¿Se puede entender qué está pasando en la ‘#spanishrevolution’?

‘#yeswecamp’, ‘#nolesvotes’, ‘#spanishrevolution’… España presencia multitudinarias movilizaciones sociales en todas sus ciudades. Una masa más o menos heterogénea que se manifiesta, dicen, para cambiar el sistema. Académicos de psicología, sociología y política explican las claves de fondo para entender el fenómeno, de donde surge y por qué en este momento.

La gran mayoría de la juventud ha mantenido sus ojos cerrados al futuro. Hasta ahora vivían el presente y no se preocupaban por el futuro” asegura un experto sociólogo de la Universidad de Navarra. Explica, también, que este movimiento no ha explotado de repente. “Es algo comprensible, es la consecuencia a un descontento social latente desde hace tiempo. Los barómetros del CIS iban poco a poco apuntando a un desenlace como el que vemos hoy”. Las redes sociales, que han revolucionado la comunicación y han conseguido saltar cualquier filtro, han sido determinantes para que el “quemazo” de la sociedad –sobre todo de los jóvenes- haya pasado de ser individual a colectivo. Pero hay una serie de condicionantes, causas, circunstancias e indicadores que han llevado a miles de personas a salir a la calle. Estas son, según expertos académicos en política, demografía, sociología y psicología, las principales claves para entender la protesta:

--Por qué ahora:

Los analistas consultados señalan a los recortes sociales impuestos por el gobierno de Rodríguez Zapatero como uno de los detonantes de la situación. Los primeros años de Gobierno, pese a que el ‘sistema’ imperante era el mismo, el estado del bienestar seguía funcionando. Sin embargo, con la crisis y los últimos años de recortes en prestaciones sociales, subida de impuestos y auge del precio de la vivienda, la situación “ha explotado”.

--Indicadores económicos y demográficos:

Españaes el país donde la juventud tiene una tasa de ahorro menor. “Aquí se vive el presente, se han cerrado los ojos al futuro. Se vive mes a mes, a diferencia de otros sitios de Europa donde la juventud tiene una tasa de ahorro mayor”. Esta circunstancia tiene un claro efecto sobre otro indicador, de tipo demográfico: “En España no se tienen hijos. Se considera una especia de ‘hipoteca’ difícil de pagar. “El acceso a una vivienda, el fantasma del paro –incluso para los trabajadores- y la poca confianza en la mejoría futura alejan la idea de formar una familia”.

--La familia, un ‘colchón’ que desaparece:

“Hasta ahora, las deficiencias del estado del bienestar eran suplidas por el ‘colchón’ familiar”. El joven que antes no encontraba trabajo podía sobrevivir con una pequeña asignación familiar en casa de sus padres. Una casa que, por lo general, ya era propiedad de la familia. Ahora, “con padres de familia en paro, hipotecas al alza y demás, el estado del bienestar ha desaparecido”.

--Crisis de valores:

“La sociedad sigue alentando a la juventud con ideales de valores como la fortaleza, la belleza, la inteligencia… pero esos valores a la hora de la verdad –encontrar un trabajo, realizarse- no les sirven”. Valores por los que algunos jóvenes lucharon por poseer se han quedado sin valor práctico.

--Desaparece el conflicto generacional:

A diferencia de otras generaciones pasadas, ésta carece de conflicto generacional. Padres e hijos han llegado a pactos de tolerancia. “Antes, el joven dejaba su hogar ‘huyendo’ de las restrictivas normas impuestas por los progenitores. Ahora, padres e hijos cultivan una tolerancia que les permite convivir bajo el mismo techo”. Otro analista advierte: “este movimiento ha despertado la conciencia social de la juventud. Ahora se preguntan ¿por qué no puedo tener yo mi propia casa?”.

--El concepto de Papá-Estado:

“Estamos ante una juventud tributaria, que espera todo del Estado. Ante un problema, la solución debe salir del Estado. Sin embargo, todo derecho va unido a un deber”. “Los derechos frente al Estado son claros, pero los deberes están difusos”.

--Herederos de una larga tradición anarquista

“España tiene una tradición anarquista desde hace siglos. Protestar contra el poder está en nuestra cultura”. Un experto sociólogo y politólogo, experto en manifestaciones sociales, asegura que “esto es completamente nuevo. Mientras continúe el rechazo a símbolos y banderas, es un movimiento nuevo”. Otros analistas coinciden. “Si esto cuaja y adquiere consistencia, sería la primera vez que una representación heterogénea de la sociedad civil se manifieste conjuntamente”.

--Ley Sinde:

No hay que olvidar el impacto de las protestas contra la Ley Sinde. La nueva normativa que regula el acceso a la cultura en Internet ha tenido un peso “definitivo” sobre el movimiento #15m. Según valoran los analistas consultados, la cultura es “uno de los bienes intangibles más valorados por la juventud. Con la Ley Sinde, sienten que se les ha cortado el acceso libre a la cultura. Eso despertó la conciencia social de muchos ‘afectados’”. De hecho, de ahí surgió el eslogan #nolesvotes: ni a PP, ni a PSOE ni a CiU, los tres partidos responsables de su aprobación en el Congreso. “Este movimiento nace de internet, de las redes sociales, y sus impulsores son consumidores de la cultura ‘online’”.

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