Por qué apuntarme ahora a un taller de teatro
El teatro amateur es una afición cada vez más extendida entre trabajadores y ejecutivos. Aunque siempre se han asociado las clases de interpretación a los colectivos que se dedican de forma profesional a esta disciplina, hoy en día proliferan las escuelas que imparten grupos para aficionados a las artes escénicas.
Los talleres de teatro, según explican a La Buena Vida varios profesores de estas clases, no sólo sirven de entretenimiento a los alumnos, sino que lo utilizan como apoyo para potenciar carencias en algunos aspectos de su vida profesional.
Hablar en público, improvisar o mantener la calma en momentos de tensión son algunas de las competencias laborales que algunos de los asistentes a estos talleres buscan mejorar a través de las técnicas impartidas.
Las claves del éxito de estos talleres
Núria Soler, profesional del teatro y profesora en este tipo de cursos en la escuela que lleva su nombre, explica a La Buena Vida que "una de las razones fundamentales por las que la gente se apunta es para adquirir seguridad". Son cursos muy lúdicos, explica, en los que la improvisación es la base de los ejercicios.
"Actuar es un juego sensible vital y emocionante,es una posibilidad de desarrollar la inteligencia,la confianza en nosotros mismos y en los demás,y la imaginación" apunta Soler.
Este planteamiento coincide con el que rige los talleres impartidos por Cuarta Pared, una escuela especializada en cursos de teatro tanto para profesionales como para personas que se sienten atraídas por las artes escénicas desde el punto de vista del entretenimiento.
Desde allí, confiensan a LBV que uno de los motivos que empujan a profesionales y ejecutivos a apuntarse a estos talleres es precisamente la adquisición de confianza, perder el miedo a hablar en público.
Perfil de los alumnos
En ambas escuelas tambien coinciden en el perfil que define al alumno mayoritario de este tipo de talleres de teatro para aficionados.
Aunque todos los cursos están disponilbles para una percha de edad muy amplia (generalmente entre los 18 y los 80 años), la edad media de los asistentes se encuentra entre los 30 y los 50 años.
Normalemente, se trata de personas con un trabajo estable, incluso con puestos de relativa responsabilidad. Precisamente, para adaptarse a los horarios de los asistentes, ofrecen horarios de cursos en franjas del día en que estas personas suelen estar desocupadas, e incluso en fin de semana.
Suelen asistir más mujeres que hombres, aunque en los últimos años se ha incrementado el número de alumnos masculinos en los talleres.
Consulta aquí toda la información sobre los cursos en la Escuela Núria Soler y Cuarta Pared.
