La crisis obliga a digitalizarse. ¿Qué aspectos tener en cuenta antes de crear tu página web?

Las cuestiones fundamentales que debes abordar antes de lanzarte al ámbito digital de lleno

Una persona trabaja en un ordenador portátil.
Una persona trabaja en un ordenador portátil.

Abrir una página web se ha vuelto tendencia, y no es para menos. El mundo cada vez mira más hacia el sector digital, y para tener presencia en este es esencial contar con un portal online como mínimo.

Pero, ¿se puede abrir una web de cualquier manera? Obviamente no. Hay que cumplir ciertas condiciones, asegurarse de cubrir ciertos aspectos clave si realmente se quiere montar algo con buena perspectiva de futuro.

¿Cuáles son? Eso es justo lo que vamos a desglosar aquí para que sepas bien cómo y por dónde debes empezar en tu andadura digital. Evita riesgos innecesarios y pasos en falso, muévete con solidez y seguridad con estas recomendaciones que te vamos a dar. Son prácticamente el abecedario de cualquier web de éxito.

Claves a tener en cuenta antes de hacer una web

Si quieres abrir una página web, estas cuestiones que vamos a abordar ahora son lo primero que debes analizar y sopesar antes de hacer nada. Hay que tener ciertas cosas muy claras porque, de lo contrario, no vas a conseguir nada con tu portal web.

Elige un buen hosting

El hosting es la piedra angular de tu página web. Es el equipo donde se va a alojar todo su contenido, y el que se encargará de lanzar la información a internet para que tu página se vea y funcione. Por eso, tienes que asegurarte de elegir una propuesta que sea buena, que tenga un buen precio y que, sobre todo, encaje con tus necesidades.

En ese sentido, puedes encontrar firmas como hostinglemon, que te van a ayudar a dar con el hosting que necesitas gracias a sus comparativas y recomendaciones. Es un buen punto de partida, ya que te ayudará a delimitar el tipo de servicio y equipo que necesitas en función de lo que demande la web que vas a construir.

¿Qué objetivos tienes?

Esto va muy ligado al apartado anterior. ¿Qué objetivos tienes con la web que vas a construir? ¿Va a ser un punto de encuentro para tus consumidores, va a ser un lugar de promoción, algo orientado a los contenidos?

Todo eso influye muchísimo en cómo debe hacerse la web, de hecho, también influye en el tipo de hosting que debes contratar. Desde nuestro punto de vista, esta es la primera pregunta que tienes que hacerte antes de mover ficha. También tienes que pensar en la cantidad de usuarios que van a entrar en ella. Si son muchos, necesitarás algo que lo pueda soportar sin que la web se “rompa”. Un hosting potente.

El diseño es importantísimo

En internet, podemos afirmar sin miedo que el continente es tan importante como el contenido, o lo que es lo mismo, tienes que cuidar muchísimo el diseño de la página web. No hablamos solo de cómo se ve y cómo luce a nivel de estética, sino también de cómo funciona.

 

La usabilidad es crucial, porque ofrecer una mala experiencia al usuario es sinónimo de perder una visita, y eso es justo lo contrario de lo que estás buscando. Necesitas que las personas entren y se queden en la web, y para eso tienes que asegurarte de que se sigue una línea de diseño homogénea.

Nada de saturar con grandes lotes de información que acaparen la pantalla, nada de usar colores que dañen a la vista. Y, sobre todo, nada de crear menús complejos y una web difícil de navegar. Cuanto más fácil y sencillo, mejor para el usuario; mejor para ti.

Asegúrate de cumplir los estándares

Actualmente, el estándar W3C es una de las primeras cosas que debe cumplir cualquier web que realmente quiera mover usuarios en su interior. Esta especie de normativa debe cumplirse para garantizar que cualquier usuario, desde cualquier parte del mundo y desde cualquier tipo de dispositivo, pueda entrar en tu página.

Cumplir eso garantiza tener más audiencia, además de ganar posiciones en buscadores y llegar a más público. Parte de esto tiene que ver con el uso de un buen diseño responsive, que se adapte a cualquier dispositivo; al igual que el uso de un código limpio y eficiente, que reduzca las cargas.

La rentabilidad es importante

Una página web no debe suponerte más gastos que ingresos. Puede que en sus primeros pasos sí que resulte cara y no sea rentable, pero, a la larga debe ser rentable para ti y para tu negocio. Por eso, entre otras cosas, tendrás que ver la forma en la que poder monetizarla para obtener beneficios.

Piensa en opciones de monetización vía publicidad o posts patrocinados, y ajusta bien el coste de desarrollo y/o mantenimiento. Si vas a publicar contenidos con cierta frecuencia, piensa bien en el ROI.

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