Beneficios tener un radiador eléctrico en el hogar

Un radiador eléctrico es un calefactor que proporciona calor por emisión. Su uso e instalación son muy sencillos, además de que son dispositivos que pueden adquirirse en tiendas comerciales, por esto, son una opción rápida y económica ante los días de invierno.

Estos dispositivos son muy populares en el mercado, gracias a los beneficios que ofrecen: climatización rápida y eficiente en el hogar, precios accesibles y la posibilidad de adquirir uno para cada estancia. Es por esto que hay varios tipos y modelos, y no hay un mejor lugar para saber sobre estos electrodomésticos que en esta guía sobre radiadores eléctricos.

Normalmente, estos modelos son más comunes de lo que parece, ya que la opción tradicional, un sistema centralizado de climatización, es más costosa y tiene una instalación pesada.

Básicamente, los radiadores eléctricos son emisores térmicos que ayudan a climatizar el hogar en invierno, o cualquier época del año que se requiera. Hay varios tipos, con beneficios diferentes, pero sus ventajas principales son:

Climatización rápida, segura y económica en cualquier habitación del hogar.

Algunos modelos son sencillos y compactos, pueden climatizar ambientes grandes, sin ocupar demasiado espacio.

Vienen con distintos niveles de potencia, y se adaptan a cualquier estancia en la que se instalen.

La mayoría son portátiles, o con opción de serlo, para climatizar varios espacios con un mismo dispositivo.

Algunos modelos son decorativos y aportan estilo al ambiente.

Estos son los beneficios que tienen en común la mayoría de los emisores de calor, no obstante, existen varios tipos y, según su funcionamiento, estos ofrecen distintas ventajas con un mismo fin: climatizar.

Tipos de calefactores eléctricos y sus beneficios

Los radiadores son un tipo de calefactor, lo que significa que no todos los calefactores son radiadores, y los radiadores no son el único tipo de calefactor que existe. Pueden clasificarse por diferentes parámetros, pero, lo más común es que sean clasificados por su funcionamiento.

Dependiendo de su funcionamiento, los calefactores eléctricos se dividen en 5 grupos: radiadores de inercia seca, de inercia líquida, convectores, paneles radiantes y termoventiladores. Cada uno ofrece distintos beneficios, y se adaptan a distintas situaciones, ya que la idea es escoger según los parámetros del hogar. En este sentido, los grupos son los siguientes:

Radiadores de inercia seca

Estos son conocidos como “radiadores de cerámica”, ya que utilizan una resistencia que combina el metal con materiales refractarios (en la mayoría de los casos, cerámica) para generar calor y, después, liberarlo.

El principal beneficio de este modelo es que el calor que emite no es invasivo, no genera olores, ni humo, ni siquiera ruido constante. También, suelen ser modelos fijos, que pueden anclarse a la pared, ya que su funcionamiento le permite ser delgados y más ligeros. Esto hace que, en la mayoría de los casos, puedan ser más inteligentes.

Radiadores de inercia líquida

Conocidos como “radiadores de aceite”, estos modelos necesitan un líquido caloportador para funcionar, tiene un diseño sencillo que suele ser portátil y su funcionamiento es óptimo.

Su ventaja principal es que acostumbran ser muy potentes, los mejores del mercado, y también suelen ser portátiles. Sin mencionar que tienen una alta inercia térmica, que les permite seguir emitiendo calor, incluso después de apagarse.

Algo que también es una característica atractiva de estos modelos es que son mucho más económicos en comparación a los demás. Su precio puede ser 50% menor, dependiendo de la marca; así que son una solución mucho más accesible.

Convectores

Los convectores, como su nombre lo indica, convierten el aire, secándolo, para climatizarlo y expulsarlo a una temperatura más alta. Lo que destaca de estos modelos es que también pueden ser muy potentes, ideales para espacios grandes, y es normal que los modelos más sofisticados, con diseño moderno, sean de este tipo.

Estos pueden presentarse en varios tamaños, pero también suelen ser delgados. Al igual que los radiadores de inercia líquida, estos modelos también pueden llegar a ser baratos.

Micas y paneles radiantes

Los paneles radiantes también tienen un funcionamiento que les permite ser delgados, lo que es aprovechado para hacer que estos dispositivos tengan un diseño moderno.

La principal ventaja es que su emisión de calor es parecida a la exposición solar, lo que genera una sensación confortable. Además, los mejores modelos incorporan un ventilador y varios niveles de potencia, para distribuir el calor uniformemente.

Por su parte, las micas tienen un diseño más funcional y sencillo, menos estético, pero son ejemplares muy económicos.

Termoventiladores

Aunque no sean radiadores, los termoventiladores califican como calefactores, ya que ofrecen la opción de climatizar el ambiente, emitiendo aire caliente. También hay modelos que emiten aire frío o templado, estos pueden utilizarse en cualquier época del año y son muy versátiles.

Son perfectos para los espacios reducidos, ya que suelen ser verticales y delgados. Actualmente, hay modelos muy modernos, que incluyen mando a distancia, opción de programación y también son muy potentes, incluso para ambientes grandes.

Qué hace que un radiador eléctrico sea el mejor

Así como hay varios tipos de emisores térmicos, también hay características, que unos tienen y otros no, que los hacen ser mejores opciones.

Independientemente de qué tipo de radiador sea, éste puede tener prestaciones adecuadas o no. Una característica se considera adecuada cuando es la correcta según nuestra situación, así que, hay que tener muy en cuenta factores del lugar en donde estará el radiador.

Potencia adecuada

La potencia de un radiador determina su alcance y cobertura. Los espacios grandes demandan más potencia.

Al escoger la potencia de un radiador hay que tener presente que, por cada 10 metros cuadrados de espacio a climatizar, el radiador debe tener, al menos, 800 W de potencia. Así que, para un ambiente de 20 metros cuadrados, 1.800 W de potencia serían suficientes.

Aunque hay gran variedad, la potencia más alta de un radiador doméstico puede ser de hasta 3.000 W, para los modelos comunes en el mercado.

Niveles de potencia y programas

La mayoría de los radiadores eléctricos en el mercado ofrecen varios niveles de potencia o, al menos, diferentes programas que determinan el manejo de la temperatura. Estos sirven para que el dispositivo pueda adaptarse a cualquier ambiente o situación.

Es importante fijarse qué tipo de opciones ofrece un calefactor eléctrico. Los niveles de potencia y la regulación de calor son elementos importantes, debido a que no siempre se necesita un nivel de calor máximo.

Modo de instalación

Si los clasificamos por su instalación, hay dos tipos de radiadores: los fijos y los portátiles. Algunos modelos pueden ser 2  en 1  y ofrecer ambas opciones, con un sistema desmontable.

Los radiadores portátiles son los que no requieren una instalación en la pared, pueden tener ruedas o no, y son perfectos para llevarlos de una estancia a otra. Suelen tener un diseño fácil de transportar, con asa y un lugar para guardar el cable.

Mientras que, los radiadores fijos, si tienen que instalarse en la pared. Incluyen un kit de instalación que suele ser muy fácil de colocar.

Prestaciones modernas

Esto también está asociado con la comodidad. Si bien la función principal de un radiador eléctrico es climatizar y calentar el ambiente, la mayoría de los modelos ofrecen prestaciones adicionales que hacen que su uso sea más sencillo.

Estas prestaciones suelen ser: opción de programación (apagado y encendido automático), conexión Wi-Fi que permite manejar el dispositivo desde el móvil, pantalla digital que refleja la temperatura del ambiente, conexión con los asistentes virtuales de comando por voz, etc.

Estas funciones hacen que el uso del dispositivo sea más cómodo, y le dan un acabado moderno. Por supuesto, los modelos que incorporan estas opciones suelen ser más costosos.