Aprender a hablar inglés con vídeos
Las empresas de e-learning y las academias de inglés que más crecimiento experimentan, tienen algo en común: apuestan con decisión por el formato audiovisual. No es una concesión al entretenimiento: es que “aprender inglés con vídeos” es la forma más rápida y eficaz de dominar la lengua de Shakespeare.
Somos criaturas audiovisuales
Siempre se ha dicho que la televisión es el medio rey. Pero no es la televisión lo que más nos atrae, es lo audiovisual: la imagen en movimiento. Por eso las generaciones más jóvenes pasan horas en YouTube o pegados a las tablets y a sus móviles. En realidad es parte del mismo fenómeno: somos criaturas audiovisuales y aprovechar esta inclinación natural para aprender inglés tiene todo el sentido del mundo.
Se puede mezclar aprendizaje y entretenimiento
Tras una jornada de trabajo o de estudio, una o dos horas de estudio de inglés es una obligación más. En cambio, aprender inglés con vídeos hace que esa pequeña obligación se convierta en parte del entretenimiento. Igual que, al llegar a casa, quizá vemos un capítulo de la serie de moda, podemos aprovechar para hacerlo en inglés y mejorar nuestro nivel averiguando qué ha sido de Bill Wyers o siguiendo las desventuras de Walter White.
Los vídeos crean un contexto
Los ejercicios de rellenar huecos, memorizar vocabulario o completar tests gramaticales son formas de aprender inglés que descontextualizan la lengua de su uso real. Los vídeos, en cambio, pueden mostrar conversaciones reales y lo más importante, referentes visuales e incluso sonoros que permiten entender más sabiendo menos.Piden menos esfuerzo
Obviamente, cualquier método para aprender inglés pide la plena atención pero lo complicado es prestársela. Conseguir centrarse en un material audiovisual es más sencillo que fijar la atención en un texto o en un audio sin imágenes. El medio visual es, con perdón de la incipiente realidad virtual, la forma de entretenimiento más parecida a nuestra forma de experimentar el mundo, por lo que siempre es más agradable que, por ejemplo, la lectura de un texto.
Cambio de paradigma en la educación
El gran problema de aprender inglés con vídeos es que usan un formato caro de producir y que es fundamental calibrar correctamente el nivel de lo que vemos. Si no sabemos inglés, ver una película nos servirá de poco. Y si ya lo dominamos, un vídeo con diálogos simplificados nos parecerá tedioso. Así pues, la clave está en encontrar vídeos que se entiendan lo suficiente para que los disfrutemos pero que tengan suficientes estructuras nuevas para que aprendamos con ellos.
La solución de BrainLang
La exitosa startup española BrainLang, ha dado con la cuadratura del círculo en el aprendizaje audiovisual del inglés. Ya que han creado un departamento propio formado por lingüistas y productores audiovisuales, para escalar la producción de tal forma, que ya ofrecen miles de contenidos de multitud de temáticas actuales, haciendo que sea posible aprender inglés con vídeos en cualquier nivel.
Gracias a su gran cantidad de vídeos, ofrecen a sus usuarios variedad suficiente y adecuada a sus usuarios, a un precio muy razonable, pero lo mejor. Que es de prepago (Si, como los telefonos móviles), y si el usuario no accede a la plataforma, simplemente no paga.
En esta redacción ya se ha convierte en algo habitual, ver como la gran mayoría de compañeros “aprenden inglés en sus ratos libres” porque los videos para aprender inglés de BrainLang realmente enganchan al usuario para que consiga comprender los mensajes y en consecuencia adquiere el Idioma.
En la actualidad, se puede acceder a BrainLang desde 6,75€/ semana, un precio bastante inferior a la cuota de una academia de inglés, con importantes descuentos, según la recarga que se realice. Además, por si todavía quedan usuarios sin convencer de las ventajas de aprender inglés con vídeos, cuentan con una demo gratuita.
