Turbinas hidráulicas para aprovechamiento energético

Más que una moda, el consumo sustentable de energía es una necesidad. Para muchos, la turbina de agua sigue siendo la mejor opción, pues contribuye con el ahorro energético y garantiza el uso responsable de los recursos de la naturaleza.

En momentos donde el cambio climático amenaza la existencia de la humanidad y del planeta tierra, el uso de energías renovables es una iniciativa que reporta cientos de beneficios, tanto en pequeñas comunidades como en grandes ecosistemas.

Producir electricidad sin emitir gases de efecto invernadero u otros contaminantes es posible en muchos lugares gracias a una turbina de río, cuyo uso y funcionamiento es como aportar un grano de arena al cuidado del planeta: no requiere de grandes esfuerzos.

Qué son las turbinas hidráulicas: funcionamiento y clasificación

Las turbinas hidráulicas son turbomáquinas que aprovechan el flujo y la presión del agua para dar movimiento a un generador eléctrico que permite transformar la energía del agua en energía eléctrica.

A diferencia de las bombas de agua convencionales, las turbinas hidráulicas procesan la energía del agua mediante movimientos de rotación, lo cual, a gran velocidad, es capaz de producir un flujo eléctrico constante.

Poco después de su invención en 1827, estas turbomáquinas comenzaron a clasificarse en Turbinas Kaplan, Turbinas Pelton, Turbinas Francis o Turbinas Ossberger, entre otras. La mayor diferencia entre ellas radica en el tamaño, pues su funcionamiento es similar.

En la actualidad, diversas variantes de esta tecnología comparten el mercado de producción energética, por lo que también es posible encontrar microturbinas o nanoturbinas hidráulicas como las que el fabricante español Powerturbines comercializa a nivel internacional.

Dónde se puede aprovechar una turbina de agua

Desde pequeñas y grandes poblaciones hasta depósitos de agua y campos de agricultura pueden aprovechar al máximo esta tecnología.

Por lo general, las redes de abastecimiento de agua en las poblaciones poseen válvulas reductoras de presión, que previenen roturas en las conducciones y otros inconvenientes con las tuberías.

Estas válvulas pueden ser sustituidas con microturbinas hidráulicas, que cumplen la misma función y permiten mejorar el aprovechamiento energético.

Además, estas válvulas de presión suelen ser utilizadas en depósitos de agua, donde la velocidad de la misma podría dañar los tanques. En tal caso, con una turbina hidráulica es posible disminuir la fuerza del agua, y convertir esa energía en flujo eléctrico.

Por otra parte, la industria agrícola también se puede beneficiar con esta tecnología, pues sus tuberías con alta presión de agua pueden ser controladas, y así redistribuir la energía a instalaciones sin energía eléctrica.

En este tipo de espacios, lo ideal es incluir una turbina de río, que puede sustituir con eficacia a los generadores eléctricos a base de gasoil, cuyas emisiones son altamente contaminantes.

Cuáles son las ventajas de instalar una turbina hidráulica

Algunos de los beneficios de utilizar este tipo de tecnología son:

●        A diferencia de la energía fotovoltaica o eólica, que dependen del sol o del viento, las turbinas hidráulicas proveen electricidad en todo momento y sin interrupciones.

●        Es posible combinarla con la producción de energía eólica o fotovoltaica.

●        La vida útil de una turbina de agua supera los 25 años.

●        No posee altos costes de mantenimiento y su instalación es sencilla.

Frente a la producción de energía contaminante y perjudicial para el medio ambiente, el uso de turbinas hidráulicas permite producir energía renovable, lo cual repercute positivamente en el ahorro de recursos y en la disminución del consumo eléctrico en diversos sectores.