Los secretos de la lotería: ¿por qué triunfa en España? ¿qué riesgos tiene?

La lotería española es un modelo para las loterías de todo el mundo. Cuenta con tanto arraigo y participación que resulta ser una de las instituciones que más unen a los españoles. Ahora, el Gobierno quiere adaptarla a los nuevos tiempos, con la consiguiente polémica.

-         En madera de boj y con dígitos grabados al fuego, con 18,8 milímetros de diámetro y 3 gramos de peso: así son las bolas que dan y quitan la suerte a lo largo del año en la Lotería Nacional y, ante todo, en los sorteos extraordinarios de Navidad –el Gordo- y el Niño. La lotería española tiene un éxito tan masivo y transversal en todas las capas de población que ya hay instancias que piden de la declaración del décimo como patrimonio cultural ante la aparición de nuevas formas de lotería.

-         La lotería llegó a España en tiempos de Carlos III –quien también alentó otro tipismo navideño: los belenes- y fue impulsada por los Gobiernos a partir de la Guerra de la Independencia para nutrir la hacienda pública. Los sorteos de Navidad surgen también en 1812 pero no reciben ese nombre de ‘sorteo de Navidad’ hasta 1892.

-         Desde entonces, el 22 de diciembre marca el comienzo de la Navidad y habla de otras tradiciones: el juego en peña, los abonos a números (que pasan de padres a hijos), el apego a ciertas administraciones de lotería como Doña Manolita en Madrid o La Bruixa d’Or en Sort (Lérida), así como los llamados “números bonitos”, los cuales, además de los capicúas, por ejemplo, tienen que ver con fechas relevantes del año recién vivido. En los últimos tiempos, algunos de los últimos ‘números bonitos’ han sido el día del nacimiento de la infanta Leonor o el de la muerte de Michael Jackson.

-         El enorme éxito de la lotería en España no sólo ha hecho a la lotería española un referente en todo el mundo, sino que ha aminorado aquí las críticas que suelen recibir las loterías en general: el fomento del juego y, por consiguiente, de la ludopatía y, ante todo, el aprovechamiento a efectos recaudatorios, por parte del Estado, de los ingresos de las capas económicamente más débiles, que por norma general son las que mayor porcentaje de sus recursos destinan a estos juegos.

-         Desde 2005, El Gordo tiene un valor de tres millones de euros al billete o trescientos mil al décimo. El periodo de venta de este sorteo es el más largo del año, ya que las administraciones reciben los números las primeras semanas de julio. La cantidad a distribuir en premios es del 70% del importe total de los billetes de que consta cada sorteo, quedando el 30% restante a favor del Estado. El Tesoro Público ingresó en 2008 exactamente 2.718.598.275 euros del organismo público Loterías y Apuestas del Estado.

-         Conforme informa EP de datos del CIS, los españoles son los europeos que "más juegan a la lotería a pesar de la crisis". El consumo continuado se debe a la "tendencia generalizada en España de comprar y compartir décimos de lotería en compañía". Según el profesor Roberto Garvía, la lotería "trasciende al puro valor económico para transformarse en una cuestión social" y "contribuye a fortalecer el tejido asociativo de la sociedad", como ocurre con el reparto e intercambio de participaciones durante las fechas navideñas. Asimismo, en España se juega también para "reforzar lazos de amistad, parentesco y confianza personal".

-         Más del cincuenta por ciento de los españoles consideran necesario, como mínimo, tener dos décimos premiados con El Gordo (600000 E) para dejar de trabajar. Como es sabido, por paradójico que parezca, una súbita invasión de millones, con el consiguiente cambio drástico de estilo de vida, puede generar grandes crisis personales. Son numerosos los testimonios. Los expertos recomiendan escalonar el ascenso en ritmo de vida, diversificar las inversiones, llevar cuenta de los gastos y aprovechar para el ahorro.

-          La crisis se ha hecho notar bajando la venta de lotería. Así se ha desmentido la teoría de que, en tiempo de crisis, se recurre más al juego. Las ventas de lotería de Navidad han caído este segundo año de crisis un 3%. La caída viene precedida de otro descenso de las ventas en el 2008, de modo que se trata de la segunda bajada registrada en los últimos treinta años. Lo que ha bajado es, ante todo, el importe individual, conociéndose, por tanto, una importante vuelta de las participaciones para compartir el décimo de lotería. Sube, año tras año, la compra de lotería por internet –un 7% de 2008 a 2009.

-         En la ciudad de Soria gastan más de doscientos euros por persona en lotería y en Lleida están en 197, sobre todo por la administración de Sort. Cada español ha gastado este año más de sesenta euros de media en lotería. El sector supone cerca del 1,5% del PIB –uno de los mayores consumos per cápita del mundo.

-         La probabilidad de obtener El Gordo es de una entre 85000, 10% de que toque el reintegro y menos del 6% de conseguir premio en la ‘pedrea’. El 40% de los billetes se compra en los diez días anteriores al 22 de diciembre.

-         El viejo arraigo de la lotería no excluye la novedad. Véanse, del famoso ‘calvo’ de la lotería en adelante, los esfuerzos publicitarios, redoblados con el éxito de hacer entrega de los premios con el modelo ‘gran talón’. Y véanse también los nuevos riesgos: las estafas por internet utilizando el nombre de Loterías y Apuestas del Estado.

-         Precisamente son los nuevos tiempos los que hacen pensar a los legisladores que hay que modificar la reglamentación de la lotería. En España ya no sólo existen la Lotería Nacional y la ONCE; hay también loterías autonómicas y, ante todo, loterías por internet. Así, debe aprobarse una ley que cubra el actual vacío legal en torno al juego por internet, móvil o televisión interactiva.

-         La nueva legislación ha sido criticada por una poderosa asociación de loteros, ANAPAL, que amenaza con la primera huelga en las administraciones de lotería por las disposiciones de los Presupuestos para 2010. En los Presupuestos se contemplan enmiendas que, a juicio de ANAPAL, suponen la “liberalización” de la lotería. En efecto, a partir de 2010 se podrán comprar los décimos, por ejemplo, en el estanco: no será el décimo de siempre sino un resguardo parecido al de una apuesta a la ‘primitiva’. Las administraciones –unas cuatro mil en la red básica, casi siete mil contando puestos de validación de quinielas o ‘primitivas’- se quedarán con la exclusiva de la venta del décimo tradicional. Los sindicatos están con la patronal ANAPAL, temerosos de la pérdida de algunos de los doce mil puestos de trabajos generados por las administraciones.

-         Con todo, el sector de los loteros está dividido. Asociaciones como PIDAL alegan que el sector no puede regirse por una ley de 1956. Según Loterías y Apuestas del Estado, de lo que se trata es de prepararse para competir con otros juegos de azar e impulsar la venta por internet. Al pasar el régimen de las administraciones –según exige la Ley de Contratos del Sector Público de 2007- a regirse por derecho privado y no por derecho administrativo, los loteros encontrarán ventajas como el poder traspasar los negocios o transmitirlos en herencia, cuestiones hasta ahora vetadas por ley.

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