El aumento de las salidas laborales a raíz de la evolución tecnológica

Son numerosos los beneficios que ha obtenido la sociedad a raíz de producirse una serie de avances en la tecnología

Evolución tecnológica
Evolución tecnológica

Haciendo un breve ejercicio de retrospectiva se evidencia lo mucho que ha llegado a evolucionar el ámbito tecnológico en cuestión de no demasiado tiempo. De hecho, podría haber sido mayor si cabe, pero ciertas marcas decidieron efectuarlo de manera más gradual para ir vendiendo poco a poco productos mejores –siendo un claro ejemplo las tarjetas de memoria y los pendrives–.

Son numerosos los beneficios que ha obtenido la sociedad a raíz de producirse una serie de avances en la tecnología. En El Confidencial Digital analizaremos uno de ellos, concretamente el considerado por expertos en economía como el factor más relevante. Y es que hace referencia a las salidas laborales que, hasta hace no mucho tiempo, eran del todo impensables.

En una época en la que el paro preocupa a millones de españoles, es de agradecer que aquellos interesados en nuevas tecnologías tengan la posibilidad de trabajar en el sector que tanto les apasiona.

Trabajos relacionados con las tres dimensiones

El ámbito 3D es uno de los mejores ejemplos posibles. Y es que en pleno 2019 prácticamente a diario surgen oportunidades laborales que guardan relación con el mencionado sector, especialmente en grandes capitales como Barcelona, Madrid, Valencia y Zaragoza.

Los videojuegos lo demuestran a la perfección. El paso de las 2D a las 3D supuso toda una revolución. Ha llovido mucho desde que videojuegos de la talla de Virtua Fighter y Sega Rally ejemplificaron que las texturas poligonales tenían mucho que decir en términos de ocio electrónico.

En la época de los 8 bits, algunos videojuegos salían adelante solo con dos personas, generalmente el programador y el diseñador. Este fenómeno se produjo sobre todo en el ámbito de la retroinformática. Precisamente en España tenemos un ejemplo inmejorable: La abadía del crimen.

Paco Menéndez y Juan Delcán, dejándose ver éste último de forma habitual en ferias retro, fueron los artífices de una auténtica obra maestra. En pleno 2019 ello sería impensable no solo con los triples A, sino también con títulos de menor envergadura.

Sin entrar a valorar si los videojuegos de hoy gozan de una mayor calidad o no, es innegable que exigen una enorme cantidad de trabajo que sí o sí ha de ser cubierta por una elevada cifra de empleados. Ello da pie a que el mercado laboral se maximice.

Tanto es así que en España surgen frecuentemente ofertas de estudios que buscan programadores, músicos para hacer las bandas sonoras y, sobre todo, diseñadores 3D que sean capaces de dar forma a los diversos modelados.

 

Aprovechar este tipo de salidas que ofrece el mercado laboral actual es posible no solo teniendo pasión por el sector en cuestión, sino también formándose. Por ejemplo, el Instituto Tecnológico 3DCube lleva a cabo un curso de animación 3D y videojuegos, trasladando los conocimientos necesarios para desarrollar productos como escenarios, personajes e incluso modelados aptos para obras cinematográficas.

Lo cierto es que el sector tridimensional ha abierto las puertas a muchos trabajadores no solo por el ámbito del cine y los videojuegos, sino también a causa del surgimiento de muchas otras vacantes que son altamente demandadas: realidad virtual –siendo utilizada por ejemplo en el campo de la medicina–, impresoras 3D que precisamente también se emplean en soluciones para la salud, etcétera.

Algo similar sucede con aquellos sectores que, a partir de implementarse las tres dimensiones, sufrieron una renovación a todos los niveles. La arquitectura es una muy buena muestra. En el instituto mencionado en anteriores líneas, una considerable parte del curso destinado a arquitectura e ingeniería se centra en el aprendizaje de los conceptos 3D que se necesitan hoy en día para progresar en dicho ámbito.

Dispositivos cada vez más asequibles

El hecho de que paulatinamente haya ido engrosándose la lista de vacantes relacionadas con puestos tecnológicos viene dado en gran parte por el abaratamiento de los costes.

Prosigamos con el ejemplo de la arquitectura. Cuando antaño todos los planos se hacían a mano, la inversión a efectuar era bastante reducida. Sin embargo, todo cambió cuando se popularizaron los ordenadores con software como AutoCAD y 3DS Max.

Obtener equipos informáticos que movieran dichas interfaces de manera fluida suponía un desembolso estratosférico. Todo lo contrario sucede en 2019, época en la que los componentes como la memoria RAM, la tarjeta gráfica y los procesadores son cada vez más económicos.

Gracias a ello, numerosos estudios y negocios en general pueden permitirse monetariamente dar el paso de digitalizar su empresa, con todos los beneficios que conlleva tanto para la compañía como para los trabajadores.

Lo mismo acontece con los cursos de formación. Los centros lectivos pueden invertir en la infraestructura necesaria para educar a sus alumnos a distancia, reduciendo así el coste de locales, pupitres y demás materiales. Por ende, más estudiantes se ven capaces de inscribirse en ellos para profundizar en el sector tecnológico cuya evolución parece imparable.

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