Autoconsumo fotovoltaico ¿El futuro de industrias?

La producción de energía solar fotovoltaica está en auge. Por ello, cada día son más las personas particulares que optan por esta alternativa para sus hogares. Asimismo, en los últimos años, numerosas empresas de todos los sectores también han escogido la energía fotovoltaica como una apuesta por el desarrollo de sus respectivos negocios. A continuación, abordamos las múltiples ventajas que presenta el autoconsumo fotovoltaico.

Los beneficios de la energía fotovoltaica

La energía fotovoltaica consiste en la generación de electricidad a partir de la luz solar. Entre sus beneficios sobresale, entre otros, su infinitud, puesto que la energía solar es inagotable y se renueva, por ello, constantemente. En este sentido, al optar por la energía fotovoltaica contribuimos a frenar el cambio climático y sus consecuencias dañinas para el entorno y la población.

Además, la energía fotovoltaica no es contaminante, ya que no expulsa substancias tóxica al aire. De este modo, este tipo de energía ayuda a prevenir enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como patologías oncológicas. Asimismo, la energía fotovoltaica tampoco contamina los recursos hídricos, un aspecto fundamental en un contexto en el que el agua es cada vez más un elemento escaso.

Igualmente, gracias al empleo de energías renovables y en concreto, del autoconsumo fotovoltaico, se reduce el consumo de combustibles fósiles. La propia Unión Europea ha establecido para 2030 el objetivo de aumentar el porcentaje de energías renovables en la región hasta el 32%.

La energía fotovoltaica también produce indirectamente riqueza, puesto que permite generar un ahorro considerable en la factura eléctrica, sobre todo para las diferentes industrias. En este sentido, las empresas notarán un descenso significativo del coste de producción y de mantenimiento de la actividad.

El consumo fotovoltaico en el futuro de la industria

El autoconsumo fotovoltaico aislado con baterías está, actualmente, muy presente en una gran diversidad de empresas e industrias. Esto se debe a que este sistema permite acumular en baterías los excedentes de energía producidos para utilizarlos durante las horas sin sol. De este modo, las empresas pueden aprovechar al máximo toda su producción energética.

Así, entre las principales ventajas sobresale sobre todo el aspecto económico, puesto que esta opción energética resulta especialmente rentable. De esta forma, no solo decrecerá la factura eléctrica de cualquier industria, sino que también la propia instalación de los paneles no tendrá un costo elevado para las empresas. Estas instalaciones tampoco necesitan trabajos de mantenimiento recurrentes.

En general, el costo de las instalaciones se suele recuperar en cinco o siete años, momento en el cual el ahorro comienza a ser completo. Además, si en algún momento la empresa se pone en venta, el hecho de contar con paneles solares la revalorizará, dado que esta es una energía al alza, sobre todo en el ámbito de la empresa privada.

Asimismo, contar con este tipo de energía también dará la posibilidad a cada empresa de destinar mayores recursos a otras áreas del negocio. De este modo, se mejorará la competitividad de la empresa, al poder invertir más tiempo y dinero en otros aspectos.

Otra de sus ventajas consiste en que la energía fotovoltaica resulta muy adaptable, ya que en cualquier momento se puede ampliar el número de paneles instalados, aumentando su número y la capacidad de generación eléctrica.