No pierdas dinero con tus propósitos de año nuevo

Se acerca fin de año y por alguna razón, esperamos mejorar cualquier faceta de nuestra vida tras las campanadas. De alguna forma Año Nuevo parece un buen día para empezar a cambiar las cosas y estamos convencidos de que la resaca de Nochevieja no nos hará cambiar de opinión.


No pierdas dinero con tus propósitos de año nuevo
No pierdas dinero con tus propósitos de año nuevo

En los primeros días del año, gimnasios y empresas de formación de todo tipo experimentan uno de sus repuntes en matrículas. Aunque, obviamente, sus servicios están disponibles todo el curso, tras un mal balance del año anterior millones de personas se lanzan a mejorar sus vidas, “esta vez sí”, apuntándose al gimnasio, formándose para su profesión, empezando un hobby o aprendiendo idiomas.

Esta dinámica, estos propósitos de año nuevo, a pesar de ser bien intencionados tienen bastantes números para hacernos perder dinero. Tomemos el caso de un gimnasio al que alguien se apunta por 50€ al mes y al que termina asistiendo dos horas a la semana, con lo cual paga un precio de 6,25€ la hora. Luego, por alguna razón su hábito empieza a flojear y asiste con menos frecuencia al gimnasio, con lo cual el precio por hora se incrementa, hasta terminar virtualmente perdiendo dinero pagando por una o dos sesiones mensuales.

También sucede lo mismo con el tema de “hablar inglés” con cursos o con las academias de inglés. Son negocios que se basan en un pago fijo y que no tienen flexibilidad suficiente para adaptarse a las necesidades del alumno o del cliente, con lo cual este termina siempre perjudicado, a menudo pagando por servicios que no recibe.

A priori, las soluciones online permiten recuperar esa flexibilidad, ya que si por ejemplo nos suscribimos a un curso de inglés online, podemos realizar ejercicios y acceder a las unidades lectivas cuando queramos y donde queramos. Entonces, ¿por qué los sistemas de formación online cometen el mismo error que sus hermanos del mundo offline? ¿Por qué el error de los pagos fijos se repite en apps y cursos de formación que te hacen pasar por caja los aproveches o no?

BrainLang" es una startup que se propuso remediar los problemas de nuestra forma de aprender inglés. Gracias a las investigaciones de Stephen Krashen se dieron cuenta de que hacer más ejercicios o estudiar más no repercuten en una mejora de la comprensión y la fluidez. Lo único que funciona para entender y hablar inglés” es escuchar y comprender mensajes para permitir que las estructuras lingüísticas se vayan asentando en el cerebro.

Además de replantear la metodología de arriba abajo, también pensaron que era necesario cambiar el modelo de negocio. Por eso optaron por un modelo de recargas de saldo. El usuario paga por adelantado una cantidad que le da derecho a consumir un número determinado de semanas de entrenamiento de inglés. Pero si alguna semana no accede, no paga. Así de fácil.

Esto permite que sus clientes aprendan inglés aprovechando su dinero y con total flexibilidad. Lógicamente, al tratarse de una metodología online, ofrece total flexibilidad horaria, con lo cual se pueden llegar a entrenar las horas que el usuario quiera, bajando considerablemente el precio por hora.

En la actualidad ofrece una demo gratuita de su metodología innovadora a la que se puede acceder previo registro.


 

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