Como ser un consumidor inteligente
Claves para ser consumidores inteligentes
La principal clave para ser un consumidor inteligente consiste en comparar y en no centrar todo únicamente en el precio. En ciertas ocasiones, los productos más económicos pueden ser de mala calidad, generando mayores gastos que si nos hubiéramos gastado un poco más.
Páginas como asimejor nos ofrecen completas comparativas para poder encontrar el producto más adecuado según la categoría, nuestras necesidades y presupuesto. Por ejemplo, en el caso de que quieras comprar un juego de mesa para echar una partida con los amigos, en esta web podrás encontrar una comparativa con los 30 mejores de 2020.
También es importante conocer las reseñas de los productos y no quedarse con la primera opinión que veamos. Habrá que hacer un balance de opiniones positivas y negativas antes de tomar cualquier decisión.
Sin más dilación vamos a ver las pautas a seguir para ser un consumidor inteligente.
Claves para ser consumidores inteligentes
Consciencia: El consumidor debe saber cuáles son sus derechos y obligaciones, y tener claras las consecuencias de su forma de consumir. No te dejes llevar los chollos y rebajas. Antes de hacer cualquier compra, asegúrate de conocer las condiciones y la política de devolución, por si algo saliese mal.
Equilibrio: Otra clave que debe seguir el consumir es mantener el equilibrio entre calidad y precio. Nunca dejaremos que uno de los dos criterios se imponga sobre el otro. Un producto de máxima calidad, que sea muy caro, puede no adaptarse a nuestro presupuesto. Si es muy barato, podría adaptarse a lo que pensamos gastar, pero la calidad podría dejar mucho que desear. Lo que decimos: habrá que buscar el equilibrio.
Escepticismo: El consumidor también debe ser crítico y valorar lo que la publicidad le ofrece. Quizá ese producto no sea tan bueno como promete, o ni tan siquiera lo necesite. Detrás de las campañas de publicidad hay un completo equipo de marketing que se encarga de generar sensación de necesidad. Quizá sientas que necesitas algo si o si, cuando realmente ni lo quieres.
Sostenibilidad: En la medida de lo posible, compra productos ecológicos que potencien el consumo de agua y energía. Los productos naturales no solo tienen un impacto más reducido en el medio ambiente, sino que contribuyen a cuidar nuestra salud (un buen ejemplo de ello es la cosmética natural) y la de quienes nos rodean.
Consumo activo: Gracias a las nuevas tecnologías, como las redes sociales, es posible aliarnos con otros consumidores. Ya no es necesario que nadie compre a ciegas; como ya comentábamos, nos podemos dejar guiar por las opiniones de los demás antes de tomar cualquier decisión. Además, tu también puedes aportar algo al sistema, dando tu opinión cuando hayas probado un producto o servicio.
Estas son las claves que nos permitirán convertirnos en un consumidor inteligente. Además de todo esto, siempre debe primera nuestro sentido común sobre todo: consume solo lo justo y verás como no solo contribuyes a ahorrar, sino que también disminuyes tu efecto en el medio ambiente.
