¿Tiene futuro la energía nuclear en España con la reforma del recibo de la luz que plantea el Gobierno?

Central nuclear de Garoña, en Burgos.
Central nuclear de Garoña, en Burgos.

El Gobierno ha planteado una ley sobre la retribución del CO₂ del mercado eléctrico. Esta medida reducirá los llamados 'beneficios caídos del cielo', es decir aquellos que provienen de la subasta marginalista, sobre todo de las energías nuclear e hidroeléctrica. 

La electricidad se vende en una subasta, en la cual las energías se ofertan de menor coste a mayor, hasta que se cubre la demanda. El precio del último kilovatio hora que se subastó marca el coste total. Por ello, la energía nuclear e hidroeléctrica, que son baratas de generar tienen grandes márgenes al venderse al precio de la producida en centrales de ciclo combinado, que emplean gas natural (un recurso caro) y que requiere de derechos de emisión de CO2.

Las empresas eléctricas, asociadas en el Foro Nuclear, exponen que "en el caso de que este proyecto de ley se aprobase y entrase en vigor, el precio de venta real de la generación eléctrica nuclear, una vez minorado el precio del CO2, no debería ser inferior a 57-60 €/MWh con el nivel impositivo actual. De no ser así, sería imposible la continuidad de las centrales nucleares españolas".

Por último, las compañías que operan centrales nucleares asociadas al foro, Iberdrola y Endesa; exponen que de aprobarse la ley en su estado actual se "abocaría al cese de la actividad de todo el parque nuclear".

"En España tenemos 7 reactores nucleares (Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Trillo y Vandellós II) que producen algo más del 22% de nuestra electricidad de forma constante, siendo la primera fuente en nuestro país durante los últimos 10 años.", así ilustra la importancia de esta fuente de electricidad Alfredo García, divulgador científico especializado en temas relacionados con la energía nuclear.

Rentabilidad

Hay un país europeo que decidió cerrar toda su planta nuclear para el año 2022 y sin embargo, a pesar de apostar por las renovables, necesita centrales de ciclo combinado para suplir la potencia nuclear. Por su parte, Francia genera el 70% de su energía en las 58 centrales nucleares que hay en su territorio, como explican desde el Foro Nuclear.

García explica que, para que un modelo que apueste por lo nuclear se viable económicamente, "una central nuclear necesita en España un precio mayorista mayor de 50 €/MWh para ser rentable", y añade que "con la reforma que pretende realizar el Gobierno, y si el precio del gas baja el año que viene como es previsible, la rentabilidad futura de las centrales nucleares puede quedar en entredicho, y por tanto toda su energía producida sería sustituida por gas natural".

Gonzalo Bernardos, doctor en ciencias económicas y empresariales, cree que las quejas "son el enésimo lloro de las eléctricas". El experto explica que según estimaciones, no hay datos oficiales ni auditorías a las empresas del sector, "a las eléctricas  le cuesta la producción (en una central nuclear) de un megavatio hora 22 euros", y recuerda que el límite que plantea el Gobierno fijaría un "precio mínimo de 40 euros".

Respecto a la amenaza de cierre, el analista es tajante: "no pueden cerrar las centrales, están obligadas por ley a operarlas" y en caso de cesar su actividad les caería una multa muy cuantiosa

El sector protesta porque tiene más gastos a parte de la generación. Sin embargo, el profesor recuerda que se han dado muchas primas por parte de los diferentes Ejecutivos para amortizar las centrales, como es el caso de la moratoria nuclear o del déficit tarifario. Y él denuncia que mucho de ese dinero no se ha destinado a amortizar centrales, si no que se ha servido para efectuar compras en el extranjero.

Francia es ejemplo de que es posible limitar los precios. El académico subraya que en el país galo, con gran dependencia nuclear, "se retribuye con 42 euros el megavatio hora y además, esta energía se encuentra fuera del mercado marginalista y marca un precio fijo. Allí, "las centrales son rentables, y no ha habido quejas de las eléctricas".

Apuesta de futuro

"Según un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la Agencia de la Energía Nuclear (NEA) de la OCDE, la forma más barata de producir electricidad en todo el mundo, antes de impuestos, es la energía nuclear producida en centrales que ya están amortizadas o están cerca de estarlo, como es el caso de las nuestras", aclara García.

El divulgador cree que los impuestos que aguanta el sector nuclear son "la clave", esto ha hecho que las empresas sean "muy castigadas" con tasas, "algunas duplicadas y recurridas a los tribunales". Sin estas cargas fiscales y con "una tributación justa", el experto asegura que "la energía nuclear seguiría siendo competitiva".

Las centrales nucleares pueden jugar un papel esencial en la transformación ecológica hacia un modelo de cero emisiones. La electricidad fotovoltaica y eólica depende de factores climáticos para generar potencia, por lo que hay ocasiones en las que no pueden hacer frente a la demanda y se requiere de una fuente que actúe como respaldo.

Actualmente, la energía nuclear no puede satisfacer los picos de respaldo generados por las renovables; ya que "los reactores de II Generación, como los que tenemos en España, se diseñaron para funcionar como potencia de base, es decir, para garantizar un suministro eléctrico constante y la estabilidad de la red eléctrica", reseña García. Sin embargo, existen modificaciones para los reactores, en Francia se están instalando, que permiten realizar "cambios rápidos de carga para adaptarse a las necesidades de las renovables".

Los países que no apuestan por la fisión de los átomos, emplean el gas natural como fuente de energía de respaldo. Bajo el sustantivo natural se esconde el "metano, un hidrocarburo que al quemarse produce más de la mitad de las emisiones de dióxido de carbono que el carbón", denuncia el divulgador.

Mientras las baterías que permitan operar a los aerogeneradores y placas solares sin respaldo maduran su tecnología, será necesario una fuente alternativa; y la nuclear es más barata que el gas y el comité científico asesor de la UE reseña que "los análisis no revelaron ninguna evidencia científica de que la energía nuclear cause más daño a la salud humana o al medio ambiente que otras energías".