¿Por qué el rey lanza mensajes a los políticos?

“Tenéis que arrimar el hombro”. Esta fue la petición que transmitió el monarca a los políticos en la recepción que la Casa del Rey suele ofrecer a representantes de las administraciones públicas de las Islas Baleares durante su estancia estival en el Palacio de Marivent. También recomendó a la clase política que “se dejen de batallitas”. En palabras de alguno de los presentes, don Juan Carlos les trasladó que “cada uno debe hacer su trabajo, pero que es momento de hacer política en mayúsculas” y aprovechó para instarles a “apretarse el cinturón”.

Pero no es la primera vez que el monarca ha decidido salir a la palestra en momentos de emergencia nacional. En círculos cercanos a La Zarzuela siempre se recuerda esa misión del rey como símbolo y alto representante del Estado, además de su papel como árbitro y moderador del funcionamiento regular de las instituciones, facultades que le confiere la Constitución. Estas son algunas de las intervenciones más importantes de don Juan Carlos en los últimos años:

-- Uno de los momentos más conflictivos a los que tuvo que hacer frente el rey fue el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Ese día, durante la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, se produjo la toma del Congreso de los Diputados por parte de fuerzas de la Guardia Civil al mando del teniente coronel, Antonio Tejero.

Simultáneamente, en la Capitanía General de la III Región Militar (Valencia), el teniente general, Jaime Milans del Bosch, ocupó las calles de la ciudad con tanques y hubo diversos conatos en otros puntos, como la toma de los estudios de Televisión Española en Prado del Rey (Madrid). La intervención televisiva de don Juan Carlos desautorizando el golpe acabó con la insurrección, que pensaba contar con el apoyo de la Corona, y contribuyó a aumentar su carisma entre sectores políticos que hasta entonces no eran muy afines a la monarquía.

-- Tras los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, el rey se vio obligado a dirigir un discurso televisado al país, condenando enérgicamente la barbarie terrorista y lanzando un mensaje de unidad a todas las fuerzas políticas, a tres días de las elecciones generales.

-- En noviembre de 2007, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, colmó la paciencia de don Juan Carlos. Mientras José Luis Rodríguez Zapatero intervenía en la Sesión Plenaria de la XVII Cumbre Iberoamericana, el mandatario venezolano trataba de interrumpirle, insistiendo en sus descalificaciones al ex presidente, José María Aznar, al que volvió a llamar “fascista”. Al ver que Chávez no callaba, el rey, visiblemente enojado, se dirigió hacia él, señalándole con la mano, y le dijo: "¿Por qué no te callas?".

-- En 2008, cuando estalló la crisis económica, pidió unidad a los principales agentes políticos, sociales y económicos, consciente de que el anuncio de medidas impopulares no querría ser asumido de forma individual por ningún partido. Lo mismo ha venido haciendo en todos los mensajes de Navidad desde entonces.

-- Dos años después, en medio del embrollo político entre Gobierno y oposición, el rey lanzó otro contundente mensaje: es “la hora de grandes esfuerzos y de amplios acuerdos para superar juntos, cuanto antes y con la debida determinación, las graves consecuencias de la crisis, y para recuperar un crecimiento fuerte y duradero, cada vez más basado en la Ciencia y la Formación". Don Juan Carlos aprovechó su intervención en la entrega de los premios de Investigación 2009 para pedir unidad, en el marco del papel de mediación que la Constitución le otorga, e intentar que el camino para el acuerdo fuera más fácil a través de un gran Pacto de Estado entre los dos grandes partidos, escenificado por Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

-- El aumento de la tensión en las relaciones entre España y Marruecos, derivada de las acusaciones de racismo formuladas por Rabat contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado españoles obligaron a intervenir al rey, quien desde el Palacio de Marivent, llamó el verano pasado por teléfono a Mohamed VI para rebajar la crispación.