La aspiradora, un electrodoméstico centenario
La aspiradora se ha convertido en un elemento esencial en cualquier hogar, debido al amplio número de posibilidades que ofrece en cuanto a la limpieza. La eficacia con la que realiza su trabajo ha posibilitado que las ventas se disparen en los últimos años, encontrando diferentes formatos en función de las necesidades del cliente; con bolsa, sin bolsa e incluso de funcionamiento autónomo.
La innovación y evolución en el sector de la aspiración ha posibilitado la aparición de nuevas maquinarias como la aspiradora sin cable, la cual permite realizar su función de una manera cómoda y sencilla, sin precisar una conexión eléctrica continuada para su uso en la limpieza de cualquier estancia.
Sus orígenes
La tarea de la limpieza siempre ha sido una actividad que consume un amplio periodo de tiempo, dentro de la vida de cualquier persona. Esto ya fue planteado hace años, surgiendo de la mano del estadounidense M.R Bisell el primer aspirador de la historia, el cual revolucionaria la limpieza conocida hasta el momento.
Una serie de cepillos giratorios
Este inventor creó un aparato el cual consistía en una serie de cepillos que giraban y permitían la captación de las partículas que se encontraran en el suelo. Esta máquina fue patentada con el nombre de Grand Rapids en el año 1876, consiguiendo una gran expectación en las personas de la época. Años más tarde, en la ciudad de Londres se dio a conocer un elemento que contenía en su interior una bolsa con aire comprimido, permitiendo teóricamente la eliminación de los residuos, algo que no ocurría.
Poco después un ingeniero decidió aprovechar la idea de aire aspirado, que no habían conseguido sus predecesores. Este inventor empedernido fue Hebert Cecil, el cual tenía como profesión la construcción de puentes sobre los ríos ingleses.
Complejo sistema de fuelles
Antes de la aparición y globalización de la luz en los hogares, las primeras aspiradoras contaban con un sistema de fuelles en su interior, el cual permitía realizar la función de aspirado. Este complejo mecanismo era accionado mediante la mano o los pies, en función del modelo que se estuviese empleando.
En 1908 se crea la primera aspiradora con motor eléctrico, lo cual resultó una auténtica revolución ya que dejaba de lado la fuerza física en el accionamiento de esta maquinaria. Su inventor fue Murray Spengler que junto con un socio conocido de la época creó la Hoover Company, lanzando la primera aspiradora totalmente eléctrica al mercado del momento.
Los modelos siguieron evolucionando
Los modelos de aspiradoras siguieron evolucionando a lo largo de la historia, debido a la amplia investigación que se realizó en sus mecanismos. En la actualidad existen dos posibilidades de aspiradoras, en función del mecanismo que contiene las partículas de suciedad; La aspiradora con y sin bolsa.
Aspiradoras con autonomía
Una de las mayores innovaciones del momento es la aparición de aspiradoras con autonomía, las cuales realizan la función de limpieza sin necesidad de ser manipulados directamente por una persona. Estos aspiradores realizan un mapa de la estancia y posteriormente van succionando la suciedad de manera sistemática.
Entre los modelos míticos de este tipo de aspiradoras se encuentra el Roomba, el cual ofrece una aspiración eficiente y eficaz de cualquier estancia, sin necesidad de controlar ni el aspirado ni los periodos de carga, ya que esta máquina acude directamente al punto de carga.
